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...." el pueblo recoge todas las botellas que se tiran al agua con mensajes de naufragio. El pueblo es una gran memoria colectiva que recuerda todo lo que parece muerto en el olvido. Hay que buscar esas botellas y refrescar esa memoria". Leopoldo Marechal.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.
“Amar a la Argentina de hoy, si se habla de amor verdadero, no puede rendir más que sacrificios, porque es amar a una enferma". Padre Leonardo Castellani.

“
"La historia es la Patria. Nos han falsificado la historia porque quieren escamotearnos la Patria" - Hugo Wast (Gustavo Martínez Zuviría).

“Una única cosa es necesario tener presente: mantenerse en pie ante un mundo en ruinas”. Julius Evola, seudónimo de Giulio Cesare Andrea Evola. Italiano.

miércoles, julio 03, 2024

Manuel Belgrano, un hombre de vida interior. Por Germán Masserdotti.

 

Manuel Belgrano, una de esas personalidades con vocación pública de nuestro país –que no abundan mucho, dicho sea de paso, aunque haya muchos políticos–, suele ser conocido por sus acciones relevantes inscriptas en la historia nacional argentina. Belgrano ha sido secretario del Consulado de Buenos Aires, jefe militar, diplomático, periodista y otras tantas actividades vinculadas a la cosa pública. ¿Quién no recuerda, por ejemplo, su participación en Mayo de 1810, en las campañas al Paraguay y al Norte, la creación de la Bandera Nacional, sus misiones diplomáticas en Europa, su afán por la educación popular, sus sacrificios por la Patria incluso a costa de su salud y de su patrimonio y un largo etcétera?

Sin embargo, en el caso de Belgrano como en el de otros patriotas argentinos, nos quedaríamos cortos si solamente reparásemos en esa vida pública, en algún sentido, exterior. Convendría preguntarse lo siguiente: ¿cómo explicar más de una acción heroica de la cual fue protagonista Belgrano? ¿Bastaría con la sola referencia a los estímulos exteriores que le reclamaban, por cierto, actuar y, con frecuencia, rápidamente?

Aquí es donde es necesario recurrir a otra argumentación a efectos de comprender mejor la vida de un hombre con vocación pública. Nada de lo mencionado arriba podría haber resultado posible sin la debida reflexión y, todavía mejor, la vida interior.

FRAGMENTO EPISTOLAR.

En este sentido, hay un fragmento antológico del epistolario que puede servir como muestra de la fibra espiritual con la que estaba hecho Belgrano.

En una carta del 19 de octubre de 1814, Belgrano le escribe a Tomás de Anchorena: “¿Para qué da lugar V. a ideas tristes? mucho tiempo ha, me propuse libertarme de ellas, y jamás les doy entrada en mis mayores apuros; los que creemos que hay una Providencia, y que ésta todo lo dispone, veremos adelantado cuanto hay para no admitir la tristeza entre nosotros; ¿a qué anticiparse los males? con demasiada aceleración vienen a nosotros; resignarse a recibirlos con tranquilidad, y conseguir ésta en las mayores tempestades, debe ser nuestro principal estudio; que nos entristezcamos, o nos alegremos, la mano que todo lo dirige, no por eso ha de variar: esta es una verdad evangélica, ¿y en tal caso no es mejor alegrarse? adopte V. este sistema que no es el de los iluminados, y sus momentos se harán más llevaderos; demasiados males físicos padecemos, dejemos los morales a otros”.

El fragmento citado merece diversos comentarios. Señalaré algunas ideas. Belgrano sabe de las luchas interiores que son principales, además, respecto de las exteriores: “mucho tiempo ha, me propuse libertarme de ellas [las ideas tristes], y jamás les doy entrada en mis mayores apuros”. La confianza en la divina Providencia es el mejor remedio contra la tristeza: “los que creemos que hay una Providencia, y que ésta todo lo dispone, veremos adelantado cuanto hay para no admitir la tristeza entre nosotros”. Uno de los ejercicios espirituales es “resignarse a recibirlos [los males] con tranquilidad, y conseguir ésta en las mayores tempestades” lo cual debe ser “nuestro principal estudio”. Existe la divina Providencia, por eso hay más razones para alegrarse que para entristecerse. Realismo belgraniano –tan frecuente también en otros temas–: “adopte V. este sistema que no es el de los iluminados, y sus momentos se harán más llevaderos; demasiados males físicos padecemos, dejemos los morales a otros”.

Con sus dichos, que revelan algo de su vida interior, Manuel Belgrano nos brinda una preciosa lección a los argentinos de hoy: debemos confiar el destino de nuestra querida Patria a la divina Providencia sin entristecernos por los males que la aquejan y que parecen obrar su ruina. Antes bien, debemos alegrarnos no obstante las tribulaciones que nos tocan vivir.

Hombres con vida interior como Manuel Belgrano son los verdaderos protagonistas de la historia. Así como la boca habla desde la abundacia del corazón, otro tanto puede decirse respecto de la edificación de la ciudad o vida política. Los hombres de vida interior cimentada en la concepción cristiana de la vida y el sentido común con vocación pública como Belgrano son lo que engrandecen auténticamente a la Patria.

Publicado en LA PRENSA.

https://www.laprensa.com.ar/Manuel-Belgrano-un-hombre-de-vida-interior-546621.note.aspx

martes, julio 02, 2024

Había una vez… un soldado.

 

Por Franco Ricoveri.

En realidad, había muchos soldados. ¡Ni sé decirles cuántos teníamos! A todos los argentinos, llegado los 18 años, nos tocaba “servir a la Patria” haciendo el Servicio Militar. Nos decían “colimbas”.
Primero nos daban un número por sorteo y, después, según las necesidades nos repartían: al Ejército, la Marina o la Fuerza Aérea. De allí podías ir a parar a cualquier lugar del país. Era fuerte, porque para muchos era la primera vez que nos íbamos de nuestras casas. Para la mayoría fue un momento inolvidable de sus vidas.

FORMACIÓN.
La idea, si bien no era original ya que muchos ejércitos del mundo tenían ese sistema, era especialmente inteligente gracias al General Riccheri quien la llevó a la práctica. No solamente apuntaba a tener gente en las Fuerzas Armadas, sino también ir dándoles algún tipo de formación para el día de mañana. Patriótica y práctica, las dos.
Por de pronto, como les decía, muchos vivirían en lugares distantes. Se formaron pueblos por la Patagonia, por el Norte, en la cordillera, lugares difíciles. Se juntaban muchachos muy distintos y nacía siempre una sana camaradería, amistades que durarían todo la vida. Muchos aprendieron a leer o un oficio. Pero sobre todo se buscaba hacer hombres de provecho, porque con disciplina, los soldados vivían por unos meses “bajo bandera” y al servicio de la Patria, conocían su tierra, su gente.
-¡Qué lindo que suena, abuelo!
-Habría que aclarar que en estas cosas todo éxito depende de un buen jefe, de un líder, dicen ahora. Riccheri debía tener esa pasta, tanto que fuera del Ejército, volcó sus fuerzas a algo no del todo distinto, fue el segundo Jefe Scout de Argentina. El primero había sido el Perito Moreno, otro prócer del que les tengo que hablar en algún momento.
Riccheri, como hijo de inmigrantes, sabía que era necesario amar a la propia tierra y para amarla, había que conocerla. Y la idea funcionó bastante bien, aunque después el espíritu fue decayendo ante todo por falta de inteligencia rectora y la decadencia del país. Cuando no se tiene claro el “para qué se hacen las cosas”, terminan muriendo. Así pasó, porque no hubo muchos ‘Riccheri’. Pero lo que tuvo de bueno te lo cuento con una historia, la de mi amigo “Monchito, el mencho”…
-Ja, parece un juego de palabras…
-Ramoncito Sosa era peón de estancia formoseño, les dicen “menchos” por allá. Analfabeto, pobre, pero noble como el que más. Llegamos juntos al batallón. Era un chico fresco, sencillo, buen cantor, con una voz que le salía franca como su alma. Creo que nuestro Don Martín Miguel lo hubiese tenido a su lado sin dudarlo. Se hubiesen reído juntos. Eso sí, rústico, elemental.
Una vez que tuvimos Misa (lamentablemente no era común), me preguntó qué eran ‘las pastillitas’ que repartían en la comunión. Recuerdo darle unas clasesitas de catecismo y ver su cara asombrada oyendo hablar de Dios y su Omnipotencia: ‘¿Dios lo puede todo? ¿Si quiere una caja llena de oro la tiene?’ Fue su comentario textual, abriendo sus ojos… Para él todo era un maravillarse, hasta de lo cotidiano… ¡Nunca había salido de sus pagos! La comida que nosotros despreciábamos, para él era la mejor que había conocido… Uno de sus orgullos era haber sido vecino, medio primo, del soldado Hermindo Luna, el que fue asesinado por los montoneros defendiendo su cuartel.
-¿De qué me hablás?
-Ay, perdóname… En dos palabras, por esos tiempos existían varios grupos de terroristas que querían tomar el poder sembrando terror, asesinando, secuestrando, poniendo bombas. Uno de ellos quiso copar un Regimiento en Formosa, mató muchos soldados y varios civiles y, cuando le dijeron al soldado Luna que se rinda, éste contestó: ‘¡Aquí no se rinde nadie, mierdas!’. Y como tenía razón, lo asesinaron con una ráfaga de ametralladora. De esa sangre era Monchito. Hubiese sido un héroe de la Independencia, o en Malvinas…. Seguro. Capaz de jugarse el cuero por su bandera, por un camarada y sin dudarlo. De ir al combate, lo hubiese querido tener a mi lado. ¡Esa es nuestra gente! Y de eso yo me di cuenta allí, gracias a que fui soldado… Quizás nunca lo hubiese sabido de no conocerlo al Monchito. Creo que para él su vida de soldado fue una marca profundísima. El que conocí el primer día no tenía nada que ver con el que se fue, un año después. Aunque pienso a veces que habría que haberle dado más de lo que recibió: San Martín no le hubiese soltado la mano. Murió tontamente en un accidente al poco tiempo de terminar su servicio militar. Seguro que Dios puso en su pecho la medalla que merecía, con sus colores: celeste y blanco… Y me imagino con qué orgullo me la va a mostrar el día en que nos reencontremos.

