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...." el pueblo recoge todas las botellas que se tiran al agua con mensajes de naufragio. El pueblo es una gran memoria colectiva que recuerda todo lo que parece muerto en el olvido. Hay que buscar esas botellas y refrescar esa memoria". Leopoldo Marechal.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.
“Amar a la Argentina de hoy, si se habla de amor verdadero, no puede rendir más que sacrificios, porque es amar a una enferma". Padre Leonardo Castellani.

“
"La historia es la Patria. Nos han falsificado la historia porque quieren escamotearnos la Patria" - Hugo Wast (Gustavo Martínez Zuviría).

“Una única cosa es necesario tener presente: mantenerse en pie ante un mundo en ruinas”. Julius Evola, seudónimo de Giulio Cesare Andrea Evola. Italiano.

martes, abril 29, 2025

Hispanizar es la consigna. Por Germán Masserdotti.


En un mundo secularizado o liberal como en el que vivimos, pareciera exótico invocar a la Hispanidad. Toda ella responde a una cosmovisión en la que cual debe existir una alianza entre la política y la religión, entre el Estado y la Iglesia. Históricamente, a tal punto fue así que el mismo poder político se puso a la cabeza de la obra evangelizadora. No otra cosa se seguía de las exigencias del Patronato Regio.

Esta misión cristianizadora, conviene recordarlo, obligaba en conciencia a los mismos reyes y gobernantes en América (las Indias).

RAZONES.

Existen varias razones para argumentar en favor de la hispanización del mundo como respuesta a un globalismo cultural, político y económico inmanentista, inhumano e ideológico. Algunas de ellas son:

1. La Hispanidad es misionera: desde el comienzo de la empresa descubridora, Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, los Reyes Católicos, cumplen con el mandato de la Iglesia de evangelizar a los naturales de América. El codicilo de Isabel es una muestra ejemplar de este propósito cristianizador. Pero no se agota en ellos esta misión. Ciertamente durante el reinado de los reyes de la Casa de Habsburgo (Carlos I, Felipe II, Felipe III, Felipe IV y Carlos II) la corona española se empeñó en el establecimiento de otras tantas cristiandades en América como la ya existente en la Península Ibérica. En la inteligencia y en la voluntad de España, no alcanzaba con evangelizar a los individuos. Había que edificar una civilización cristiana con las particularidades propias de lugar y de la idiosincracia de pueblos nativos. Y así sucedió. Basta ilustrar con los virreinatos de Nueva España (México) y del Perú como ejemplos más notables sin olvidar el resto de América.

2. La Hispanidad es humanizadora: consecuencia natural de la misión evangelizadora de España en América con el correspondiente cumplimiento sin perder de vista las limitaciones del caso, fue la labor humanizadora que se practicó en beneficio de los indígenas. Mucho de esta tarea se verifica en la “reducción a la vida política” de la que hablaron tanto los misioneros como los gobernantes y legisladores que vivieron en América, sobre todo en el siglo XVI. En relativamente poco tiempo, se verificaron los tres momentos de la obra de España en estas tierras: el descubrimiento, la conquista y la pacificación. Así como los virreinatos son ejemplos de civilizaciones cristianas –lo mismo en esencia, no obstante las atendibles diferencias–, el Derecho Indiano, animado profundamente del espíritu cristiano, es un caso concreto de consideración de la condición real de los habitantes de América, en particular de los indígenas. Gracias a la labor de España, ellos dejaron, paulatinamente, malas costumbres como la idolatría y la poligamia –entre otras– y adquirieron buenos hábitos como la laboriosidad.

3. La Hispanidad es realista: el realismo hispánico se sigue del espíritu cristiano y del sentido de humanidad antes mencionados. Lejos de todo apriorismo ideológico que prefabrica “órdenes jurídicos” iluministas en vistas de un futuro estado de perfección utópico, la Hispanidad hecha corpus jurídico, es decir, el Derecho Indiano, no pierde de vista las circunstancias en vistas a resolver con justicia cada caso. En palabras de Víctor Tau Anzoátegui, se trata de casuismo y no de sistema. Un ejemplo singular de realismo jurídico es el del tratamiento que las leyes brindan a los indígenas. Entre otras instituciones que podrían mencionarse, se encuentra la de la defensoría o protectorado de indios. Levante la mano alguna potencia europea que cuente con algo similar en su legislación. Nadie levantó la mano. Por todo lo dicho, hispanizar es la consigna.

El orden social inspirado en el inmanentismo que confía en el restablecimiento del Paraíso terrenal mediante la cultura democratista y libremercadista cruje. En el mejor de los casos, se afana en conjurar las consecuencias que se siguen de los mismos principios que las explican.

La Hispanidad es un ejemplo inspirador para que se restablezca la paz en el mundo. Sin ilusiones pseudo-mesiánicas que, en realidad, responden a intereses más o menos confesados. Antes bien, con la convicción de que al secularismo se lo vence con la profesión limpia y clara del reinado de Cristo.

Publicado en LA PRENSA.

https://www.laprensa.com.ar/Hispanizar-es-la-consigna-559074.note.aspx

domingo, abril 27, 2025

Gina María Hidalgo. Por José Narosky.

 

