La formación de Manuel Belgrano.
Belgrano tiene fama de ser un blandito pues su dulce voz (la que le deparará mil problemas) y su primer biógrafo (Bartolomé Mitre) desmerecieron quien verdaderamente fue; Lo ‘blandito’ viene a intentan justificar un modo de ver y hacer política que, por supuesto, Belgrano no era;
El más talentoso de los dirigentes surgidos de Mayo (acaso porque Castelli y Moreno no sobreviven ni dos años a esos hechos gloriosos) mezcla su capacidad de razonamiento e intelecto con sus corazonadas y valentía en combate;
El intelectual forjado en la Universidad de Valladolid en España, que le pide permiso a los Papas para leer los libros de la Ilustración o sobre los sucesos de la Revolución Francesa, contará de su paso juvenil en Europa, que se apoderaron de mi los ideales de la libertad y la justicia que se propuso llevar a cabo en su tierra americana; Se convierte en un doctrinario creyente de las verdades absolutas y se aboca a expresarlas en diarios por él editados o desde su puesto del Consulado (unas veces del recomendador sobre la economía americana)
De 1801 a febrero de 1810, Belgrano conspira contra el régimen español bajo el liderazgo de su primo hermano Juanjo Castelli, también el gran amigo de su vida; Pelea en las invasions inglesas, y es el único funcionario realista de renombre que se niega a jurar lealtad al rey inglés, cosa que hicieron el resto de los españoles en funciones de estado: Eso dividió a la sociedad porteña de sus autoridades encumbrando a sus tres jefes poderosos: El virrey del populacho, don Santiago de Liniers, el alcalde de Buenos Ayres y hombre más rico de la región, Martín de Álzaga, y el jefe de las milicias criollas, Cornelio Saavedra;
Belgrano no congenia con ninguno de los tres: A Liniers lo ve como un franchute antisocial; Desprecia a Álzaga, por negrero, y a Saavedra por ‘timorato’; Castelli, el mejor oyente de los espías ingleses, le pasa letra al oído: Ahora q no hay gobierno borbón en España, podemos usar a Carlota Joaquina, hermana de Fernando Vii, para desligarnos de Europa, ya que ésta vive en Brasil;
Belgrano le escribe con entusiasmo, pero sus cartas no encuentran respuestas: En la asonada de Álzaga (líder del partido sarraceno) contra Liniers (el de los regalistas) se mantiene neutral; Cuando Sevilla envía a Cisneros para solucionar los problemas políticos rioplatenses, Belgrano, y con él, Viamonte, Martín Rodríguez y Juan M de Pueyrredón instan a Liniers, primero, y a Saavedra, después, resistirlo; Enojado con el curso de los acontecimientos, abandona Buenos Ayres una temporada y se encierra en Mercedes, provincia oriental del Uruguay; Aquí conoce al ‘bandolero’ José Gervasio de Artigas, con el cual departe ideas políticas, y tienen un primer disenso: Artigas ha sido ganado por las ideas federalistas yanquis, Belgrano por las centralizantes francesas;
Al volver a Buenos Ayres, se le solicita que encabece los reclamos para la liberación del Puerto al comercio inglés: Belgrano pensaba que era una de las mejores maneras de terminar de socavar el poder hispano en América y presenta un memorandum; Como, siendo secretario del consulado que defendía el monopolio mercantil español no podía aparecer su nombre, le entregó los borradores al mejor abogado de la city porteña: Mariano Moreno;
Será Belgrano, entonces, el que le dirá a Castelli sobre las dotes de Moreno (A Castelli le parecía muy casto) y será su primo el que lo convenza a él, de contar con Saavedra contra Cisneros; Así los tantos, llegamos a mayo de 1810.
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