Publicado en LA PRENSA.

lunes, julio 01, 2024

“LA TERCERA POSICIÓN DOCTRINARIA. Fragmento de “La Fuerza es el derecho de las bestias”.

“LA TERCERA POSICIÓN DOCTRINARIA.
Fragmento de “La Fuerza es el derecho de las bestias”.

Para nosotros los justicialistas el mundo se divide hoy en capitalistas y comunistas en pugna: nosotros no somos ni lo uno, ni lo otro. Pretendemos ideológicamente estar fuera de ese conflicto de intereses mundiales. Ello no implica de manera alguna que seamos en el campo internacional, prescindentes del problema.
Pensamos que tanto el capitalismo como el comunismo son sistemas ya superados por el tiempo. Consideramos al capitalismo como la explotación del hombre por el capital y al comunismo como la explotación del individuo por el Estado. Ambos “insectifican” a la persona mediante sistemas distintos. Creemos más; pensamos que los abusos del capitalismo son la causa y el comunismo el efecto. Sin capitalismo el comunismo no tendría razón de ser, creemos igualmente que, desaparecida la causa, se entraría en el comienzo de la desaparición del efecto.
Esto lo hemos probado durante los ocho años de nuestro gobierno en que, el Partido Comunista en nuestro país, alcanzó su mínima expresión. Para ellos nos bastó suprimir los abusos del capitalismo procediendo por evolución en los sistemas económicos y sociales.
Es indudable también que esta revolución reaccionaria (la llamada Revolución Libertadora), al destruir parte de nuestras conquistas y volver a los viejos sistemas, traerá consigo un recrudecimiento del comunismo en la Argentina. El comunismo es una doctrina y las doctrinas sólo se destruyen con una doctrina mejor. La dictadura militar con su sistema de fuerza y arbitrariedad pretenderá destruir con la fuerza lo que es necesario tratar con inteligencia. Ni la policía, ni el ejército son eficaces en este caso. Una justicia social racionalmente aplicada es el único remedio eficaz y, los militares entienden muy poco de esto. Menos entenderán aún estando como están en manos del más crudo reaccionarismo conservador y clerical.
Nuestra doctrina ha elaborado consecuentemente con la concepción ideológica toda una técnica de lo económico y lo social, como asimismo en lo político.
En lo económico abandonamos los viejos moldes de la “economía política” y los reemplazamos por la “economía social” donde el capital está al servicio de la economía y ésta al del bienestar social. En lo social el justicialismo se basa en la justicia social a base de dar a cada individuo la posibilidad de afirmar su derecho en función social. Se capitaliza al Pueblo y se da a cada uno la posibilidad de realizar su destino, de acuerdo a sus calidades y cualidades, dentro de una comunidad que realiza a sí mismo por la acción de todos. En lo político buscamos congruentemente, el equilibrio entre el derecho del individuo y el de la comunidad.
Yo puedo afirmar que el pueblo Argentino es justicialista y que las conquistas alcanzadas no pueden ser destruidas por la reacción. Nuestra doctrina sólo podría ser superada por otra doctrina mejor y, en la reacción, no veo hombres capaces de construir nada permanente.
En cambio creo que la lucha se ha desencadenado en el Pueblo argentino, a raíz del establecimiento de la dictadura militar oligarco-clerical, será una tonificación para nuestro movimiento justicialista. La historia prueba que las doctrinas, para triunfar, necesitan ser combatidas. Ello las fortalece y las extiende. Si los cristianos no hubieran sido arrojados al circo, quizá el cristianismo no habría llegado al siglo XX.
Nuestro movimiento es doctrinario. Podrán destruir nuestras estatuas y aun nuestras instituciones, pero, no lograrán neutralizar los sentimientos y la convicción de muchos millones de justicialistas convencidos, místicos y aun fanáticos.»

Juan Domingo Perón.

Donde la tierra no es tierra nomás. Por Jorge Castañeda.

 

Donde la tierra no es tierra nomás.

Para los viajeros atentos que transitan por la región sur, barrida por vientos, el paisaje es mucho más que eso. Quien sabe ver encontrará la cabeza barbada de Somuncurá, o a la madre e hijo de piedras que la leyenda atribuye a Elenghasen, un ser terrorífico que petrifica seres.


La región sur de la provincia de Río Negro es una comarca barrida por grandes vientos que al lado de las vías férreas va hilvanando un puñado de pueblos cuyos pobladores resisten con paciencia todas las vicisitudes que la vida cotidiana impone.

Pero podemos afirmar que ellos son la reserva moral de todo un país porque viviendo en esos olvidados parajes tienen de su Patria “una idea de limpia grandeza”, al decir del escritor Eduardo Mallea.

Por eso, en su imaginario, conviven con mitos y leyendas, mediante las cuales tratan de encontrar una explicación a los viejos interrogantes de la vida.

Entre ellos, a los mitos me refiero, está el de Elenghasen, ese ser terrorífico del panteón tehuelche (o el collón entre los mapuches) que tiene el poder de petrificar niños, objetos y personas a su antojo. Sería asimismo el padre de las pinturas rupestres y los objetos líticos como puntas de flecha, trahuiles, raspadores, morteros y otros utensilios similares.

Si el viajero atento y curioso cuando transita por la meseta de Somuncurá o la ruta 23, observara con detenimiento el paisaje que lo rodea vería cosas sorprendentes. En cambio, para el timorato que solamente mira sin ver al decir de Atahualpa Yupanqui “la tierra es tierra nomás”.
Allí arriba en la azulada extensión de la gran meseta de Somuncurá, esculpida entre pedreros, tunales y coirones, mirando hierática el horizonte donde pastan la guanacada y los pilquines merodean entre las rocas, esta ella: la cabeza barbada de Somuncurá.
¿Qué raro misterio la rodea? ¿Qué mano genial la dejó esculpida para toda la eternidad? ¿O acaso –dicen los más crédulos- era la testa de un criancero que se burló a risotadas de Elenghasen y por eso la deidad lo dejó tallado para siempre?
Y si el viandante acaso recorre la Ruta Nacional N° 23, allí sobre la margen derecha, a 15 kilómetros de Pilcaniyeu, encontrará estupefacto a una madre con su hijo alzado convertidos ambos literalmente en piedra. ¿Los habrá secuestrado Elenghasen para dejarlos allí para siempre como testimonio de su fantástico poder?
Si, Atahualpa, “para el que mira sin ver la tierra es tierra nomás”.
*** Publicado en LA PATAGÓNICA del Diario Río Negro.
Domingo 30/6/2024.

SE CUMPLIERON 150 AÑOS DE SU NACIMIENTO. Don Ramiro de Maeztu, un mártir olvidado.

 

POR ANTONIO CAPONNETTO.

En el pasado mes de mayo se cumplieron 150 años del nacimiento de Don Ramiro de Maeztu, varón ejemplar si los hubo, de aquello que insistimos en llamar Madre Patria o Patria Originante. Prevaleció el olvido hiriente, la desaprensión imperdonable, la ignorancia culposa de su figura. Por eso nos ha confortado tanto recibir el obsequio de nuestro joven y emprendedor amigo, Francisco de Asís Gamazo, miembro destacado de la Asociación Cultural Luz de Trento y de la Asociación Jóvenes por España. El obsequio mentado es un libro reciente y desconocido del mismísimo Maeztu, que lleva el desafiante y promisorio título de ¡Santiago y cierra España!. Dios premie a quienes lo hicieron posible. De un modo particular a José Javier Esparza, quien prologa las páginas.

Para hablar de Maeztu hay que empezar por el principio; y ese incipit, para un católico, no puede ser sino su muerte mártir, que lo condujo derechamente al Divino y Eterno Comienzo.

Si tenemos legítimamente por veraces las palabras finales que se le atribuyen a nuestro arquetipo, antes de recibir los perdigones homicidas de los rojos, algún espíritu superficial podría sostener que las susodichas palabras no se han cumplido. En efecto, he aquí el postrero alegato: “Vosotros no sabéis porqué me matáis; yo en cambio sí sé porque muero: para que vuestros hijos sean mejores que vosotros”. Los hijos de aquellos criminales hoy son poder en España, y bajo su tiranía oprobiosa, España se ha traicionado a sí misma sin honor ni respeto. Pero sería impropio e injusto quedarse con esta única filiación presente de aquellos progenitores victimarios. Hay otros críos leales del león hispánico, nos recordaría Rubén Darío. Por eso los segadores no han vencido ni vencerán del todo. Ni menos al final de la Final Contienda.

MIRADA BIOGRÁFICA.

Para entender a Maeztu se lo puede abordar biográficamente. No como cronología –allí están para quienes se interesen, las difundidas “Tablas Cronológicas” de Dionisio Gamallo Fierros, o los apuntes siempre cálidos de su hermana María- sino como itinerario espiritual, como camino de perfección, diríamos más ascéticamente. En este sentido, la vida de Maeztu es un dechado nítido de que para el cristiano también la propia y personal historia es más regreso que progreso; o mejor aún, que el progreso consiste en regresar, en volver por el Germen Inaugural, en culminar la parábola y retornar a la Casa del Padre.

Es que Maeztu, como todos, fue fruto y consecuencia de su ambiente y de su tiempo: una nación que se quebraba y reducía territorialmente, y el furor iconoclasta y nihilista con que aquella generación vivió ese tránsito complejo al siglo XX. Si su hogar lo marcó con una crianza en la que se entremezclaron el españolismo decimonónico y el talante aristocrático y religioso británico, recibido a través de su madre, sus numerosos viajes y contactos por Europa y por América, lo rodearon de influencias que no siempre supo ordenar.