Una gran cantante argentina –para muchos y me incluyo- la mejor voz de nuestro país, tenía 25 años y estaba actuando, como soprano, en un modesto teatro en los suburbios de Nueva York, en los EE.UU.
Una circunstancia casual, hizo que estuviera entre el público el mejor guitarrista del mundo en ese momento, el español Andrés Segovia. El músico, ya con 65 años, terminadd el recital, fue al camarín de la cantante.
-“Ud. tiene la mejor voz que oí en mi vida”, le dijo.
Un mes después Gina María Hidalgo mediante una beca gestionada por Segovia, estaba en España, perfeccionando su enorme aptitud vocal.
De regreso a EE.UU. se acentuó su impronta lírica y ya asumía roles en óperas como “Don Giovanni” de Mozart o “Los Cuentos de Hoffman” de Offenbach. Incluso llegó a actuar en el famoso “Carnegie Hall” de Nueva York. Ya se había casado con un norteamericano -y separado- y tenía un hijo. Pero Virginia Rosaura Hidalgo, su verdadero nombre, extrañaba a la Argentina. Y decidió regresar. Rápidamente la contrataron varios canales de TV el 11 y el 13 entre ellos. Hacía comedias musicales, insertando trozos de arias de óperas con tangos, jazz, folclore.
También actuó en el teatro “El Nacional” y en “Michelangelo”. Y protagonizó películas como “Argentinísima” en su segunda versión.
Actuaron en “Argentinísima” casi todas las grandes figuras de nuestro folklore, como Atahualpa Yupanqui, Eduardo Falú, Jaime Torres, Ramona Galarza. También intervinieron Luis Landriscina y Edmundo Rivero.
Gina María Hidalgo fue a nivel humano –digámoslo- tan impulsiva como polémica.
Pero al mismo tiempo, dueña de una garganta privilegiada, de admirable técnica, la que le permitió volcarse al folklore y eventualmente al tango.
La discográfica que la contrató logró sucesivos récords de venta con canciones como “Amar Amando”, “Puerto de Santa Cruz” y “La Pulpera de Santa Lucía” entre otras. Y especialmente una canción, ratificó su sobresaliente y singular aptitud vocal. Se llamó “Las Voces de los Pájaros de Hiroshima”.
Ella fue como ser humano hipersensible. Y esa extrema sensibilidad le pesó mucho. Pero le permitió, volar que en su caso, fue extraer de su garganta, sonidos que ella sola pudo lograr.
Solía contar Gina María que tanto su padre español como su madre portuguesa, cantaban mejor que ella.
Creo que fue su modestia que le hacía opinar así, pero es evidente que esa voz única tenía que haber recibido algunos genes familiares.
Y una anécdota final que dice de su fuerte temperamento, ya no sólo vocal.
Había sido llamada para la TV de Venezuela con un muy importante contrato por un año, que le aseguraba su futuro. El día en que se firmaría –ya en el escritorio del presidente de la TV venezolana- este le hizo alguna insinuación, seguramente no correcta. Una sonora bofetada impactó en el rostro del empresario, que al retroceder cayó al suelo lesionándose levemente. Fue inmediatamente detenida. La liberaron varias horas después por intervención de la embajada argentina. Por supuesto que el contrato ya no se firmó.
Termino diciendo que en enero de 2004 con 71 años, un accidente cerebro vascular requirió una internación de urgencia. Ya no se repondría.
Y un 10 de enero de 2009 moría Gina María Hidalgo, una figura de la música, cuyo arte singular, diría que derribó fronteras.
Y un aforismo como homenaje a su figura: “La vida del artista tiene precipicios y montañas. Pero tiene alas…”.
Publicado en LA PRENSA.
MOMENTO MUSICAL.




jueves, abril 24, 2025

"Que gane San Lorenzo". Por Alejandro ANSALDI.


 En el barrio de Almagro, el 1 de abril de 1908, se fundó San Lorenzo. Por aquellos años, un cura que se llamaba Lorenzo Massa, vio que los chicos de ese club no tenían un espacio adecuado y terminaban pateando la pelota en las calles. El salesiano los invitó a jugar en el Oratorio San Antonio pero, a cambio, les pidió que fueran a misa los domingos. Negoció. Desde entonces, la historia del Ciclón y la Iglesia fueron de la mano. La muerte del Papa Francisco cerró un círculo increíble.

El padre Lorenzo fue uno de los fundadores del club y sus compañeros quisieron que el equipo se llamara como él. El hombre se resistió al principio pero se le ocurrió que sí podía tomar el nombre del Santo Lorenzo, mártir católico del Imperio Romano, quien fue literalmente cocinado a la parrilla. De allí el nombre San Lorenzo. Lo de Almagro fue un agregado que surgió por un pedido de los socios fundadores que residían en la zona.

Todo el mundo sabía del amor que sentía Jorge Bergoglio por el club azulgrana. "Armando Farro, René Pontoni y Rinaldo Martino", repetía con dulzura cuando le preguntaban los nombres de sus ídolos. El Papa había seguido el campañón de aquel equipo de San Lorenzo que dio la vuelta olímpica en 1946. ´´Ese año fui a ver todos los partidos´´, le dijo al cronista de TyC Sports en una nota que se viralizó por estas horas. ´´¿De visitante lo vio?´´, le repreguntó el cronista. ´´A Ferro, solo a Ferro fui´´, le contestó en la breve entrevista el último gran jefe de la Iglesia Católica, quien por estas horas está siendo velado y llorado por casi todo el planeta.

Francisco, qué duda cabe, fue el hincha más famoso de la historia de San Lorenzo. Y lo será para siempre. Su pasión estaba cerca de la casa de Flores en la que transcurrió su infancia, en la calle Membrillar 531. El Viejo Gasómetro, ubicado en Avenida La Plata al 1700, en los terrenos que ahora fueron devueltos al club y en los que los socios sueñan con edificar algún día una nueva cancha, le quedaba a mano.

Allí fue muy feliz el Papa argentino desde chico. Gritó goles y alentó a los suyos pero nunca tanto como a aquella famosa formación del 46 que convirtió 90 goles en 30 partidos: ¡un promedio de tres por fecha! Se trató de un equipo demoledor que terminó campeón con 46 puntos. Le sacó cuatro a Boca y dejó una marca imborrable con ese tridente ofensivo que nunca pudo olvidar Francisco. Entre Pontoni (20), Martino (18) y Farro (17), marcaron 55 veces.

Desde entonces, los caminos de la entidad azulgrana y los clericales siempre fueron de la mano. El joven Bergoglio se hizo fana del Ciclón y se convirtió en el socio número 88.235, según rezaba su carnet. El dato, más que curioso y que también animó comentarios de futboleros esta semana, fue que el padre de la Iglesia murió el lunes a las 2.35 de la mañana, a los 88 años. En Córdoba saltó la banca porque hubo un aluvión de apostadores de quiniela, quienes jugaron a la edad del Papa… Les hizo ganar algunos billetes.

Más allá de esas ¿casualidades?, Francisco contó alguna vez que a su fanatismo por el Ciclón se lo inculcaron sus abuelos, quienes se encargaban cuidarlo a él y a sus hermanos en las vacaciones de verano. Era entonces que iban más seguido a la cancha en familia y así se enamoró del Azulgrana y de las figuras que iban pasando por el Gasómetro.

Desde entonces siempre siguió la suerte de su equipo. Ya elegido como el Padre de la Iglesia, no volvió a pasar por la cancha del Bajo Flores. Incluso cuentan que tampoco veía los partidos por TV porque, ya en 1990, había dejado de mirar la pantalla chica. No le gustaba lo que se veía en la tele, salvo acontecimientos muy específicos que lo demandaran, decía. De todos modos, sabía lo que ocurría y los resultados que iba cosechando partido tras partido San Lorenzo. Tenía informantes específicos y designados para esa función.

