LA DENOMINACIÓN PATAGONIA, EN UNA GUERRA COMERCIAL QUE SERÁ LARGA Y COSTOSA.
Los intereses de marcas chocan con la defensa de la indicación geográfica. Ni las empresas extranjeras ni las bodegas argentinas quieren ceder, aunque hay voluntad de diálogo. Cuál es el telón de fondo de la disputa.
Por Joaquín Hidalgo.
La Indicación Geográfica Patagonia es reconocida desde 2002 y ratificada en 2014 cuando un fallo federal sostuvo que no podía ser usada como marca comercial. Es decir, que ningún privado puede hacer uso exclusivo de ella en Argentina. Pero ahora los productores de la región enfrentan una situación más compleja en el plano internacional.
Dice Rubén Patriti, presidente de la cámara, en el comunicado: “Hace tiempo que estamos trabajando incansablemente para impedir que diversas empresas, entre las que se encuentran dos grandes compañías globales como Viña Concha y Toro S.A. de Chile y Patagonia Inc. (y su subsidiaria Patagonia Provisions) de los Estados Unidos, puedan registrar y utilizar la marca Patagonia en vinos en distintos mercados apropiándose del esfuerzo desarrollado por los productores de la región”.
En pocas palabras, lo que intentan las bodegas patagónicas es impedir que esas dos empresas usen comercialmente la marca Patagonia. En respuesta, Concha y Toro publicó también un comunicado donde sostiene que la compañía “posee el título de la marca Patagonia en distintas jurisdicciones, sin perjuicio de los derechos que terceros pudieron haber constituido con posterioridad respecto a la expresión Patagonia”.
La Cámara de Bodegas Exportadoras de la Patagonia Argentina está conformada por numerosas empresas, entre las que se encuentran: Bodega del Fin del Mundo, Viñedos de la Patagonia – Malma, Familia Schroeder, Grupo Peñaflor, Primogénito, Familia Aicardi, Humberto Canale, Fincas Patagónicas, Contra Corriente, Casa Yagüe, Miras, Noemia, Chacra, Aniello, Del Río Elorza y Bodega del Desierto.
Lo que está en discusión, para ponerlo en un marco amplio, es un problema universal en el mundo del vino: las marcas comerciales, propiedad de una compañía, versus las denominativas regionales, de uso común.
Algunos ejemplos de casos posibles sirven para abrir el juego de la discusión sobre Patagonia: los productores de Rioja España batallaron por La Rioja Argentina largo tiempo y esas dos Indicaciones Geográficas llegaron a un acuerdo de uso; en Mendoza, la marca comercial Gualtallary impide aún el uso de la denominativa Gualtallary como región; la marca comercial Chacayes habilitó el uso de la denominativa Los Chacayes para uso común siempre que se respete el origen de los vinos.
El quid de la cuestión Patagonia.
Es verdad que desde 2002 Indicación Geográfica Patagonia o Patagonia Argentina es un denominativo regional, inscripto conforme a la ley argentina. También es verdad que en 2014 la Cámara Federal de Apelaciones de General Roca, Río Negro, dictó una sentencia definitiva en la que se declaró la nulidad del registro de la marca Patagonia en el país. Y también es cierto que las bodegas de la Patagonia han batallado porque la marca sea de uso común, y de hecho el Instituto Nacional de Vitivinicultura ratificó en enero pasado todos los papeles en regla al respecto.
El asunto espinoso arranca cuando las marcas privadas, como la que tiene Concha y Toro y Patagonia Inc., poseen un registro anterior a 2002, como sucede en este caso.
Mientras esas marcas no estuvieron en uso o lo hicieron fuera del rubro 33 que es al que pertenece el vino, no hubo conflictos. Esa situación estaría a punto de cambiar, según lo que denuncian las bodegas de la región.
Más aún si esos vinos puestos a la venta no provienen de la Patagonia: sería por lo menos confuso para los consumidores y para el trade que coexistan una marca comercial Patagonia y una región Patagonia en las etiquetas y que no estén sujetas a un origen común.
En un mundo de buenas voluntades, esas marcas se retiran de uso o se llega a acuerdos que limitan los alcances (de hecho, Patagonia como marca de ropa outdoor nunca chocó con la Indicación Geográfica Patagonia, aunque ahora la misma empresa la usaría para un vino).
Ninguna de las partes quiere renunciar a su derecho –el de la propiedad de la marca por un lado y el denominativo regional por otro– y, en este punto de partida, aún no está claro qué camino seguirá el conflicto.
Hasta ahora los involucrados aseguran tener voluntad de diálogo. Mientras Cancillería Argentina y el INV aprestan sus argumentos a nivel internacional, los privados afirman su posición como propietarios de la marca y una cosa parece quedar clara: la batalla por la Patagonia será larga y costosa.
Publicado en Vinómanos.
Es periodista y enólogo y escribe como cata: busca curiosidades, experimenta en formatos y tiene una pluma capaz de desentrañar el secreto áspero del tanino o de evocar el sabor perdido de unas granadas en la infancia. Lleva más de quince años en esto. Lo leen en Vinómanos (plataforma que fundó en 2013) o bien en importantes medios nacionales, como La Nación Revista, La Mañana de Neuquén, Playboy y JOY, entre otros.
https://vinomanos.com/2022/03/identificacion-geografica-patagonia/
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
La diferencia de opiniones conduce a la investigación, y la investigación conduce a la verdad. - Thomas Jefferson 1743-1826.