La izquierda suele reivindicar su período 1897-1904, o el fabianismo y el guildismo de los años 1905 a 1916, o las inclinaciones kantianas en sus visitas juveniles a Alemania, pero no hay con qué sostener definitivamente esta hipótesis. Da pena, por ejemplo, ver los esfuerzos de un Edward Inman Fox en tal dirección. Porque Don Ramiro, aún entonces, veía más de lo que miraba, dejaba entreleer más de lo que escribía y callaba lo mejor –rumiándolo en silencio- para otorgárnoslo a su hora. Entregó temporariamente al error sus corazonadas más que su entendimiento; y la inteligencia lo salvó del naufragio devolviéndole el ritmo exacto a sus corazonadas.

Por eso él no gustaba hablar de conversión -y la palabra, en rigor, no le cabe- pero nos dejó narrados en varios pasajes, principalmente en los de su Autobiografía, el encendimiento de fervores que lo recondujo a Jesucristo, en plenitud de entrega y de servicio. Por sensibilidad genuina ante los problemas sociales (culposamente ausente hoy en quienes gobiernan) abrevó en la Doctrina Social de la Iglesia; por lealtad a la Iglesia se enraizó aún más en las esencias de la patria; y por ese amor lacerante a la patria se consagró entero al amor de Dios. Peregrinar de virtudes, su camino, parece ir de la caritas a la pietas, y desde aquí a la Fe, en un trazo vacilante a veces, pero con la belleza de las líneas rectas que parecen buscar el infinito.

MIRADA BIBLIOGRÁFICA.

En segundo lugar, a Maeztu, se lo puede encarar bibliográficamente. No como catalogación de títulos, por cierto, sino como radiografía de una docencia que ganó en fecundidad y en discípulos en la medida que se hizo menos novedosa; esto es, menos subjetiva y más expresión de verdades perennes. Y que ganó en resonancia y reverberación cuanto mejor se hizo eco o repique de la música antigua y sacra de la Sabiduría. Esa que él entonó con carácter notable, con actitud hímnica; admirable concordia entre lo lírico y lo épico. La gran herencia maeztusiana es el símbolo convocante de la Tradición. El estilo es el hombre; ya se sabe. Él y la Tradición cruzaron caminos convergentes por el puente del estilo. Desde entonces, decir maeztusiano, como decir quijotesco, es una categoría que define y califica.

Pero este acercamiento bibliográfico que mentábamos, es una tarea ímproba, tanto por la fecundidad de lo que ha producido como por lo que sobre su obra convocante se sigue publicando. Desde su primer artículo en El Porvenir Vascongado, en 1896, hasta el último dirigido a La Prensa de Buenos Aires, en el año de su muerte, don Ramiro no dejó de escribir. Cuando Vicente Marrero –sin duda su mejor biógrafo- se hizo cargo de dirigir la edición de sus obras completas en Editora Nacional primero, y en Rialp después, el plan comprendía treinta volúmenes, sin dejar de ser antología. La exhumación total de sus páginas aún no ha concluido, y no le han faltado en justicia quienes se ocuparan de ellas. Como estos camaradas españoles de Luz de Trento, que mentábamos al principiar la nota.

Es que Maeztu escribía como un hábito incesante, como una disciplina espiritual severamente reglada; pero escribía también como una prolongación de su buen combate y casi como una lid intensa sin tregua alguna posible. Su prolificidad era su modo de acometida y su carga a fondo, y al igual que Job, podría haber repetido cada mañana: “¡Quién me diera que mis palabras se escribiesen! ¡Quién me diera que fuesen consignadas en un libro!” (Job, 19-23).

De la vigencia de sus letras es una nueva y patente prueba la obra ya citada ¡Santiago y cierra España!. Allí, verbigracia, en el capítulo “El fracaso de la libertad”, se afirman ideas que parecen escritas para este aciago aquí y ahora del ideologismo liberal opresivo. “La libertad –nos dice- no es en sí misma principio positivo de organización social. Hablar de una sociedad cuyos miembros tengan la libertad de hacer lo que quieran es una contradicción en los términos mismos. La libertad en este sentido no constituiría sociedad alguna [...]. Es una extraña superstición hacer creer a tantas gentes que la libertad les da derecho legítimo a negarse a desempeñar función alguna necesaria a la sociedad a la que pertenecen”. Pues en esta superstición se nutre la “peste perniciosíma del liberalismo”, como lo retrató Pío IX.

Alguien podría argumentar que los escritos de Maeztu no son más que una sucesión de notas periodísticas y por ello mismo marcados con el sello de lo contingente o efímero. Él mismo pareció responder esta objeción, cuando hacia 1931, con ocasión de recibir el Premio Luca de Tena, declaró en un reportaje que coincidía con los germanos en la distinción entre “también periodistas” y “sólo periodistas”, situándose con sencillez en este último rubro. Creemos que es exactamente al revés: sus escritos periodísticos no son sólo éso. Plausibles u objetables esa es su característica común. Pero además, Don Ramiro, no consideró igualmente importantes todas sus hojas. Deseó sin poses ni falsas modestias, sino con el dolor sincero del arrepentimiento, que una parte de ellas fuesen olvidadas y quemadas; y creyó genuinamente que su mensaje podría reseñarse en pocos pero capitales párrafos. No era un desplante esteticista ni un juego borgiano. Era el fruto de su metanoia, en el sentido más empinadamente teológico del término.

LEGADO DE UN CONVERSO

¿Cuál su legado, su cesión o encomienda, a siglo y medio de su natalicio? Sería aventurada una síntesis –al menos hecha por nosotros- pero se nos permitirá acercar una respuesta posible. El gran legado de Ramiro de Maeztu es la Hispanidad.

No siendo su pluma, haría falta para explicárnosla, la de Zacarías de Vizcarra, Eugenio Montes, Agustín de Foxa o la de nuestro Braulio Anzoátegui. Pero al no ser posible el milagro de que aunadas las suyas sustituyan a este calamo currente, digámoslo con la imperfección del caso. La Hispanidad que amó y defendió Maeztu, y por la cual vertió su sangre, no es una categoría étnica ni geográfica; no es siquiera enteramente una cuestión política, aún conteniendo como contiene el justiciero y necesario elogio de la monarquía. Poco tiene que ver tampoco su planteo de fondo con cuestiones geoestratégicas o de posicionamiento hemisférico. No es la España moderna la que lo desvela, crecida al calor de la Revolución Mundial Anticristiana, con todas sus etapas antañonas y actuales, pero todas inicuas. Ni es el borbonato de ayer remozado hoy, pero siempre ahíto de felonía y de ultraje, de masonismo y de apostasía, de “taberna al final de una noche crapulosa”. Al contrario, contra todo esto y tanto más lidió heroicamente Don Ramiro.

Su Hispanidad, que quiere ser la nuestra, es la Christianitas Hispánica, la corporización en tierras ibéricas del “¡Id y predicad!”, del “¡Bautizad y convertid!”; es la consumación del mandato y de la misión confiados por Nuestro Señor a Santiago Apóstol; es uno de los nombres de Cristo, diría Fray Luis de León, hablando analógicamente. Porque las tres cosas que más amaba Jesús las repartió en vida y en agonía a quienes alta y superior confianza les tenía. A Pedro le dejó Su Iglesia, a Juan le dejó Su Madre y a Santiago le dejó Su España. Un nombre que debe proferirse y pronunciarse aunque sea en el exilio de los nombres al que nos tiene sometido el Innombrable.

LA HISPANIDAD.

La Hispanidad, entonces -y entiéndase que estamos abreviando- es una cuestión teológica, no ideológica; de índole mistérica y no problemática, de condición y no de situación, misional y no coyuntural, ontológica, no fenomenológica y, por lo tanto, plenamente inteligible sub specie aeternitatis. Negar la Hispanidad, mediatizarla o subalternizarla, abdicar de ella, abjurar de nuestra savia es, en ultimísima instancia, renegar de Cristo y protestar de espaldas a Él. Asumir en cambio la Hispanidad como proyecto posible, regenerador y unitivo, ante las amenazas de enemigos reales y poderosos, es ser. Por eso gustaba repetir Maeztu aquello de que ser es defenderse. Ser es afianzar lo propio frente a las extranjería del alma y la barbarie del espíritu.

Por no entender cabalmente este concepto clave del pensamiento maeztusiano, es que parecen querer oscurecer el horizonte actual de nuestra causa por lo menos dos grupos estrafalarios de ideólogos. Uno se jacta de apatridismo, amañando citas de los Padres y de Santo Tomás de Aquino, para justificar lo injustificable. Son unos pusilánimes. Forman ese partido de los intelectuales o devotos, que desenmascaraba Peguy; y que se caracterizan por creer que son de Dios porque no se atreven a batallar en el mundo. No aman a nadie, pero se consideran monopolizadores del amor a Dios. El otro bando lo constituyen ciertos enajenados mitómanos que, en el afán indiscriminado de condenar la totalidad del proceso independentista americano, sin separar el trigo de la cizaña, lo lícito de lo espurio, incurren en la hybris del malvado Tersites, que osó insolentarse contra los héroes. Son, redondamente, una reata de mentirosos.

De allí que resulte tan importante conocer el ideario de Don Ramiro sobre la Hispanidad y sus frutos en América. Ese “ser es defenderse”, que él nos pidiera, lo veía realizable en la unión del logos con el coraje. Por eso despreciaba a los intelectuales sin valor y a los valientes sin intelecto. Por eso hizo de su vida de soldado una prefiguración de su lucha metafísica, y de ésta un acuartelamiento en la Verdad. Y por eso, tal vez, cuando lo asesinaron, se le podría haber aplicado el juicio de Ortega ante el asesinato de otro Ramiro: Ledesma Ramos; y era tal juicio decir que “habían matado a un entendimiento”. Podría acotarse asimismo que mataron a un arrojo, pues ambas cualidades lo definían. Razón y Pasión por Dios y por España.