"Un guardia suizo me pasa los resultados”, reveló en una entrevista y confirmó que así pudo saber y seguir de cerca, por ejemplo, la campaña que terminó con la victoria sobre Nacional de Paraguay 1-0 en la final de la Copa Libertadores de 2014. Esa vez quiso enterarse, minuto a minuto, cómo iba el partido mientras viajaba hacia Corea del Sur para cumplir una misión de su reinado papal.

Una vez instalado en el Vaticano, recibió a mandatarios de todo el mundo, celebridades y gente común que le pidió audiencias. Atendió a casi todos cuando el tiempo y la salud se lo permitió. No faltaron, entonces, dirigentes, jugadores y hasta hinchas fanáticos del Ciclón, quienes se dieron el lujo de estrecharle la mano. A todos ellos les pedía, con una sonrisa, ´´que gane San Lorenzo´´.

El club de sus amores organizará una misa el sábado en memoria del Papa. Y el equipo que dirige Miguel Angel Russo, en medio de un clima insólito por el Morettigate que avergüenza a los hinchas y por suerte no llegó a ver el Papa, saldrá a la cancha frente a Rosario Central con una camiseta especial para la ocasión. Francisco quizá esta vez sí pueda ver el partido desde el Cielo. Y pida que gane San Lorenzo.

Publicado en LA PRENSA.

https://www.laprensa.com.ar/Que-gane-San-Lorenzo-558957.note.aspx

Gardel arriba a Caracas y resulta un verdadero boom. Por Walter Santoro *


 Gardel arriba a Caracas y resulta un verdadero boom. 

Por Walter Santoro *

El 23 de abril había embarcado en el vapor “Lara” hacia Venezuela, arribando el 25 a La Guaira, desde donde se desplaza en tren hacia Caracas, donde lo recibe una gran multitud, presagiando, al igual que en Puerto Rico, que la respuesta popular iba a ser impresionante.
El 25 de abril Gardel llega a La Guaira, Venezuela, el siguiente país del recorrido, donde permaneció hasta el 23 de mayo, realizando más de veinte actuaciones, tanto en Caracas como en Valencia, Maracaibo y Cabimas. “La llegada a Caracas –contó Gardel– fue algo también increíble. Miles de personas estaban en la estación y se produjo un tumulto formidable”.
Al día siguiente de su llegada, comenzó su serie de presentaciones en Caracas, debutando en el teatro Principal.
Pero todo no era color de rosas, Gardel y el equipo ya comenzaban a sentir síntomas de agotamiento; la gira implicaba una movilización permanente de baúles, el equipo de sonido, escenografía, atención a la prensa, etc., que al avanzar la gira se harán más profundos, creando, en algunas ocasiones, inconvenientes personales entre los miembros de la comitiva.
Esta situación jamás fue mostrada al público, que disfrutaba de todo en toda ocasión. Hoy podemos saber de ellos por la correspondencia personal de algunos miembros del equipo.
Así mismo, si bien el asedio constante de los admiradores era alentador y un bálsamo para Gardel, por otro era un arduo trabajo que le demandaba estar siempre bien y complaciente con todos.
El mismo Gardel, meses atrás antes de emprender la gira, le escribió una carta a Armando Defino donde le expresaba este cansancio y su deseo de retirarse pronto: "Tratá de ubicarme bien el dinero, haciendo todas las economías que puedas, para que el 'retiro' sea más pronto, yo no pienso en otra cosa que en esto".

(*) Presidente de la Fundación Internacional Carlos Gardel.
Publicado en LA PRENSA.

miércoles, abril 23, 2025

Una mirada a un buen papado. Por Eduardo de la Serna.



Una mirada a un buen papado. 

Por Eduardo de la Serna.

Cuando Jorge Mario Bergoglio (JMB) fue elegido Papa, obispo de Roma en 2013 yo estaba en Bogotá. Con los curas con los que vivía subimos al televisor cuando avisaron que se abrirían las puertas y se escucharía el famoso “habemus Papam”. Ciertamente me sorprendió… lo tenía como una lejana posibilidad, pero no figuraba entre los “papabiles”. Al día siguiente, en la facultad, decenas de profesores me apabullaron a preguntas sobre el “argentino”…

 

Antes de la elección de Francisco.

Y, por eso, para empezar, quiero señalar que personalmente, sólo lo vi dos veces, en sendas misas por los 35 años del asesinato de Carlos Mugica. En ambas, solo lo saludé. En otra ocasión, me llamó por teléfono: en un grupo de curas en el que participaba, queríamos escuchar “su campana” por el tema de los jesuitas Jalics y Yorio ya que todos habíamos conocido ¡y querido! a Orlando y le preguntamos si nos podíamos encontrar con él para escucharlo. En la llamada me dijo que lo haría con todo gusto, pero que esperáramos un tiempo porque tenía muchas actividades. Y, finalmente, no concretamos el encuentro.

Y vaya, entonces, este punto de partida: él sabía que muchos (entre los que me cuento) conocíamos la versión de Orlando Yorio, y que la creíamos.

 

1.- Jalics – Yorio

Ambos eran jesuitas, y un grupo de cuatro de ellos habían ido a hacer una experiencia viviendo en comunidad en un barrio popular, muy cercano a la villa 1-11-14, en el bajo Flores. El 1975, el joven JMB fue elegido provincial de la compañía de Jesús (= jesuitas). Los tiempos eran turbios y violentos, y JMB quiso disolver la comunidad, aludiendo a lo peligroso que era. Enrique Rastellini aceptó, entonces, el traslado a Yuto, Jujuy, pero los otros tres, hicieron planteos. El tercero era Luis Dourron. El tema es extenso y no es acá el caso señalarlo, lo cierto es que los tres jesuitas estaban en trance de salir de la compañía para encardinarse (= inscribirse) en alguna diócesis para continuar su experiencia. Morón era la elegida. De hecho, como Luis Dourron era profesor en una escuela de esa diócesis, fue recibido allí y se trasladó a un barrio de Moreno, viviendo con el querido Pepe Piquillem. Pero en ese interim ocurrieron cosas a tener en cuenta. Y doy un paso para adelante para entender mejor. Meses después, un día que Dourron no estaba y Pepe había ido a visitar gente, al volver de noche en la bicicleta, ve su casa rodeada. Un joven le dice “vinieron a buscar a un cura” y Pepe salió volando y fue al obispado. Es la segunda vez, entre paréntesis, que Dourron se salvaba por no estar. Al llegar, el obispo Raspanti le dice a Pepe: “me habían dicho que antes de hacer algo con curas nos iban a avisar”. Y acá un tema… todo invita a pensar que la “católica” (sic) dictadura militar, para no tener conflicto con los obispos, no tocaba curas sin avisar antes (cosa que no ocurrió en todos los obispados, por cierto, como La Rioja lo confirma). Lo cierto es que al arzobispo de Buenos Aires “no le tocaron a nadie” de su diócesis [Marta Diana, entrevista a Pepe Piquillem, en Buscando el Reino, Buenos Aires, Planeta 2013, 187-196, 192-193]. No parece ajeno, entonces, a estos hechos que el arzobispo Aramburu, a fines de marzo de 1976, les retirara a las jesuitas las “licencias ministeriales”, es decir, no podían ejercer como curas en Buenos Aires. Popularmente, “les soltó la mano”. Entre paréntesis, el 23 de mayo, día de la desaparición de Jalics y Yorio, Aramburu estaba en Roma porque al día siguiente, sería nombrado cardenal por Pablo VI.

