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...." el pueblo recoge todas las botellas que se tiran al agua con mensajes de naufragio. El pueblo es una gran memoria colectiva que recuerda todo lo que parece muerto en el olvido. Hay que buscar esas botellas y refrescar esa memoria". Leopoldo Marechal.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.
“Amar a la Argentina de hoy, si se habla de amor verdadero, no puede rendir más que sacrificios, porque es amar a una enferma". Padre Leonardo Castellani.

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"La historia es la Patria. Nos han falsificado la historia porque quieren escamotearnos la Patria" - Hugo Wast (Gustavo Martínez Zuviría).

“Una única cosa es necesario tener presente: mantenerse en pie ante un mundo en ruinas”. Julius Evola, seudónimo de Giulio Cesare Andrea Evola. Italiano.

domingo, agosto 24, 2014

24 DE AGOSTO DE 1899: NACE EL ESCRITOR JORGE LUIS BORGES.

Jorge Francisco Isidoro Luis Borges nació en Buenos Aires un 24 de agosto de 1899  hijo de Jorge Guillermo Borges y Leonor Acevedo.
Fue un escritor argentino, uno de los autores más destacados de la literatura del siglo XX criticado y elogiado por sus obras, como por sus opiniones pero… siempre está presente y vigente.
Publicó ensayos breves, cuentos y poemas que se caracterizan por su originalidad de sus ficciones y de la belleza de su poesía.
En 1930  aparece su biografía Evaristo Carriego que fuera un decidor del suburbio, fue el primero, el “inventor”, como lo describiera Jorge Luis Borges. Con Evaristo Carriego comienza lo que se denomina la poesía urbana que evoca los hechos cotidianos que abriría puertas a ese poeta magnífico y militante político que fuera Homero Manzi y que rescata Borges.

En 1931 Victoria Ocampo funda la revista Sur, en la que Borges se desempeñará como colaborador desde los primeros números. 
Ciego desde los 55 años, sus ideas despertaron polémicas, sus posturas políticas impidieron que ganara el Premio Nobel de Literatura al que fue candidato durante casi treinta años.
Durante su juventud tuvo una activa militancia en la Unión Cívica Radical, por influencia de su abuelo Isidoro Acevedo Laprida, amigo personal del caudillo Leandro N. Alem, si bien más tarde, afirmó haberse afiliado al Partido Conservador. Se opuso tajantemente al golpe de estado encabezado por José Felix Uriburu que derrocó a Yrigoyen en septiembre de 1930.
Sobre la postura de Roberto Art sobre el golpe infausto de 1930 opinaba: “Fíjese que Arlt, en ese entonces, era partidario de Uriburu; bueno, un poco después. Pero cuando se produjo la revolución, él apoyó a Uriburu y yo era radical. Sin embargo, ahora se lo muestra a Arlt como todo lo contrario...”
Tras el fracaso de la revolución radical de 1933 en Paso de los Libres, Arturo Jauretche se vio obligado a exiliarse en Montevideo. Allí conoció a Borges, que había viajado al Uruguay a visitar familiares maternos. Jauretche le mostró su poema El Paso de los Libres, donde reivindicaba el levantamiento radical. A Borges le agradó a tal punto que aceptó escribir el prólogo para la primera publicación.
En 1937 Borges consigue por recomendación de Francisco Luis Benárdez un empleo en la biblioteca municipal Miguel Cané, en Almagro Sur, donde cataloga libros.
Wikipedia publica lo siguiente: “Cuando, en 1946, Perón toma efectivamente el poder, Borges, que trabajaba en una biblioteca pública, fue «ascendido» a inspector de gallinas y conejos en los mercados. Borges fue a la municipalidad para preguntar a qué se debía ese nombramiento. Él mismo cuenta la anécdota en su autobiografía:
«Mire —dije al empleado—, me parece un poco raro que de toda la gente que trabaja en la biblioteca me hayan elegido a mí para desempeñar ese cargo». Bueno —contestó el empleado— usted fue partidario de los aliados durante la guerra. Entonces, ¿qué pretende? Esa afirmación era irrefutable, y al día siguiente presenté mi renuncia. Los amigos me apoyaron y organizaron una cena de desagravio. Preparé un discurso para la ocasión» (Borges, 1999, p. 112)
El discurso, dada la timidez de Borges, fue leído por su amigo Pedro Henríquez Ureña el día 8 de agosto de 1946 y publicado en el número 142 de la revista Sur. En él, Borges afirmaba que «las dictaduras fomentan la opresión, las dictaduras fomentan el servilismo, las dictaduras fomentan la crueldad; más abominable es el hecho de que fomenten la idiotez». Agregaba que combatir esas tristes monotonías «es uno de los muchos deberes del escritor».
«Yo nunca negué ser antiperonista. Además de razones generales, tengo razones particulares: mi madre estuvo presa. Sí, al principio participó en una manifestación que hubo para que no se modificara el Himno Nacional. Y entonces tomaron presas a algunas personas. A mi madre le dieron, como prisión, esta casa. (...) Y luego mi hermana estuvo presa, en el Buen Pastor. Era una cárcel para prostitutas. Y a un grupo de señoras las destinaron allí, bueno, para insultarlas deliberadamente. Y cumplieron sus 30 días. Salvo que ellas no sabían que iban a ser 30 días, de modo que para ellas fue indefinido aquello. (...) Los domingos íbamos a verlas. Y me parecía tan raro ver la cara de mi hermana detrás de la ventanilla con rejas. Y le llevábamos… bueno, lo que se lleva a los presos: dulce de membrillo, dulce de leche…» Relato de Borges en una entrevista durante la década de los 80”.
En 1955, tras el derrocamiento del gobierno de Juan Domingo Perón, es nombrado Director de la Biblioteca Nacional y  miembro de la Academia Argentina de Letras.
Sobre los gobiernos militares opinaba en 1980: del golpe de 1955 “La Fusiladora” dijo: “Estábamos todos engañados, creímos que todo iba a cambiar, que era como una suerte de aurora. Estábamos muy entusiasmados todos por la Revolución Libertadora. (...) Después hubo gobiernos mediocres, y algunos cómplices, como el de Frondizi” y sobre Arturo Illia manifiesta “creo que fue el mejor. Al menos el menos malo, sí, seguro. Porque los gobiernos militares realmente son un mal de toda esta América del sur” y del 24 de marzo de 1976: “los militares subieron con el apoyo del país, sin excluir a los peronistas. A todo el mundo le pareció bien que sacaran a Isabel Perón y a López Rega. Luego hemos tenido estos 6 o 7 años desastrosos”.
“En 1980 había firmado una Solicitada por los desaparecidos en el diario Clarín. Borges dijo al respecto: Una tarde vinieron a casa las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo a contarme lo que pasaba. Algunas serían histriónicas, pero yo sentí que muchas venían llorando sinceramente porque uno siente la veracidad. Pobres mujeres tan desdichadas. Esto no quiere decir que sus hijos fueran invariablemente inocentes pero no importa. Todo acusado tiene derecho, al menos, a un fiscal para no hablar de un abogado defensor. Todo acusado tiene derecho a ser juzgado. Cuando me enteré de todo este asunto de los desaparecidos me sentí terriblemente mal. Me dijeron que un general había comentado que si entre cien personas secuestradas, cinco eran culpables, estaba justificada la matanza de las noventa y cinco restantes. ¡Debió ofrecerse él para ser secuestrado, torturado y muerto para probar esa teoría, para dar validez a su argumento!” –wikipedia-.
“Los conjurados” su último libro de poemas, aparece en 1985.
Fallece en Ginebra el 14 de junio de 1986, poco después de haberse casado con María Kodama.