Ahora sí cobra mayor sentido que retomenos el comienzo de esta nota. Sus hidalgas palabras finales no han dejado de cumplirse, ni él ha dejado de pronunciarlas. Cuando los tiros rencorosos de los comunistas acabaron con su vida, por las calles y los caminos y los paisajes de España prometía clarear la Hispanidad, se juraba devolver la risa de la primavera, y caer en donde Dios lo ordenara, con la camisa azul, la boina roja o la guerrera caquiverdosa de los novios de la muerte. Eran “los hijos” que habían aprendido a ser mejores.

“España es una encina medio sofocada por la yedra”, comienza su célebre Defensa de la Hispanidad. Hoy -nos parece que así lo diría- la yedra ha sofocado a la encina y casi no se la puede reconocer ni ver a España. Cuando el Señor de los Ejércitos disponga podadores que limpiando la fronda horrible permitan ver de nuevo –aquí y allá- el rostro de la Hispanidad; cuando los nuevos y fecundos hijos recuperen con sangre y sones de Cruzada la filiación traicionada, se cumplirán una vez más, redondamente, sus palabras echadas al rostro vil de sus verdugos; y podremos evocarlo victorioso con los versos de Pemán:

“Ramiro de Maeztu,

Señor y Capitán de la Cruzada:

¿dónde estabas ayer, mi dulce amigo,

que no pude encontrarte?

¿Dónde estabas?

¡Para haberte traído de la mano,

a las doce del día, bajo el cielo

de viento y nubes altas,

a ver, para reposo de tu eterna inquietud

tu Verdad hecha ya vida

en la Plaza Mayor de las Españas!”.

 Publicado en LA PRENSA.

https://www.laprensa.com.ar/Don-Ramiro-de-Maeztu-un-martir-olvidado-546433.note.aspx

¿Qué pensaba y de qué hablaba Perón en los meses anteriores a su muerte?


¿Qué pensaba y de qué hablaba Perón en los meses anteriores a su muerte?

Por Aldo Duzdevich.

Este 1° de julio se cumplen 50 años de la muerte de Juan Domingo Perón. La Biblioteca del Congreso va a publicar discursos de sus últimos meses de vida como Presidente.


La Biblioteca del Congreso de la Nación viene realizando un trabajo de recopilación de discursos de Perón de distintos años. Este año va a publicar los de 1974 en sus últimos meses de vida como Presidente de la Nación. He tenido acceso al borrador de dicho trabajo que reúne 67 textos entre discursos, reportajes y cartas.

Uno de los paradigmas construidos por la izquierda y la academia, es la del último Perón malo. El Perón manipulado por un entorno esotérico, que traicionó a los jóvenes, y/o en la mirada mas indulgente, la del anciano lelo que tenía pocas horas de lucidez por día.

Los hechos son, que en medio de una situación de permanente violencia política impulsada por la guerrilla y por algunos sectores de ultraderecha, la mente de Perón volaba a kilómetros luz del club de la pelea. Su pensamiento estaba en resolver los problemas de ese presente, pero con la vista puesta en los grandes desafíos del futuro del mundo, la integración continental y universal, el problema ecológico, las nuevas tecnologías, la disputa por las materias primas. Temas, que hoy son comunes, pero en 1974 abordaban muy pocos hombres de estado del mundo.

El 7 de febrero ante una delegación de trabajadores extranjeros reflexionó: “De modo que ya ha pasado el tiempo de pensar en pequeño. Ahora hay que pensar en grande. Las circunstancias que vienen desarrollándose en la evolución que el mundo sufre en estos momentos ha de hacernos ver la vida cósmicamente, y no en el estrecho límite de las pequeñas cosas. Hay que tener un concepto cósmico de la vida. Porque así es el problema que se presenta".

Cuando uno lo escucha o lee, nada induce a pensar en un anciano con pocas luces, sino exactamente lo contrario, es la voz de un estadista que desborda energía y sabiduría. Incluso si escuchamos hoy, su ultimo discurso del 12 de junio ante una multitud en Plaza de Mayo, nada hace pensar que ese hombre iba a fallecer veinte días después.

Como es imposible transcribir o resumir sesenta y siete declaraciones y discursos, hice una selección de párrafos por temas, indicando solamente la fecha, para que esto sea una nota periodística y no un libro, que van a poder leer completo en la web de la Biblioteca del Congreso.

Advierto que es una nota larga. Me costó cortarlo a Perón tantas veces, y comprimí lo mas que pude. Diría que es una nota para tener de consulta y que debería leer al menos una vez, la dirigencia peronista por obligación y la dirigencia no peronista por curiosidad.

El Universalismo.

(05-02-74) “ Nosotros pensamos ya en un sistema futuro, universalista. No creemos en la posibilidad de un mundo que viva dividido y enfrentado como el actual. (…) Hoy los hombres deben comenzar a pensar que somos todos hermanos y que debemos defendernos todos contra un destino común, que avanza peligrosamente hacia el año 2000.

“Debemos recordar que, en este mundo, que tiene tres mil quinientos millones de habitantes, la mitad de su población está hambrienta. ¿Cómo será, entonces, el año 2000 cuando el mundo tenga seis, siete u ocho mil millones de habitantes? (…)

“Ya no se puede hablar de fronteras; en este momento hay que hablar de la Tierra. El hombre se va a dar cuenta, con el tiempo, de lo tonto que ha sido al luchar durante siglos matando a millones de hombres para defender unas fronteras que sólo estaban en su imaginación.” (...)

“Pero hay una solución geopolítica y ésta consiste en ponernos todos de acuerdo para producir más, en utilizar con mayor mesura los medios que la tierra nos ofrece para vivir,(…) los hombres pueden ser felices si se les quita esa ambición que el mercado de consumo les está imponiendo. Pensemos que, de lo contrario, estaremos, como estamos, despilfarrando los medios que la naturaleza ha puesto en nuestras manos para sobrevivir.”

Acuerdo universal para la preservación ecológica de la tierra.

(20-01-74) “Pienso que se ha iniciado recién en el mundo una crisis, crisis que responde nada más ni nada menos que a los graves errores cometidos en el mundo tecnológico del siglo XX. Han destruido la tierra, están convirtiendo la tierra en basurales, en cloacas los ríos, no hay agua potable, el oxígeno se va también enrareciendo porque han cubierto el mar, que es liberador de oxígeno, en una capa de aceite, y han destruido los bosques. Eso no se puede hacer impunemente.(…)

Lo primero que hay que hacer es acordar universalmente un proceso ecológico; es decir, impedir la destrucción que sigue y, cada día, en mayor medida. Lo que se trata ahora es de impedir la destrucción. (…) Si la humanidad en conjunto quiere salvarse, creo que lo que tenemos que empezar a pensar es que todos somos hermanos y que tenemos que defendernos entre nosotros, porque si no el asunto va mal. Ahora hay un mal común que se nos viene encima y del que todos tenemos que defendernos.

Materias primas.

(20-05-74) “Para mí, la situación actual se presenta extraordinariamente favorable al Hemisferio Sur, porque es el que tiene las más grandes reservas de los medios naturales; en tanto que el Hemisferio Norte ha consumido sus materias primas y ha destruido los medios ecológicos de su territorio. Esto significa que ellos son los ricos del pasado, mientras que nosotros somos los ricos del futuro, porque todavía tenemos los medios naturales que permiten una ecología apropiada, si es que no derrochamos los medios que Dios ha puesto en nuestras manos.”

“Todavía tenemos agua potable y no ríos-cloacas como hay en otros países. Tenemos tierra, y no basurales; tenemos oxígeno en abundancia, porque tenemos mares que no están cubiertos con capas de aceite, como sucede en otros lugares, y bosques que todavía no han sido talados. Tenemos los tres elementos fundamentales: aire, tierra y agua, sin los cuales en el futuro los hombres no podrán vivir. La tierra no es una cosa infinita en sus medios; es finita, como todas las cosas de la naturaleza. Los medios naturales para la supervivencia del hombre se van gastando, y si llegan un día a agotarse, será peligroso para todos los hombres. Es un problema que no escapará a nadie que viva en la Tierra.”

“Claro que eso, que es nuestra esperanza, es también nuestro peligro, porque la historia prueba que cuando los fuertes y poderosos han necesitado esos dos elementos, los han ido a tomar donde estén, por las buenas o por las malas.”

La crisis del petróleo.

(14-01-74) “La crisis del petróleo, que ha provocado el problema del combustible en el mundo, es sólo el comienzo de una nueva etapa en la lucha mundial por la subsistencia y el desarrollo Vemos así a los súper-desarrollados debatiéndose ante el desastre que amenaza su propia existencia (…) En consecuencia, se trata de un problema de fondo, que no ha de resolverse con aspirinas. Debe pensarse que esta crisis ha de llevarnos a la modificación de las fuentes productivas tanto de combustible como de energía (…) es preciso recurrir a la hidroelectricidad y a la producción termonuclear.”

(08-02-74) “Nosotros estamos tratando de resolverlo ahora, pero, no va a ser con usinas térmicas (...) Habrá que recurrir a la hidroelectricidad, y para ello se van a iniciar las obras de Salto Grande, Yacyretá y Corpus [Christi] buscando utilizar nuestro poderío hidroeléctrico para convertirlo en energía.”

“También estamos empezando ya, aceleradamente, la construcción de usinas termonucleares, para ir liberándonos de la necesidad petrolífera, a pesar de que nosotros tenemos en este orden todas las posibilidades de abastecer al país, sólo que no se han hecho perforaciones suficientes.”

Integración Latinoamericana.

(20-05-74) “Una Latinoamérica desperdigada, como somos, no se podrá defender. Nos van a quitar las cosas por teléfono. Entonces, ¿cuál es el problema? Unámonos, organicémonos y preparémonos para defendernos. Me parece que eso es fundamental en un mundo cuya evolución actual lo lleva a la desaparición de todas las divisiones. ¿No está integrada Europa? ¿No está integrada África? Asia también está integrada. Nosotros somos el último orejón del tarro.”