Pero todo el proceso de dejar la compañía de los tres curas fue conflictivo, y ellos interpretaron que también el provincial les había “soltado la mano”. El tema ha motivado ríos de tinta, y – por ejemplo – en la obra La Verdad los hará libres ocupa un espacio quizás desmesurado en relación a otros temas o casos (tomo I, pp. 606-630; tomo II, pp. 138-142; Buenos Aires: Planeta 2023), seguramente con la intención de exculpar al “ahora” pontífice.

Es evidente que, ya obispo de Roma, Francisco muchas veces tuvo que enfrentar el tema, como en las preguntas que le formularon en algunos de sus viajes (por ejemplo en 2023 en Hungría, tierra de Jalics), y como la película “Los dos papas” lo refiere (cito de memoria la charla de Francisco con Benito donde él dice que Jalics lo perdonó, pero Yorio no, o algo semejante). Es sabido que Francisco Jalics dijo que se había “reconciliado con aquellos momentos” (¿momentos?), que conservaba documentos y cuando se dio cuenta que eso era indicio de que no había perdonado, y los quemó (¿perdonado? ¿a quién?). Pero esto es inseparable de saber que Jalics era jesuita, y para los jesuitas la “obediencia” es un voto supremo (y el cuarto voto de fidelidad al Papa). Por tanto, es fácilmente imaginable que, elegido Francisco, es decir “Papa”, Jalics “debía” decir algo. En lo personal (y por lo tanto es totalmente opinable) debo confesar que le he creído – como ya dije, incluso a JMB – y sigo creyendo en la versión de Orlando Yorio acerca de estos terribles momentos. Simplemente creo que, más responsabilidad que el entonces provincial, tiene el entonces arzobispo de Buenos Aires (y la complicidad general de la Conferencia Episcopal Argentina, por cierto).

 

2.- Curas villeros.

Nadie ignora que, ya arzobispo de Buenos Aires, JMB dio una importante cabida a lo que ya antes eran conocidos como los “curas villeros”. Brevemente indico que este grupo ha pasado por tres etapas (como puede verse en el libro de Jorge Vernazza, Para comprender una vida con los pobres. Los curas villeros, Buenos Aires, Guadalupe 1989, dedicado, entre otros a Orlando Yorio). En un primer momento, un grupo de curas – entre los que se contaba Vernazza, precisamente – empezó a tener compromiso pastoral en villas miseria. Hubo varios que, por la misma época, empezaron a dirigir allí sus esfuerzos pastorales. Con el tiempo, empezó a formarse el “Equipo pastoral de villas de emergencia”, por ejemplo, organizando una peregrinación a Luján. En este grupo, además del mencionado Vernazza se contaban Rodolfo Ricciardelli, Daniel de la Sierra, Carlos Mugica, Pichi Meisegeier (jesuita), Miguel Valle y muchos otros, coordinados por Héctor Botán. Cuando la dictadura comenzó el plan de erradicación de las villas, algunos (como fue el caso de Valle, de la Sierra y Jorge Goñi) acompañaron a “su gente” con lo que dejaron de pertenecer a la arquidiócesis de Buenos Aires. Ahora bien, terminada la dictadura, un grupo de curas jóvenes (algunos ya desde su pasado como seminaristas) fueron a acompañar a los “curas villeros” que quedaban, dando origen a una segunda etapa. Hubo un grupo muy importante de curas, entonces, que, en tiempos del nuevo obispo, Antonio Quarraccino (1990-1998) fueron a las villas de Buenos Aires. En la parroquia Santa María Madre del Pueblo (en la villa 1-11-14) ellos y otros curas tenían reuniones mensuales de reflexión o esparcimiento. En 1998 asume JMB como nuevo arzobispo de Buenos Aires dando mucha atención a los “curas villeros”, incentivando a muchos a que decidieran dirigirse a esta pastoral en medio de los pobres. Comienza así una tercera etapa, seguramente más institucional. De hecho, en un reciente reportaje con el Gato Sylvestre, el Papa Francisco, cuando le pregunta por los curas villeros afirmó que en un principio estaban ideologizados, pero después no y los calificó de “personas grandes”. Todo indica que los supuestamente ideologizados serían los curas villeros anteriores a su llegada como arzobispo [https://www.youtube.com/watch?v=NK86Ptb_p3I, minuto 51]. Ciertamente pareciera referirse a muchos a los que yo considero grandes personas, como es el caso de Rodolfo Ricciardelli, Ernesto Narcisi, por ejemplo.

 

3.- Cercanía con los pobres.

Nada de esto pone en cuestión la cercanía que manifestó JMB con los pobres. Las villas, los cartoneros, las cárceles, los hospitales públicos, las plazas fueron ciertamente espacios en los que no dudó en hacerse presente. Y hacerse presente de verdad, no con impostura. No en vano los pobres de la ciudad de Buenos Aires se sintieron siempre abrazados por él, “estuvo en mi casa”, o “en mi barrio”, “me bendijo”, “abrazó a mi hijo/a” … La “cercanía”, especialmente para los pobres, ciertamente es un “sacramento”. Y muy importante.

 

4.- Sencillez de vida.

Siempre fue pública la sencillez con la que vivió. Tocaba al pueblo en lo cotidiano, desde su viaje en subte (= metro) hasta ir a los barrios por sus propios medios, estar en plazas o fiestas parroquiales. No necesitaba que le contaran lo que “la gente” vivía, sufría, celebraba… lo “sentía” por contacto. Y eso se manifestaba en sus iniciativas pastorales, y en sus palabras y sus gestos.

 

5.- Rol en Aparecida.