LA YAPA:
Yo, Judío (Una respuesta genial de Borges al antisemitismo)
Borges, a una acusación absurda de la Revista “Crisol” (publicación argentina de las primeras décadas del Siglo XX, de absoluta identificación con el nazismo) donde se le endilgaba que ocultaba su ascendencia judía, les responde…
Yo, Judío (*)
Como los drusos, como la luna, como la muerte, como la semana que viene, el pasado remoto es de aquellas cosas que pueden enriquecer la ignorancia. Es infinitamente plástico y agradable, mucho mas servicial que el porvenir y mucho menos  exigente de esfuerzos.
Es la estación famosa y predilecta de las mitologías. ¿Quién no jugó a los antepasados alguna vez, a las prehistorias de su carne y su sangre? Yo lo hago muchas veces, y muchas no me disgusta pensarme judío. Se trata de una hipótesis haragana, de una aventura sedentaria y frugal que a nadie perjudica, ni siquiera a la fama de Israel, ya que mi judaísmo  era sin palabras, como las canciones de Mendelssohn.
Crisol, en su numero del 30 de enero (1934), ha querido halagar esa retrospectiva esperanza y habla de mi ”ascendencia judía maliciosamente ocultada” (el participio y el adverbio me maravillan).
Borges Acevedo es mi nombre.  Ramos Mejia, en cierta nota del capitulo quinto de Rosas y su tiempo, enumera los apellidos portenos de aquella fecha para demostrar que todos, o casi todos, “procedían de cepa hebreo-portuguesa”.
Acevedo figura en ese catalogo: único documento de mis pretensiones judías, hasta la confirmación de Crisol. Sin embargo,  el capitán Honorio Acevedo ha realizado investigaciones precisas que no puedo ignorar. Ellas me indican el primer Acevedo que desembarcó en esta tierra, el catalán don Pedro de Acevedo, maestre de campo, ya poblador del “Pago de Arroyos” en 1728, padre y antepasado de estancieros de esta provincia, varón de quien informan los Anales del Rosario de Santa Fe y los documentos para la historia del Virreinato-abuelo, en fin, casi irreparablemente español.
Doscientos años y no doy con el israelita, doscientos años y el antepasado me elude. Estadísticamente los hebreos eran de lo más reducido.
¿Qué pensaríamos de un hombre del año cuatro mil, que descubriera sanjuaninos por todos lados?
Nuestros inquisidores buscan hebreos, nunca fenicios, garamantas, escitas, babilonios, persas, egipcios, hunos, vándalos, ostrogodos, etíopes, dardanios, paflagonios, sármatas, medos, otomanos, beréberes, britanos, libios, cíclopes y lapitas.
 Las noches de Alejandría, de Babilonia, de Cartago, de Menfis, nunca pudieron engendrar  un abuelo, sólo a las tribus del bituminoso Mar Muerto les fue deparado ese don.
* Revista Megáfono, 3, Nro. 12, pág. 60, Buenos Aires, Argentina. Abril de 1934.

Borges volvería siempre a responder con contundencia cada vez que se cuestionó su posible ascendencia judía. Estudiosos aseveran que para él, la posibilidad de pertenecer al errante pueblo de Israel nunca supuso un motivo de ignominia o mancillamiento, sino por el contrario, una razón para el alborozo y el regocijo intelectual.
 Muchos años después, el 14 de enero de 1978, Borges en una entrevista publicada por el diario venezolano, El Universal, dijo esta frase que posteriormente no ha dejado de ser citada. expresó: “Siempre lamenté no ser judío”.

http://elcomandante.wordpress.com/2007/06/24/yo-judio-una-respuesta-genial-de-borges-al-antisemitismo/

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