(01-05-74) “Para construir la sociedad mundial, la etapa del continentalismo configura una transición necesaria. Los países han de unirse progresivamente sobre la base de la vecindad geográfica y sin imperialismos locales y pequeños. Ésta es la concepción de la Argentina para Latinoamérica: justa, abierta, generosa, y sobre todas las cosas, sincera.”

“A niveles nacionales, nadie puede realizarse en un país que no se realice. De la misma manera, a nivel continental, ningún país podrá realizarse en un continente que no se realice.”

“Queremos trabajar juntos para edificar Latinoamérica dentro del concepto de comunidad organizada. Su triunfo será el nuestro. Hemos de contribuir al proceso con toda la visión, la perseverancia y el tesón que hagan falta.”

La Liberación Nacional.

(01-05-74) “Nuestra tarea común es la liberación. Liberación, tiene muchos significados:”

“En lo político, configurar una nación sustancial, con capacidad suficiente de decisión nacional, y no una nación de apariencia que conserva los atributos formales del poder, pero no en su esencia.”

“En lo económico, hemos de producir básicamente según las necesidades del pueblo y de la Nación, y teniendo también en cuenta las necesidades de nuestros hermanos latinoamericanos y del mundo en su conjunto. Y, a partir de un sistema económico que hoy produce según el beneficio, hemos de armonizar ambos elementos para preservar recursos, lograr una real justicia distributiva, y mantener siempre viva la llama de la creatividad.”

“En lo socio-cultural, queremos una comunidad que tome lo mejor del mundo del espíritu, del mundo de las ideas, del mundo de los sentidos, y que agregue a ello todo lo que nos es propio, autóctono, para desarrollar un profundo nacionalismo cultural, como antes expresé. Tal será la única forma de preservar nuestra identidad y nuestra autoidentificación.(...) Y para la fase continentalista en la que vivimos y universalista hacia la cual vamos, abierta nuestra cultura a la comunicación con todas las culturas del mundo, tenemos que recordar siempre que Argentina es el hogar.”

“En lo científico-tecnológico, se reconoce el núcleo del problema de la liberación. Sin base científico-tecnológica propia y suficiente, la liberación se hace también imposible. La liberación del mundo en desarrollo exige que este conocimiento sea libremente internacionalizado sin ningún costo para él. Hemos de luchar por conseguirlo; y tenemos para esta lucha que recordar las esencias: todo conocimiento viene de Dios.”

“La lucha por la liberación es, en gran medida, lucha también por los recursos y la preservación ecológica, y en ella estamos empeñados. Los pueblos del Tercer Mundo albergan las grandes reservas materiales y de materias primas, particularmente las agotables.”

La Revolución en Paz.

(24-05-74) “Los que han de conducir el Movimiento Peronista en el futuro, deben pensar que nosotros estamos realizando una verdadera revolución, fuera del infantilismo revolucionario, que no es lo mismo. Estamos realizando una revolución, pero en paz, utilizando, como he dicho yo, dos ingredientes que la revolución pone en juego, que [son] la sangre y el tiempo. Si queremos ganar tiempo, gastaremos más sangre, y si queremos ahorrar sangre, utilizaremos más tiempo. Al gasto de sangre, nosotros preferimos el gasto de tiempo”

(13-05-74) “Revolución en paz significa para nosotros desarmar no sólo las manos sino los espíritus, y sustituir la agresión por la idea, como instrumento de lucha política.”

“Hay algunos que, en la República Argentina, creen que, para hacer esa evolución, es necesario asesinar todos los días a cuatro o cinco personas, o haciendo una guerra civil en la que matemos a un millón de argentinos.”

“Tenemos los ejemplos cercanos de las guerras civiles y ¿qué es lo que ha pasado? México tuvo una, y en ella [se] mató un millón y medio de mexicanos. Me acuerdo de las fotografías en que se veían colgados en los postes de teléfonos a mexicanos revolucionarios y de la guerra civil española, en la que murieron un millón de españoles. ¿Todo esto para qué, si ahora están igual que antes?”

“Lo mismo nos puede ocurrir a nosotros, que tengamos que matar un millón de argentinos, porque se ha llegado a una situación de absoluto enfrentamiento irremediable, y entonces uno de los dos bandos tiene que desaparecer.”

“¿No es mejor como estamos haciendo nosotros? Una revolución en paz, porque lo que hay que cambiar en el fondo son los modelos, y el sistema debe irse cambiando por acuerdo de las partes.”

“En 1955, caímos porque yo aprecié que no valía la pena provocar en el país una guerra civil que lo hubiera atrasado cincuenta o cien años, y que hubiera llevado a la muerte a uno o dos millones de argentinos, a pesar de que teníamos la fuerza necesaria para impedirla.”

“Recuerdo siempre que uno de mis asesores militares, me dijo un día, un poco disgustado: “Si yo fuese Perón, peleaba”. Le contesté: “Si yo fuera usted, a lo mejor también peleaba, pero yo tengo la responsabilidad y sé que estos tipos de lucha intestinas no sólo matan millones de argentinos, sino que también atrasan al país por un siglo”. Y si no, veamos lo que les ha costado a quienes hicieron ese tipo de revoluciones, y lo que han alcanzado después de hacerlas. A lo mejor han quedado peor que antes.”

“Señores, en esto hemos sido siempre pacifistas. Lo he declarado toda mi vida. Soy un General, y a veces tengo que estar tirándome de la cola porque tengo todavía el General adentro.”

“Esto no es cuestión de lucha cruenta ni violenta; más bien es una tarea de construcción permanente en la cual todos debemos poner la mejor buena voluntad para que se realice lo necesario para llegar al engrandecimiento del país y a la felicidad del pueblo argentino. Procediendo de esta manera se evitará tener que matar a un solo argentino.”

“Esa ha sido la posición de nuestro Movimiento.”

El Modelo Argentino.

(01-05-74) “Nuestra Argentina necesita un Proyecto Nacional, perteneciente al país en su totalidad. Estoy persuadido de que, si nos pusiéramos todos a realizar este trabajo y si, entonces, comparáramos nuestros pensamientos, obtendríamos un gran espacio de coincidencia nacional.”

“Otros países que han elaborado un estilo nacional tuvieron uno de dos elementos en su ayuda: o siglos para pensarse a sí mismos, o el catalizador de la agresión externa. Nosotros no tenemos ni una ni otra cosa. Por ello, la incitación para redactar nuestro propio modelo tiene que venir simplemente de nuestra toma de conciencia.”

“Como Presidente de los argentinos propondré un modelo a la consideración del país, humilde trabajo, fruto de tres décadas de experiencia en el pensamiento y en la acción. Si de allí surgen propuestas que motiven coincidencias, su misión estará más que cumplida.”

“El modelo argentino precisa la naturaleza de la democracia a la cual aspiramos, concibiendo a nuestra Argentina como una democracia plena de justicia social. Y, en consecuencia, concibe al Gobierno como la forma representativa, republicana, federal y social. Social por su forma de ser, por sus objetivos y por su estilo de funcionamiento. (...)

“El ciudadano como tal se expresa a través de los partidos políticos, cuyo eficiente funcionamiento ha dado a este recinto su capacidad de elaborar historia. Pero también el hombre se expresa a través de su condición de trabajador, de intelectual, de empresario, de militar, de sacerdote, etcétera. [Como tal], tiene que participar en otro tipo de recinto: el Consejo para el Proyecto Nacional que habremos de crear enfocando su tarea sólo hacia esa gran obra en la que todo el país tiene que empeñarse.”

El Pacto Social.

(14-01-74) “Los planes de nuestro gobierno se han asentado en el Pacto Social, que ha permitido establecer las bases indispensables para un lanzamiento coherente y racional. Se trata de un convenio colectivo de alto nivel en el que se han comprometido las fuerzas del trabajo, los empresarios y el Estado. Su estabilidad representa el equilibrio indispensable para dominar el flagelo moderno de la inflación, provocada por un desacuerdo permanente, que ocasiona una carrera desenfrenada entre precios y salarios, en la que los primeros suben por el ascensor y los salarios por la escalera, según una aserción popularizada por la experiencia largamente vivida.(…)”

“Estimo que, si nosotros conseguimos mantener esta orientación y el ritmo que llevamos en la reconstrucción del país y en la liberación de la Patria, se pueden esperar días felices, porque si bien es cierto que la economía no hace toda la felicidad, es necesario reconocer que ayuda mucho a esa felicidad.”

El Desarrollo del interior.

(14-02-74) “El problema es más que nada demográfico. La tercera parte de la población de la República está aquí, alrededor de Buenos Aires. Ése es un problema al que no podemos escapar, porque es un problema que se viene produciendo desde hace muchos años.”

“En mi concepto, no basta desplazar la capital de la República hacia el interior, no resolveríamos nada. Si no, pregúnteles a los brasileños lo que está pasando con Brasilia.”

“En la confección del Plan Trienal he incidido para que el mayor volumen de obras sea destinado al Interior y no alrededor de la Capital.”

“Les garantizo que la política que hemos establecido en ese sentido es de descentralización, porque sabemos que el principal defecto de nuestra infraestructura nacional está en la centralización hacia el puerto de Buenos Aires, que es, por otra parte, inadecuado para una función semejante.”

“Observen ustedes los ferrocarriles: forman un sol cuyo centro está en Buenos Aires. Nosotros no hemos tenido ninguna posibilidad de modificar ese sistema ferroviario, que es el que ha centralizado y succionado toda la riqueza del interior hacia el puerto de Buenos Aires.”

Los capitales e inversiones.

(14-02-74) “Este desequilibrio, indudablemente, seguirá gravitando, y por mucho tiempo, porque las grandes industrias y los grandes capitales no se van a invertir donde nosotros queramos, sino donde ellos quieran, y si no, no invertirán.”

“Ése es otro problema importante: hay que darse cuenta de que la gente que viene del exterior a invertir aquí —que nosotros necesitamos— no invertirá donde se nos dé la gana a nosotros, sino donde se les dé la gana a ellos, y esta atracción de Buenos Aires no se produce solamente dentro del país, sino que tiene carácter internacional. Aquí tienen los combustibles y todo está hecho.(...)”