Es sabido que cuando fue la asamblea episcopal latinoamericana en Aparecida (2007) fue elegido como presidente de la “Comisión de redacción”. Algunos le han atribuido, por ello, un rol más importante que le que realmente tuvo, pero me quiero detener en un caso que yo considero importante y significativo. Por probable decisión del entonces presidente del CELAM, el cardenal chileno Francisco Errazuriz, la secretaría de todo la que se desarrollaba en la asamblea la tenía el grupo ultra derechista peruano, los “Sodalicios de vida cristiana”. La dinámica de la asamblea indicaba que habría 4 etapas en la redacción: la primera cada grupo presentaba lo que le parecía. En un segundo momento se daba forma a todo eso; se hacían comentarios, críticas y aportes y se hacía una segunda redacción, la tercera etapa. La cuarta – y definitiva – sólo debía tener, para avanzar, el aval de muchos presidentes de conferencias episcopales y los votos de los 2/3 de los presentes. Pues bien, cuando llega la segunda redacción había desaparecido lo referente a las Comunidades Eclesiales de Base (CEBs). Se argumentó que se iba a cambiar de lugar en la redacción y se traspapeló. Lo cierto es que – para reincorporarlo – no se juntaron esos 2/3 necesarios, pero, sin embargo, como presidente de la Comisión de Redacción, JMB logró incorporar lo sustraído. La sensación es que no pareciera que él fuera un admirador de las CEBs pero respetó lo que la asamblea había dicho y fue injustamente cortado. Respetó a la asamblea… (y una de las últimas cosas que hizo, ya salido del policlínico Gemelli en los últimos días, fue decretar la disolución de los Sodalicios en todas sus ramas).

 

6.- Grupos del episcopado claramente en contra.

También es sabido que, como arzobispo de Buenos Aires, y en la Conferencia Episcopal Argentina, JMB tuvo un importante grupo de obispos francamente adversarios. Incluso con denuncias ante la curia vaticana en su contra. Por ejemplo, cuenta Víctor “Tucho” Fernández, entonces rector de la Universidad Católica, que hubo un brindis por el último año de JMB cuando cumplió 74 años ya que, con la clara complicidad del entonces nuncio apostólico, Adriano Bernardini (2003 – 2011), esperaban poner “uno de los suyos” en Buenos Aires [Víctor Fernández, 24 de junio de 2013, cf. https://www.religiondigital.org/opinion/Victor-Manuel-Fernandez-preferencia-Bergoglio_0_1476752349.html]. Poco después de un año de esta “fiesta”, JMB fue elegido nuevo sucesor de Pedro.

 

7.- ¿Seguidor de la “teología del pueblo”?

Muchos, particularmente a partir de su papado, han destacado que JMB se nutrió de lo que se ha llamado “teología del pueblo”. Es sabido que Juan Carlos Scanonne, miembro de este grupo, fue profesor suyo, pero no es menos cierto que cuando viaja a Alemania para preparar su tesis doctoral en teología, su tesis iba a ser sobre Romano Guardini, es decir, nada que ver con la teología del pueblo. Pero, a su vez, también es cierto que él eligió presentar libros de Rafael Tello e incluso hizo sepultar a Lucio Gera en la catedral de Buenos Aires (ambos son los “padres” de la teología del pueblo”). Es probable que, cuando haya tenido una mayor responsabilidad pastoral, ya obispo, haya encontrado en la teología del pueblo una buena luz para su pensamiento y acción. No es menos cierto que esta teología, durante la presencia de López Trujillo y Quarraccino en el CELAM (y todavía un tiempo más con Castrillón y con López), se quiso presentar como contraria a la teología de la liberación (cosa a la que Scanonne no fue ajeno en un período). Decir que no hay “teología de la liberación” o “teología del pueblo” sino simplemente “teología” como hace Emilse Cuda me parece una simplificación y empobrecimiento innecesario. Sería como negar que hay teología tomista, o franciscana, o patrística… También es cierto que esta cercanía de JMB – luego Francisco – a la teología del pueblo lo hizo ser, más tarde, a su vez cercano a Gustavo Gutiérrez y también a otros teólogos latinoamericanos.

 

Elección papal.

 

Como ya señalé, estaba en Bogotá cuando el humo blanco avisaba que había nuevo papa. Cuando con voz temblorosa el cardenal dijo su nombre en latín tardé unos segundos en darme cuenta. Y, debo reconocerlo, mi primera reacción fue pensar: “lo logró”. Nadie duda que a JMB le gustaba el poder (¡y sabía ejercerlo!). Yo había escuchado a otro querido jesuita (que no lo quería, aclaro) decir: “¡este, hasta ser papa no para!). Y, ese día, recordé al buen Alfredo. Pero también tenía claro que – por lo que dije – su vida sencilla, su cercanía con los pobres, y – si se quiere – su mirada peronista, lo haría tener una actitud más pastoral y más humana que lo que vivimos (o padecimos) en los papados anteriores.

 

I.- Algunas sombras

 

Antes de señalar algunas cosas que percibo como sombras de su pontificado, obviamente quiero señalar dos aspectos importantes:

A.- Yo no sé cuánto realmente puede o no. Es fácil decir desde fuera que “debería haber hecho” o cosas por el estilo sin saber si realmente podía o no hacerla. A eso se lo ha llamado “correlación de fuerzas”. Es evidente que esos grupos de obispos adversos que tenía en Buenos Aires se multiplicaron notablemente. Qué eligiera vivir en Santa Marta y no en los palacios vaticanos pareciera ser una manera práctica de “evitar el tecito” que despidió a Juan Pablo I. Pero eso implica conocer que hay fuerzas contrarias que, en lo personal, no ignoro que existen, pero que no logro señalar. Y, por tanto, no es fácil saber si podría o no hacer algo (especialmente si se pretende que ese algo que se hace perdure, y no que sea “flor de un día”).

B.- Tampoco sé cuánto sabe… por ejemplo, para los nombramientos episcopales. Es evidente que para elegir obispos en diferentes países debe dejarse enseñar. Para eso están las nunciaturas (horrible institución, por cierto), o los obispos conocidos, por ejemplo. Pero, entonces, cuando debe elegir obispos en sedes vacantes, no es fácil acertar, si los informantes no dan buena información. El caso del obispo Barros en Chile fue ciertamente paradigmático; incluso el papa defendió a los informantes hasta que se percató de su error y hubo de tomar medidas drásticas.

