Se creó en 1967
Los secretos de la hamburguesa más famosa del mundo.
El Big Mac cumplió 50 años y detrás de ese redondísimo aniversario se esconde una historia tan sorpresiva como potente. Conocé sus principales hitos y perlitas.
Brand Studio para McDonald's
“Only 45 cents”. “Sólo 45 centavos”. Eso rezaba en abril de 1967 el primer aviso del Big Mac, una hamburguesa que nacía de la mente del empresario Jim Dellagati y que, vaya curiosidad, ni siquiera llevaba una foto o ilustración de la misma, apenas una acertada descripción de su “simple” idea: unir dos hamburguesas en una. El flyer, además, llevaba impreso un cupón de descuento con lo que los primeros comensales pudieron disfrutarla a sólo 29 centavos de dólar (poco menos de 8 pesos al cambio de hoy).
¿Alguien podría haber imaginado que esa hamburguesa se transformaría en el ícono que es hoy, que no sólo se instalaría en más de 100 países, representando el 15% de las ventas totales de la famosa cadena de hamburguesas, sino que además serviría de base para el índice económico con el que la revista The Economist contrasta el valor de las monedas extranjeras contra el dólar estadounidense? La respuesta claramente es no y mucha de esa originalidad y potencia recorre toda la historia de este verdadero fenómeno gastronómico.
Su creador, se ha dicho, fue Jim Delligatti, propietario de una de las primeras franquicias, ubicada en Uniontown, Pensilvania, del fundador de McDonald’s, Ray Kroc. Proactivos y visionarios, ambos hombres de negocios se habían conocido una década antes, cuando Ray hacía su habitual presentación de restaurantes en Chicago.
El éxito de aquella idea de Delligatti (cuya familia continúa operando restaurantes McDonald’s al día de hoy) fue tan inmediato y sorpresivo que el propio Ray no dudó en incluirla al año siguiente, 1968, en su menú nacional. Y para ello se creó un recordado comercial de televisión llamado “Big Attraction”, que mostraba una hamburguesa doble enorme que necesitaba una guía para destacar todos sus ingredientes. ¿Cuáles eran? Los mismos de hoy en día: dos hamburguesas de 100% carne, salsa especial, lechuga, queso, pepinillos, cebolla y pan con semillas de sésamo. El sándwich estaba envuelto en un papel encerado recubierto de papel de aluminio plateado y azul con un “cuello” de cartón (gran novedad) para que no se aplaste.
Y desde aquel entonces su expansión continuó sin pausa. En 1998, de hecho, la ciudad de Irwindale, en California, se convirtió en la «Capital del Big Mac», cuando una investigación reveló que sus residentes comían 337 Big Macs per cápita por año. En Alabama se había producido antes otro auténtico hito cuando el empresario Max Cooper (que llegó a tener más de 40 franquicias de McDonald’s en el sur de estados Unidos) creó un pegadizo jingle bautizado “Two all-beef patties” que resumía la composición del sándwich. La campaña desarrollada por Cooper incluyó además la promoción “Man on the street” que recompensaba a los clientes que pudieran cantar ese jingle correctamente en cuatro segundos o menos con un Big Mac sin cargo. Los resultados en muchos casos fueron hilarantes y llevaron a la compañía a realizar un recordado aviso radial con muchos de los bloopers surgidos en esa campaña. Tiempo después, esa misma idea fue llevada a la televisión en otro icónico spot.
Fuera de los Estados Unidos, el éxito del Big Mac también superó los límites de la imaginación. Fue Canadá, en 1968, el primer país en ofrecer su propio menú Big Mac y le siguieron otros como Holanda, Alemania, Guam, Japón y Australia hasta llegar a los más de cien países donde está presente hoy. ¿El último en incorporarlo? Kazajstán, el 8 de marzo de 2016.
Publicado en Diario "Clarín", 6 de agosto de 2018.
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