“Piensen ustedes que mucho de este desarrollo económico, y especialmente el industrial, no lo puede manejar totalmente el Gobierno federal, porque no puede decirles a los industriales “vayan e instálense en Catamarca”, porque nos mandan al diablo. En eso hay que navegar en un campo de posibilidades. Al que viene a invertir aquí cien o doscientos millones de dólares hay que saludarlo con amabilidad y hacer un poco lo que quiere, porque nosotros necesitamos que vengan en gran medida, siempre que sea para servir al país y capitalizarlo, y no a servirse del país y descapitalizarlo, como sucede en muchos casos. Para eso tenemos que hacer concesiones. Yo los quisiera llevar a todos a la Patagonia, a Jujuy; pero la cuestión es que quieran ir, porque los mismos provincianos pelean por venir aquí.”

(24-05-74) “No vive nuestro país tiempos para acciones realizadas a la tremenda, por cuanto tiene dos tareas que realizar: en primer término, reconstruir un país que ha sido destruido en gran parte, comenzando por los hombres; en segundo lugar, liberar al país, pero mediante una liberación efectiva y real, sin provocar perjuicios.”

“Considero que debemos tomar las cosas en la realidad. Sin embargo, hay algunos que quieren expulsar a todas las compañías que hasta ahora han sido multinacionales. Mientras tanto, en otro sector, se sostiene que no hacemos inversiones y que los extranjeros no invierten aquí. Entonces, pregunto: ¿a cuál de estos dos les hacemos caso? Creo que, a ninguno de los dos, máxime que en lo que se refiere a esas compañías extranjeras, nosotros tenemos el poder de decisión. Vale decir, si ellas están de acuerdo con las leyes que ya se han dictado, deben hacer lo que decimos nosotros. Para ello, no necesitamos expropiarlas ni echarlas del país, en virtud de que constituyen factores de desarrollo indispensables.”

“Hace poco se ha producido un fenómeno que ha puesto en claro esta situación. Varias empresas industriales pusieron algunos reparos para exportar a países que a ellos no les eran gratos. Se llamó a esos señores y se les dijo: “Si son gratos o ingratos para ustedes, eso a nosotros no nos interesa: basta que sean gratos para nosotros”.

“Entonces, en el alto nivel, se planteó esta situación, pero a nosotros no nos interesó. Hicimos los acuerdos con los países a los cuales queríamos venderles, y les vendimos.”

Torrijos y el Canal de Panamá.

El 16 de Enero, Perón recibe la visita del Presidente de Panamá General Omar Torrijos. Ante periodistas panameños expresa : “Panamá tiene todo el derecho de reclamar la soberanía absoluta y total del Canal y disponer de él, porque es una parte de su territorio. Ya en el mundo, las Naciones Unidas han dicho que todas las colonias deben ser liberadas ¿o no? Más todavía, porque el Canal representa un recurso natural de Panamá. (…) si los Estados Unidos proceden con honestidad, tendrán que devolver el Canal sin absolutamente ninguna condición. Es un territorio que hay que descolonizar. En realidad, ese es un sector colonial. Es así como lo vemos nosotros, los latinoamericanos, el problema; creo que no habrá dudas: todos lo vemos igual.”

Relaciones con la Union Soviética y Cuba.

El 5 de febrero Perón recibe una delegación comercial soviética. Y en esos días intercambia cartas con Fidel Castro, cuando Gelbard viaja a romper el bloqueo, acción que ni siquiera Allende en Chile había realizado. Así responde a un periodista de TASS :

“Hace treinta años rompí todas las fronteras ideológicas. Cada país tiene derecho a pensar como se le ocurra sin que los demás tengan por qué meter las narices. Se pueden mantener relaciones con cualquier país de la tierra, piense como piense y tenga el sistema que tenga.”

“Recuerdo que, en 1946, cuando yo llegué al Gobierno, la Argentina hacía ya cuarenta años que había roto relaciones con la Unión Soviética; lo que constituía un hecho verdaderamente anacrónico. Es lo mismo que ocurre con los que ahora no se dan cuenta de que existe una China, y la tienen fuera del concierto internacional.”

“Lo primero que hicimos en ese sentido fue, en [1946] restablecer las relaciones con la Unión Soviética, para pasar a instaurar un régimen de amistad y confraternidad con esa nación. (...)”

“ Pienso yo que el bloqueo al que ha sido sometida Cuba ha constituido un trágico error de la política de los Estados Unidos.”

“(...) Es necesario que Cuba vuelva a ser en el Continente lo que ha sido siempre: un país integrado en él. Ahora, que ellos tengan un sistema diferente al nuestro..., ¡qué tenemos que ver nosotros en eso!”

La importancia del deporte.

Perón tenía un vinculo muy fuerte con el deporte y los deportistas. En esos seis meses de Presidente recibió siete veces a delegaciones de distintas disciplinas.

(15-01-74) “No exagero si digo que, en este momento, me siento como en mis mejores tiempos, porque siempre he vivido un poco entreverado entre los deportistas argentinos. Por lo tanto, es para mí un inmenso placer poder compartir siquiera sea un momento con los deportistas, en cuyo contacto siempre he vivido y a quienes también he ayudado en lo que podía, desde el punto de vista deportivo.”

“Yo creo que una de las actividades permanentes en la vida de los pueblos modernos es el deporte. El deporte es una escuela de formación de hombres, no solo física, sino también moralmente. El espíritu de los hombres se cultiva también en los campos de deportes.”

“Recuerdo que, en el año 1953, se presentó un día Pettinato que era el jefe del Servicio Penitenciario, y me dijo: “Mi General, hay que hacer algo, porque nos estamos quedando sin presos”. Yo le contesté que, si tenemos que hacer algo, será para quedarnos sin presos del todo, y eso se puede lograr en la escuela primaria, como en la secundaria y la universitaria, se puede lograr de la mejor manera en los campos de deportes. Los deportistas no son jamás hombres con inclinaciones hacia ningún tipo de delincuencia. El cultivo del espíritu es paralelo al cultivo del cuerpo; por ello pienso, y lo hemos de hacer así, que hay que dar la más extraordinaria importancia posible al deporte popular, para que todos puedan practicarlo.”

“He oído a algunos criticar duramente al fútbol, diciendo que juegan unos pocos y miran muchos. Eso también forma y da a la gente aliciente para imitar, ver y practicar el deporte por su cuenta. Si se lo emplea y organiza bien, el deporte espectáculo es tan importante como el otro. La gente entra con entusiasmo cuando hay posibilidades, y todos los que hemos practicado deportes sabemos que en esto también el apetito viene comiendo. Muchas veces mirando también viene el apetito.”

(07-03-74) “El deporte es, indudablemente, la mejor escuela para la formación del alma. Son los valores espirituales los que se cultivan con el deporte. Eso es lo que nosotros pretendemos al dedicarle una gran parte de nuestra actividad, especialmente al deporte infantil y juvenil. Ni los griegos ni los romanos habrían llegado a ser lo que fueron en la historia del mundo si no hubieran cultivado profundamente los deportes en todos sus aspectos y actividades. Imitemos esos ejemplos que hicieron grandes y poderosos a los pueblos.”

La ancianidad.

(03-4-74) “Hemos dicho que, para nosotros, los únicos privilegiados son los viejos y los niños, y ésta es una cuestión que, desde el punto de vista humano y de la Justicia Social, debe ser indeclinable obligación de la comunidad para con los que han prestado sus servicios al país y han construido todo lo que nosotros recibimos.”

“Cuenta Plutarco, en su libro “Vidas paralelas” que un día se realizaba en Grecia una gran reunión donde estaban los grandes prohombres de aquella época. En esa conferencia se encontraba Alcibíades - que ya era gran figura - sentado en el centro de la reunión, mientras que un viejo escuchaba parado en un rincón.”

“Cuenta Plutarco que Alcibíades, al ver al viejo, fue hacia él, lo tomó de un brazo y lo sentó en su lugar. Uno de los presentes le preguntó: “¿Cómo sientas a ese viejo en tu lugar?”. Alcibíades le respondió: “¡Qué desgraciado sería yo el día que no pudiera ceder mi asiento a un anciano!”.

“Señores: Esa lección, que ha pasado a través de todos los tiempos, debe llegarnos como una evidencia del respeto que debemos tener por nuestros viejos.”

El arte.

El 15 de mayo Perón recibió en Olivos al Ballet del Teatro Colon.

“Es indudable que el Teatro Colón ha sido, desde su fundación, una escuela de formación de nuestros artistas; es indudable también que, si la cultura de un país pretende ir progresando en este orden de cosas, será necesario llevar al exterior, para conocimiento del mundo, la acción que realiza el Colón, a través de los buenos artistas.”

“Hay gente que cree que las manifestaciones superiores del arte no interesan a los pueblos. En mi concepto, eso es mentira. El gran arte interesa fundamentalmente a los pueblos. La música buena le gusta a todo el mundo, especialmente a los pueblos; de la misma manera para la danza, los buenos elencos de danzas clásicas serán apreciados toda la vida; no despreciamos ni menospreciamos las danzas autóctonas que pueden también llegar a escalones clásicos, si se cultivan como deben cultivarse, pero, indudablemente, que es necesario primero hacer la escuela clásica; después, se pueden hacer muchas otras cosas …”

“El arte se cultiva con los artistas, no con los que están alrededor, ni con los que observan. No, son los artistas, es el individualismo artístico el que triunfa. En el arte hay formas de organización, pero el que triunfa es el artista. Si no hay artista, es inútil la organización. Perfeccionar eso en cada uno de ustedes, es perfeccionar el conjunto y es perfeccionar al país en sus manifestaciones más nobles que, indudablemente, son las artísticas.”

Con empresarios.

Perón conservaba el buen recuerdo del empresario Miguel Miranda en su primer gobierno, y confió en otorgarle al dirigente del empresariado nacional Jose Ber Gelbard la dirección de las políticas económicas del gobierno.