Un poco diferente es lo ocurrido en el Episcopado argentino, que ciertamente conoce más y mejor… Pero, si bien – y ¿quién estaría en desacuerdo? – Francisco se manifestó firmemente en contra del “carrerismo” en los que aspiran a episcopados o mas aun…, por lo menos se ha de señalar que hay varios casos de obispos (o cardenales o cardenalables) que han hecho del carrerismo su modo de vida. En Argentina y no solo…

 

1.- El problema del feminismo.

En lo personal, creo que el Papa nunca entendió el feminismo, la teología feminista y la centralidad que debieran tener en la Iglesia las mujeres. Es cierto que un número interesante de mujeres han pasado a ocupar lugares importantes en la curia o instancias vaticanas. ¡Y debe celebrarse! Pero, cuando le preguntaron sobre temas feministas, respondió que es un tema que merece estudiarse bien, a lo que más de una teóloga excelsa le respondió que “hace décadas que lo venimos estudiando bien”…

Otro tema en esta misma dirección es el acceso de las mujeres a los ministerios ordenados. Sin duda Francisco, como todos, es hijo de su tiempo y tiene sus sensibilidades y estructuras, pero, quizás por ello, no abrió las puertas ni siquiera al tema del diaconado femenino, a pesar de sus claras raíces bíblicas y tradicionales. De nuevo la “correlación de fuerzas” quizás sea para tener en cuenta, pero ni siquiera cuando sínodos como el de la Amazonia lo propuso, abrió esas puertas. Es evidente, no debe ignorarse, que en el colegio episcopal este es un tema sensible, y basta con ver que cuando se planteó el tema en el pasado sínodo (2024) de pensar el diaconado femenino como una posibilidad (# 60) fue el que tuvo más votos negativos de todo el documento (258 positivos y  97 negativos). Lo cierto es que el tema del acceso de las mujeres a ministerios ordenados todavía es un debe de toda la Iglesia.

 

2.- La presencia de Benito XVI en las cercanías.

No puede negarse que la cercanía del obispo de Roma emérito era un problema. Tomar algunas medidas podía herir su sensibilidad, o, peor aún, alguno podía lograr que él pronunciara alguna voz en contra… El cardenal Sarah, por ejemplo, avanzó en ese sentido en temas litúrgicos; el secretario privado de Benito XVI, Georg Gänswein también. Francisco convivió desde 2013 hasta diciembre de 2022 con una sombra que, ciertamente no quiso manchar. Además, no faltaban los que los contraponían exaltando las innegables cualidades teológicas del alemán, desdeñando las innegables cualidades pastorales del argentino.

 

II.- Algunas luces.

 

Creo que hay una serie de cosas muy importantes del pontificado de Francisco que merecen ser destacadas. Me limito solamente a señalar algunas…

 

1.- Textos iluminadores.

Creo que Francisco escribió una serie de textos que marcaron rumbos. No es acá el caso de señalarlos, porque eso implicaría presentar sus temáticas y excede lo que nos proponemos. Pero sí, hemos de decirlo, textos que abrieron puertas y ventanas. No hubo textos de censuras y rigor, sino de propuestas, de invitaciones, de diálogo. Textos fundamentados, por cierto, como la Laudato Si, y su continuación en la Laudate Deum hincándole el diente al Cambio climático y el cuidado de la “casa común”. Otros más profundamente pastorales, muchos recogiendo lo que muchos episcopados sostenían, mostrando la necesaria universalidad de la Iglesia (en ese sentido, muy diferente del eurocentrismo de Benito XVI que habló de “descubrimiento de América” o que Josefina Bakhita decidió “quedarse con su Paron” [= Patrón, pero ahora, Jesús] y no volver a Sudán, por Europa [como si en Sudán no se pudiera encontrar con Jesús]; Spe Salvi 4 y 16).

También hubo otros textos que parecían escritos para “evitar que lo acusen”, quizás con menos densidad, pero nunca descuidando lo pastoral. Su última encíclica, por ejemplo, sobre el Sagrado Corazón de Jesús, no omite el amor social en toda su última parte, quebrando toda esa mirada individualista que suele acompañar, en algunos casos, esa devoción.

 

2.- Gestos dicentes.

Ya desde su arzobispado, como dijimos, JMB se caracterizó por sus gestos. Siempre simbólicos. Hasta el punto que, me consta, hubo quienes pretendieron distinguir el magisterio de los textos, que debiera ser respetado, del magisterio de los gestos, que puede ser rechazado… Evidentemente, su visita a Lampedusa, como primer viaje fuera de Roma, fue sumamente significativo, y marcó, además, un tema que impregnó su pontificado en gestos y palabras: el drama de los migrantes.

Los gestos se multiplicaron, y ya eran de esperar los jueves santos para ver a quiénes le lavaría los pies ese día. La visita a los presos, por ejemplo, fue – hasta los últimos días – un sello de su papado. Sus actitudes de recibir – sin señalar acusadoramente – a jóvenes LGTB, a personas abusadas por curas, la comida con pobres en diferentes lugares, mostró sencillamente un rostro semejante a Jesús. Ver un papa más cercano al Nazareno que a Constantino es un buen mensaje para nuestro tiempo. Que apareciera sin los absurdos zapatitos rojos – algo que extrañamente causó escándalo en algunas mentes menores – merece celebrarse.

 

3.- Transparencia.

 Es interesante destacar otro aspecto que me parece importante… Como la realidad invita, es sensato en muchas ocasiones “pensar mal”. Creo que nadie imaginará que las palabras de Trump en favor de la paz en Ucrania provengan de un pacifista. Nadie diría que Trump lo es (y el silencio sobre Gaza, y el desconocimiento de Sudan, entre otras atrocidades bélicas contemporáneas así lo demuestran) … Pues bien, nadie piensa que la insistencia de Francisco pidiendo por la paz tenga “segundas intenciones”. Es simplemente y sencillamente una voz proveniente de un trabajador por la paz del mundo. Y lo mismo ha de decirse de su insistencia en la defensa de los pobres, o del cuidado de la casa común (la ecología). No había “algo escondido” en sus palabras sino simplemente defensa de la paz, del cuidado de la casa o de la vida de los pobres. Y, por eso, no dudó asimismo en enfrentar las causas. Porque la guerra, el empobrecimiento y demás atrocidades tienen causas. “Este sistema mata”, dijo claramente. Eso le provocaron insultos soeces, como los que pronunció el luego presidente de la Argentina.

 

4.- Concilio Vaticano II.

Con Juan XXIII y Pablo VI la Iglesia se abrió al mundo. Se decidió a salir de su castillo sagrado y se decidió a “encarnarse”. Ciertamente eso no significa decir “estoy de acuerdo con todo”. No lo es; ni debiera serlo. Pero es estar allí, y no señalar, no condenar con dedos acusadores. El Concilio Vaticano II promovió una Iglesia viva en medio de la historia (con todo lo que esto significa, porque no es ingenuidad). Pero los miedos e inseguridades llevaron, durante los pontificados de Juan Pablo y Benito a encerrarse en un “invierno eclesial”; volver a las fortalezas de las seguridades y a los dedos condenatorios (como el de Juan Pablo II a Ernesto Cardenal; en 1985… recién perdonado por Francisco en 2019). El Concilio quedó “cajoneado” hasta el extremo de que se rehabilitaron las misas en latín con la antigua liturgia (cosa que causó un conflicto entre el papa Benito y Peter Hünermann, presidente de la asociación de teólogos europeos, que le señaló el error teológico como consecuencia de que “lex orandi, lex credendi”, es decir que lo que la Iglesia creer es lo que celebra).

No cabe duda que el papa Francisco intentó por todos los medios revitalizar el Concilio Vaticano II (en lo personal, creo que con excepción de la constitución Dei Verbum, donde el Concilio habla de la Biblia, cosa que, creo yo, no fue un tema importante en el pontificado de ninguno de los últimos papas; Francisco incluido). Cuando habla de la Iglesia “hospital de campaña” no hace sino presentar una Iglesia que está en medio de la historia y allí vive (y, a veces, se enferma). La imagen del Buen Samaritano acompañó diferentes momentos fundamentales de su papado. ¡Nada menos!

 

5.- Sencillez de vida.

Como lo hizo en su arzobispado, también su papado quedó marcado por la sencillez. Ya desde el primer momento, al asomarse al balcón, despojado de oropeles y lujos, y mostrarse sencillo pidiendo al pueblo que lo bendiga, hasta los últimos momentos. Que no tuviera problemas en mostrarse frágil, en silla de ruedas, apenas capaz de movimientos y con una voz casi de ultratumba, mostró la fragilidad. Que no tuviera problemas en mostrarse con pantalones, una camiseta y un poncho saludando a los trabajadores en la Basílica de San Pedro lo reveló en la sencillez de la vida. Escándalo para aquellos o aquellas cuya fragilidad es mental. Y así, con esa sencillez, sencillamente ¡murió!

 

Conclusión.

Creo que – a modo de ejemplo final – podemos señalar que acaba de irse al encuentro de la Trinidad un papa más parecido a Pablo VI que a Juan Pablo II. Algunos se preguntarán: ¿era un revolucionario? En lo personal, no lo creo. En nuestro tiempo, creo yo, necesitamos algunas voces proféticas. ¡Y no las hay! Pero Francisco se mostró pastor; y vaya si necesitamos pastores en tiempos de tanto desconcierto (“como ovejas sin pastor”).

¿Qué viene ahora? Con “temor y temblor” habrá que esperar las próximas semanas para saber si en la Iglesia se deciden a seguir las huellas de un buen pastor, o de cantar loas a un príncipe; si las periferias siguen estando en el centro o volvemos a un invierno que amenaza con el cambio climático y una derecha casi omnipresente. Dios dirá… y seguramente dirá. ¡Ojalá sea escuchado!

 

Imagen del Espíritu Santo en la Basílica de San Pedro tomada de https://es.wikipedia.org/wiki/Esp%C3%ADritu_Santo.

BLOG 2 DE EDUARDO DE LA SERNA.

https://blogeduopp1.blogspot.com/2025/04/una-mirada-un-buen-papado.html

 

Aldo Duzdevich: "En confianza, Francisco te decía que estaba podrido del tipo que se venía a sacar la foto".

 

Aldo Duzdevich: "En confianza, Francisco te decía que estaba podrido del tipo que se venía a sacar la foto".

El periodista y escritor, autor del libro Salvados por Francisco, reflexionó sobre el legado de Jorge Mario Bergoglio al frente del Vaticano y su relación con nuestro país.

"Es el argentino más importante de la historia mundial, indudablemente. No va a haber otro hombre con la trascendencia que ha tenido. Y se la ganó porque, en una etapa tan compleja de la historia humana, es el único líder mundial que está pregonando, peleando y difundiendo la necesidad de construir un mundo más vivible, una sociedad más humana", sostuvo el periodista y escritor Aldo Duzdevich, autor del libro Salvados por Francisco (2019).

En esa línea, aseguró que el Sumo Pontífice, quien murió este lunes a los 88 años, integraba la mesa chica de los líderes mundiales con mayor peso en la actualidad junto Donald TrumpVladimir Putin y Xi Jinping: "De todos esos, el hombre de más relevancia hoy, y lo será durante muchos años, era nuestro papa Francisco", aclaró.

"Lo que pasa es que aquí lo escuchamos poco y siempre de forma sesgada, en función del manoseo que siempre hubo. Pero si uno lee su última encíclica, es una encíclica que no está dirigida a los católicos, sino al conjunto de los humanos. Allí hace una detallada descripción crítica de la situación que vive el mundo y da una serie de propuestas sobre cómo romper esta trampa de una sociedad dominada por el dinero, al cual él llamaba 'el estiércol del diablo'. Esto lo veía, y era su figura y su pensamiento seguido por todas las personalidades mundiales. Eso va a perdurar. Y su legado va a cobrar cada vez mayor magnitud", auguró Duzdevich en diálogo con la 750.

Por qué no vino a la Argentina.

Consultado por la siempre postergada visita del Papa a nuestro país, el periodista y escritor expresó: "Yo no quiero usar la palabra 'berreta', pero creo que no vino por la grieta y por la utilización que se hacía de él. En confianza, Francisco te decía que estaba podrido del tipo que se venía a sacar la foto. Me dicen que es para mostrársela a la familia y después empapelan Buenos Aires, decía. Todas estas cosas le jodían profundamente. Su vocación era tender puentes, romper las grietas. Estaba entrampado, al venir a Argentina, en ese debate".

Y continuó: "Que si venía en un gobierno era utilizado por uno y castigado por otros, y al revés. Creo que esto fue lo que le impidió. Este esperar que Argentina cambie fue lo que le impidió volver a su tierra. Le molestaba que dijeran que era peronista. Él era un hombre del pensamiento nacional, latinoamericano. Con muchas coincidencias con la doctrina del peronismo. Pero claro, porque se funda en la doctrina social de la Iglesia. ¿Qué es una cosa y qué es otra? Yo leo a Francisco y pienso que es peronismo en su máxima expresión. Pero hay que sacarle el sello partidario. No hay ninguna razón por la cual ponerle el sello partidario".