(08-04-74) “El Pacto Social, que ha dado origen a esta política de amistad y solidaridad nacional, indudablemente, lo debemos en su mayor parte a la acción esclarecida de la Confederación General Económica, a la que hoy quiero rendirle el más cumplido homenaje que merece y que se ha ganado con su acción tesonera y patriótica.”

“Pueden pensar y transmitirles a los señores empresarios del país que el pueblo argentino, que es el destinatario de todos los esfuerzos y aun sacrificios que realiza, está agradecido y conoce esta verdad. Ellos serán en el futuro los mejores testigos de la ecuanimidad y justicia con que ustedes han manejado la economía. Por lo menos, desde que yo tengo memoria, nadie lo ha hecho mejor. “

El Movimiento Obrero Organizado

(07-02-74) “El nuestro es un gobierno de trabajadores. La columna vertebral de nuestra organización política la constituyen, precisamente, las organizaciones sindicales. Porque durante treinta años hemos venido realizando unidos una tarea común.”

“El nuestro es un movimiento humanista, en primer lugar. En consecuencia, para nosotros todo gira alrededor del hombre, que es el objeto de toda nuestra preocupación de gobierno.”

Desde hace ya treinta años el Movimiento Justicialista ha venido luchando por una organización sindical seria, lo cual implica decir que es de todos los trabajadores, encuadrados por sus mejores dirigentes (…) Lo demuestra el hecho de que han resistido las pruebas más grandes a que ha sido sometida durante el pasado cercano la organización sindical argentina. Sin embargo, han mantenido su organización inconmovible, basada en la unidad de la clase trabajadora y en la solidaridad de todos sus componentes, dos ingredientes que hacen a la organización seria, responsable e inamovible.”

(04-04-74)”Yo he estado en países donde tienen tres o cuatro centrales obreras. Eso es como el perro del hortelano; no come él ni deja comer al amo; ni resuelven su problema ni resuelven los problemas del país al que pertenecen. Solamente una organización como la nuestra puede llegar a representar un factor de poder.”

“Si no representa un factor de poder, la organización de la comunidad o la comunidad organizada deja de ser una realidad. La realidad de una organización y la de una comunidad organizada está representada, precisamente, por esos factores de poder que se equilibran, para que nadie pueda declararse dictador o querer gobernar por sí. Son estos factores de poder los que gravitan; y cuando lo hacen, combinan entre ellos la defensa de los intereses correspondientes.”

“Hay que darse cuenta de que cuando nosotros, en 1944, comenzamos a trabajar en el sindicalismo argentino, había tres centrales obreras y, en consecuencia, cuando son tres las centrales, es como si no hubiera ninguna”

“Cuando miro hacia atrás, treinta años, veo lo que representaban los trabajadores y veo lo que representan hoy, me doy cuenta de la ventaja de la organización. En aquella época, los trabajadores no contaban para nada ni decidían absolutamente nada; cuando hacían una huelga les daban unos palos y los ponían a trabajar. Ésa era la realidad que he venido conociendo desde que tengo uso de razón. Después de esa etapa, la organización hizo sentir su fuerza, que siempre es una fuerza positiva para el país, porque al fin y al cabo no debemos desconocer que los que todo lo hacen son los que trabajan, los vagos no construyen mucho para los demás.”

“Alcanzar esto en una organización sindical, no es cosa fácil. Yo, que he recorrido casi todo el mundo, no he visto nunca una organización sindical que pueda ser comparada con la nuestra.”

“Me decía un día el jefe del gobierno italiano: "Ustedes están veinte años adelantados sobre nosotros. En Italia tenemos tres centrales obreras: una comunista, una socialista y otra demócrata-cristiana. Cuando no está en huelga una, lo está la otra; cuando no se pelean con el gobierno, lo hacen entre ellas. Socialmente esto constituye un caos". Y ahora digo yo: dentro de un caos social, no puede haber una solución económica, y todos estamos buscando que esas apariciones de caos terminen. Hay algunos que trabajan para eso. Es cuestión de que nosotros trabajemos para lo contrario. Cuando aparecen esos señores que todo lo ven mal, que creen que la organización sindical no es democrática, es porque ellos no son dirigentes. Generalmente, es por eso. No sé qué más puede pedirse que lo que se practica en el orden sindical en la Argentina.”

El Justicialismo.

(19-04-74) “¿Cómo fijamos nosotros ya en el Consejo Nacional de Posguerra, en el año 1945, una ideología, y lanzamos las bases para una doctrina nacional? Nuestro pensamiento fue claro y sencillo. Pensamos entonces, y seguimos pensando hoy, que la evolución de la humanidad es lo único que influencia directamente todos los cambios políticos, sociales y económicos, a través de los cuales transita, en cada etapa de la historia, la humanidad entera.”

“Nosotros tenemos que ir acompañando a esa evolución para no vernos, después, en la historia, remando o nadando contra la corriente. No son los hombres los que determinan el curso de la historia y su evolución; es un determinismo histórico al que no escapa nadie que viva en la Tierra: ni los hombres, ni las instituciones, ni las costumbres.”

“Pensando en eso, tratamos nosotros de construir un sistema que nos permita adaptarnos a las posibles nuevas evoluciones.”

“No pensamos que las doctrinas sean permanentes, porque lo único permanente es la evolución, y las doctrinas no son sino una montura que creamos para poder cabalgar sobre esa evolución, sin caernos. Pero sí pensamos que, mientras la etapa que estamos viviendo esté adaptada a la necesidad de crear una doctrina para esa evolución, no se la puede cambiar.”

“Es indudable que el Justicialismo actual forma una masa enorme, un tanto inorgánica, como generalmente son estos grandes movimientos antisectarios por naturaleza y por costumbre. Es allí donde radica la principal fuerza del Justicialismo.”

Nunca he querido sectarizar nuestro Movimiento, porque el proceso político es cuantitativo, de manera que no hay nada más negativo que sectarizarlo, porque eso lo disminuye. Siempre hemos dejado que nuestro Movimiento pueda realizarse en la mayor libertad. Es de imaginarse, con la autoridad que yo tenía durante los dos primeros gobiernos y toda la organización que manejaba nuestro Movimiento, las cosas que autoritariamente pudiera haber hecho. Pero jamás expulsé a nadie, jamás reté a nadie por sus ideas o por sus distintas concepciones, porque los movimientos populares como el nuestro no sólo se enriquecen con las distintas ideas, sino que tienden a formar un sistema de autodefensa, que los hace permanentes y estables, a pesar de que no haya ninguna organización visible.”

“En este sentido, nosotros siempre hemos propugnado eso; naturalmente, todo tiene un límite, fijado por la doctrina. Pensamos que cualquiera, piense como piense, puede ser peronista; pero no se puede ser peronista antidoctrinario.”

“El actual estado de nuestro Movimiento es consecuencia de una larga lucha. Esto pasa como en una batalla, en la que se empeña todo el mundo y lucha, y al final de ella quedan todos entreverados, mezclados y doloridos. Lo mismo ocurre con nuestro Movimiento, que ha soportado una larga y dura batalla; pero, después de ella, se reconstruyen las fuerzas, se reorganizan las unidades y se emprende de nuevo la marcha.”

“Eso es lo que pienso que debemos hacer y, para poder lograrlo racionalmente, nada mejor que comenzar por recordar nuestra doctrina, que los hombres de la generación intermedia y los viejos tenemos ya conocida por la teoría que aprendimos y por la experiencia que sufrimos. Los muchachos tienen mucho que aprender de la doctrina todavía, porque teóricamente no la conocen y porque, a pesar de que ellos han luchado fuerte y valerosamente en los últimos tiempos, no debe olvidarse a los que durante treinta años aguantaron esa misma lucha.”

(24-05-74) “La política está constituida por dos procesos: para llegar, es un proceso cuantitativo; para gobernar, cualitativo. Con hombres solamente tampoco se llega, aunque sean muy capaces todos, porque si no hay unidad de concepción y de acción, aunque todos sean muy sabios y muy capaces, terminarán a los sillazos, como a menudo sucede.”

“Eso lo ha logrado nuestro Movimiento desde los primeros días. Es decir, hemos llegado a tener un Movimiento con una unidad de doctrina, con unidad ideológica y que durante treinta años ha subsistido firme en las premisas fijadas cuando nos echamos a andar. Sólo que hoy hay algunos que se dicen peronistas, que no piensan como pensamos doctrinariamente los peronistas de siempre.”

“Decía, compañeros, que, indudablemente, a todos los que se dicen peronistas y desvarían ideológica o doctrinariamente, deberemos recomendarles que lean “La comunidad organizada”, “La doctrina peronista”, y “Conducción política”.

La Juventud Peronista.

Sin duda, de los problemas que Perón enfrentaba en su tercer presidencia, el mas difícil de resolver fue, por un lado la guerrilla del PRT ERP que aprovechando el espacio de legalidad democrática aumentaba día a día su nivel de violencia.

Y por otro, el rumbo que había tomado la conducción de Montoneros en disputarle la conducción y confrontarlo ideológicamente con un engañoso doble discurso.

Mientras en su revista oficial El Descamisado, desplegaban tapas de “Nada sin Peron” , en sus documentos internos Firmenich decía : “La ideología de Perón es contradictoria con nuestra ideología porque nosotros somos socialistas (…)para nosotros la Comunidad Organizada, la alianza de clases es un proceso de transición al socialismo”.(…) La contradicción con Perón es insalvable. La solución ideal seria que Perón optara por admitir que la historia va mas allá de su proyecto ideológico, y que nosotros somos los hijos objetivos del Movimiento Justicialista; y que entonces resignara su proyecto ideológico adecuándose a esa realidad.” “Perón sabe que nuestra posición ideológica no es la misma que la de él, y de ahí que tiene una contradicción que vaya a saber como la resolverá.”(...)“La conducción estratégica para Perón (…) es unipersonal, es el conductor y los cuadros auxiliares. Eso es contradictorio con un proyecto de vanguardia, en donde la conducción la ejerce una organización, no un hombre, no hay conductor. A partir de allí, del desarrollo de nuestro proyecto, y de nuestra intención tal vez desmedida, de ser conducción estratégica, surgen confrontaciones o competencias de conducción.”

Estas frases son parte del documento “Charla a los Frentes” publicado por el historiador Roberto Baschetti. Esta charla se hizo en noviembre del 73 para explicar el documento denominado “El Mamotreto” que era la nueva linea política de la organización.

Pero la disputa con Perón no quedaba solo en los documentos y discursos, el 25 de septiembre de 1973 Montoneros había asesinado al Secretario General de la CGT, uno de los pilares del Pacto Social Jose Ignacio Rucci. Atentado que al mejor estilo mafioso no se había firmado, y cuyo fin era, según palabras de el ex montonero Juan Gelman “tirarle un cadaver en la mesa a Perón, para que se siente a negociar con nosotros.”

Perón el 6 de septiembre del 73, había estado reunido a solas con Quieto y Firmenich durante dos horas. Y dos días después los recibió en una reunión publica con todos los frentes y otros grupos de JP. Luego del asesinato de Rucci volvió a tener reuniones privadas por Quieto y Firmenich.

Luego el 19 de enero recibió a los diputados de la JP Montoneros que cuestionaban los cambios del Código Penal. En febrero Perón propuso realizar todos los jueves una reunión con la JP .

La primera fue el 7 de febrero a la que Montoneros no asistió, porque Firmenich adujo que no se había respetado la lista de invitados que ellos habían entregado. Luego volvió a recibirlos y escucharlos pacientemente en la reunión del 26 de abril.

El texto que sigue es lo expresado por Perón en la reunión del 7 de febrero de 1974.

“El problema que nosotros estamos interesados en plantear, en primer término, es político-ideológico. En la Juventud Peronista, en estos últimos tiempos especialmente, se han perfilado algunos deslizamientos cuyo origen conocemos, y que permiten apreciar que se está produciendo en el Movimiento una infiltración que no es precisamente Justicialista.”

“El Movimiento ha demostrado, a lo largo de treinta años de existencia, su absoluta falta de sectarización. El Movimiento ha sido cualquier cosa, menos sectario. Nosotros hemos brindado siempre dentro del Movimiento la amplitud más absoluta; pero esa amplitud tiene su límite. Es decir; nosotros no queremos poner un cartabón para que cada uno piense estricta y sectariamente lo nosotros afirmamos, pero no podemos admitir que, con ese pretexto, se pretenda meter dentro de nuestro Movimiento ideologías y doctrinas totalmente extrañas y antagónicas a nuestra manera de sentir y de apreciar. Éste es el problema.”

“No escapemos del problema, porque hay que plantearlo crudamente, como es. En otras palabras: hay mucha gente que ha tomado la camisa peronista para hacer deslizamientos, no bien disimulados, hacia ideas con las cuales nosotros no estamos de acuerdo; es decir: con las que el Movimiento no está de acuerdo.”

“La juventud, como todos los demás argentinos, tiene derecho a pensar y a sentir como le parezca.”

“Éste es un derecho inalienable del hombre dentro de la democracia, que es lo que defendemos. Lo que no puede ser es que nos estemos tirando la suerte como entre gitanos: decimos que somos una cosa y a lo mejor somos otra.”

“Aquí hay que trabajar hasta alcanzar una unidad de criterio, descartando todo aquello que no convenga a esa finalidad. No se obliga a nadie a estar en el Movimiento Peronista. A la juventud, en fin, la queremos toda y a todos. Sabemos el mérito que tienen en el trabajo y en la lucha que han realizado. No, eso no lo niega nadie, ni lo puede negar. Eso ya está en la historia. Hay héroes y hay mártires, que es lo que se suele necesitar en esta clase de lucha. Pero eso ha sido en la lucha cruenta, que ya ha pasado. ¿Por qué nos vamos a estar matando entre nosotros? ¿Para seguir diciendo que somos valientes? Esto es una cosa que no es difícil de comprender.”

“Pero aquí tenemos que cambiar la modalidad; no podemos seguir pensando que lo vamos a arreglar todo luchando, peleando y matándonos. Ya pasó esa época; ahora viene otra.”

“Los que quieren seguir peleando, bueno, van a estar un poco fuera de la ley, porque ya no hay pelea en este país. Hay pacificación, que es la base sobre la cual nosotros hemos armado todo nuestro quehacer y hemos fijado nuestros objetivos.”

“Por eso quiero dejar bien sentado que el problema a resolver en este momento, antes de pensar en una organización, es ver quién es quién, quiénes constituyen el Justicialismo dentro de la juventud y quiénes no. ¿Qué vamos a hacer? No los vamos a juntar a todos mediante artificios, que no van a ser reales porque va a haber muchos que se metan diciendo “viva Perón” y están pensando que se muera Perón. Ustedes comprenderán que esto no puede ser; hasta es una falta de ética política. En el país no se ha dado nunca el fenómeno de la infiltración política. Es la primera vez que se da en la historia de la República Argentina esto de gente que se infiltra en un partido o movimiento político con otras finalidades que las que lleva el propio Movimiento.”

“Lo que tenemos que hacer es ponernos de acuerdo; si no, pasarán cosas verdaderamente aberrantes, como un grupo de peronistas que se opone a que se sancione al terrorismo. Entonces, ¿están en el terrorismo? El Peronismo no está en el terrorismo; por lo tanto, el Peronismo está contra el terrorismo, porque es el partido del Gobierno, el Movimiento del Gobierno.”

“¿Cómo se puede conciliar una cosa con otra? ¿Cómo se puede estar en el Gobierno y no dar los medios indispensables para que él se pueda defender? ¿Qué quieren, que el Gobierno caiga? Es decir, hay cosas que verdaderamente no se pueden explicar.”

“Lo mejor que debe tener un dirigente es su conducta. Un dirigente que está diciendo una cosa y queriendo hacer otra es el peor dirigente que puede haber, porque en medio de todo es un estafador; un estafador de la fe de los demás.”

“En estos momentos, la masa no tiene problemas; el problema está exclusivamente en el horizonte directivo. Por lo tanto, es un problema de los dirigentes, y éstos, ¿qué deben hacer? Decir quién es quién. Decir quién es quién ya es mucho más fácil. Además de esto, deben decir qué es lo que quieren. Porque han tenido hasta la imprudencia —dentro de su mala intención— de comunicar abiertamente lo que ellos son y lo que quieren.”

“Lo venimos viendo. Tengo todos los documentos y, además, los he estudiado. Bueno, ésos son cualquier cosa, menos justicialistas.”

“Entonces, ¿qué hacen en el Justicialismo? Porque si yo fuera comunista, me iría al Partido Comunista y no me quedaría ni en el Partido ni en el Movimiento Justicialista.”

“Quiero dejar sentado que nosotros debemos ir pensando en aclarar este punto; si no, es inútil que nos organicemos, porque vamos a juntar gente engañada, y aquí lo que queremos es juntar gente que esté plenamente convencida de nuestra doctrina y de nuestra ideología. Ésos son los que sirven, los otros no.”

“Los he escuchado a los muchachos, y estoy de acuerdo con todos ellos, pero para un proceso ulterior. Antes tenemos que dilucidar ese asunto: ¿Somos o no somos Justicialistas? ¿Estamos en el Justicialismo, o estamos en alguna otra cosa que no es precisamente el Justicialismo y que no la critico? Cada uno puede pensar lo que quiera, pero tiene que colocarse en el tablero político, allí donde le corresponde estar, y no meterse a hacer enredos entre los otros que no piensan como él.”

“Antes de organizarnos, tenemos que pensar —la masa ya sabemos lo que es— en el horizonte directivo. Quién es quién en ese horizonte. No interesa que represente mucho o represente poco; para mí, un malvado, aunque represente mucho, es mucho peor que uno bueno que represente muy poco. Así es como veo yo el problema político.”

“Prefiero un dirigente honesto que tenga diez detrás de él y no un deshonesto que tenga diez mil, porque ése es el que me va a derrumbar a la larga.”

Una anécdota para el final.

Para finalizar esa extensa nota, atándola con el inicio sobre por donde navegaba el pensamiento de Perón en los meses previos a su fallecimiento, voy a reproducir una anécdota que escuche de boca del entonces Ministro de Defensa Jorge Taiana, en la presentación de un libro en la UNDEF.

Cuenta Jorge Taiana en ese entonces militante de la JUP, que colaboraba con su padre quien en 1973 era Ministro de Educación. En un momento, había surgido un conflicto en la Universidad del Comahue con el nuevo rector y los militantes de la JUP habían tomado el rectorado. La situación estaba tensa entonces Jorge fue a trasmitirle el problema a su padre. Taiana (padre) le responde “bueno, esperame que tengo que ir hablar con Perón”. Jorge ya mas tranquilo, le trasmitió a los militantes de JUP que el tema ya estaba en manos de Perón.

Jorge (h) : “Como a las tres horas volvió mi viejo al Ministerio...entonces le pregunto: ¿Y….? que pasó? Hablaste con Perón ?. Responde Taiana (padre) “Ahh si...si… hablamos como dos horas…”. ¿Y de que hablaron? Pregunta Jorge (h). “De los Hielos Continentales ….estuvimos hablando de los Hielos Continentales…”. Jorge (h): “Yo… me agarre la cabeza y me fui murmurando para mis adentros: estamos sonados...estos viejos no entienden nada….”. “Claro, hoy lo pienso y me doy cuenta, los que no entendíamos nada eramos nosotros”.

Aldo Duzdevich.

Autor de “La Lealtad - Los Montoneros que se quedaron con Perón” y “Salvados por Francisco”.



*** Publicado en La Mañana del Neuquén.

Domingo 30 de junio del 2024.

https://www.lmneuquen.com/neuquen/que-pensaba-y-que-hablaba-peron-los-meses-anteriores-su-muerte-n1123881