Y concluyó: "Algunos de sus amigos más cercanos son nombres desconocidos. Personas absolutamente cercanas que seguramente no nos suene el nombre. Porque cultivaba un bajo perfil y evitaba hacer ese uso de 'yo soy el amigo del Papa'. Yo tuve durante todo este tiempo esa precaución de no poner mi foto con él. No sé si él me consideraría un amigo, puede ser: estuve dos veces con él y tenía un diálogo por mail bastante habitual. Creo que la forma de conservar su amistad era no exponerlo y manejarse con mucho respeto".

Publicado en Página/12.

https://www.pagina12.com.ar/819774-aldo-duzdevich-en-confianza-francisco-te-decia-que-estaba-po

El legado de una Iglesia nueva. Por Aldo Duzdevich.

Velas decoradas, flores y fotografías del Papa Francisco en la base de la estatua deJuan Pablo II afuera del Hospital Gemelli. REUTERS/Ciro De Luca.

El legado de una Iglesia nueva.

A lo largo de sus doce años de papado, Francisco reorientó a la Iglesia hacia un futuro incierto pero esperanzador, dejando un legado de cambios profundos y una constante búsqueda de unidad y transformación global.

Por Aldo Duzdevich.

Hace varios años, Aldo Carreras, con la confianza de quien habla de un amigo a quien conoce desde siempre, me dijo: “Este loco se propuso dos objetivos: cambiar la Iglesia y cambiar el mundo”.

Para quienes no lo conocen, el profesor Aldo Carreras es un hombre vinculado a la Iglesia, la educación y el peronismo, y fue una de las personas más cercanas a Francisco, pero siempre mantuvo un perfil muy bajo. Y cuando dice “este loco”, me estaba diciendo “Francisco no se anda con chiquitas, apuesta muy fuerte, tal vez demasiado fuerte para sus posibilidades reales”.

Yo suelo comparar la edad de Francisco cuando inicia su papado, con la edad de Perón cuando asume su presidencia en 1973. Muchos críticos dicen “Perón sabía que le quedaba poco tiempo de vida, no debió ser presidente”. Cuando Francisco inició su papado se escuchaba lo mismo: “Le falta un pulmón”, “tiene muchos problemas de salud”, “no va a durar demasiado”.

Soy un convencido de que aquellos hombres que son convocados por la historia no miden riesgos y se sienten más cerca de la eternidad que de la finitud humana. Aunque la biología no entiende mucho de demandas históricas y juega malas pasadas.

Claro que con Francisco además de la biología tuvo otras ayudas. Cuando le preguntaban: “¿Tenemos Francisco por muchos años más?”, respondía: “Que lo diga El de arriba”. Traducido: tengo una misión que cumplir y la seguiré cumpliendo hasta que Dios decida.

Hoy “El de arriba” decidió. Y quienes aprendimos a quererlo estamos sufriendo el dolor y la tristeza por su partida.

Pero Dios fue generoso y le dio a Francisco doce años de una lucidez y vitalidad envidiables en una persona de su edad. Arrancaba su día a las 4 o 5 de la mañana para rezar. Leía, escribía, llamaba por teléfono a mucha gente sencilla, tenía un maratón de audiencias todos los días, viajaba. Solía aclarar: “Eso sí, siempre duermo una hora de siesta...”. Como si fuese una vacación reparadora.

Una fotografía del papa Francisco.

Una fotografía del papa Francisco proyectada en el Obelisco de Buenos Aires. (Foto AP/Natacha Pisarenko)

El tiempo es superior al espacio.

El pensamiento y la acción del Papa Francisco se basan en cuatro principios que lo guían desde su juventud: “El tiempo es superior al espacio; la unidad prevalece sobre el conflicto; la realidad es más importante que la idea; el todo es superior a la parte”.

En su Encíclica Evangelii Gaudium desarrolla estos cuatro principios.

“El tiempo es superior al espacio”. “Este principio permite trabajar a largo plazo, sin obsesionarse por resultados inmediatos. Ayuda a soportar con paciencia situaciones difíciles y adversas, o los cambios de planes que impone el dinamismo de la realidad (...). Uno de los pecados que a veces se advierten en la actividad sociopolítica consiste en privilegiar los espacios de poder en lugar de los tiempos de los procesos.”

“Darle prioridad al espacio lleva a enloquecerse para tener todo resuelto en el presente, para intentar tomar posesión de todos los espacios de poder y autoafirmación. Es cristalizar los procesos y pretender detenerlos. Darle prioridad al tiempo, es ocuparse de iniciar procesos más que de poseer espacios”.

“Se trata de privilegiar las acciones que generan dinamismos nuevos en la sociedad e involucran a otras personas y grupos que las desarrollarán, hasta que fructifiquen en importantes acontecimientos históricos. Nada de ansiedad, pero sí convicciones claras y tenacidad.”

Cuando Francisco se puso al hombro la tarea de impulsar profundos cambios en la Iglesia Católica, lo que hizo fue justamente aplicar este principio.

Otro amigo, Julio Baraibar, ayer escribía que Francisco ha logrado “deseuropeizar” a la Iglesia Católica, al convertirla en la iglesia de las periferias, una Iglesia que se proyecta hacia Oriente, África y América Latina.

Justamente de eso se trata lo de “iniciar procesos”, Francisco ha dado un giro y nueva orientación a la Iglesia que no descansa solo sobre su persona, sino que ha generado “nuevos dinamismos que van a fructificar en importantes acontecimientos históricos”.

La última vez que lo vi en 2019, le comenté: “Usted está nombrando cardenales de distintos países”. Su respuesta fue: “Sí, antes se ocupaba el Cardenal Bertone y nombraba mayoría de cardenales europeos, ahora yo estoy cambiando un poco eso…”.

Al día de hoy, el Colegio cardenalicio está formado por 252 cardenales; 138 son electores y participarían en el próximo cónclave que elegirá al sucesor del papa Francisco. Cuatro de cada cinco cardenales que votarán en el futuro cónclave han sido elegidos por el pontífice argentino. En la última década, el Colegio cardenalicio se ha hecho más universal y más joven: hay 94 países representados y la edad media de los electores es de 69 años.

El tiempo es superior al espacio y el proceso de cambio en la Iglesia Católica está en marcha indetenible.

Nos queda el dolor de no haberlo recibido en su tierra

Entre tantas macanas que se mandó el progresismo que cooptó al peronismo en los últimos años, está el haber despreciado y estigmatizado a Jorge Bergoglio, el primer Papa de las periferias.

Un periodista con enorme poder sobre el aparato cultural del kirchnerismo inventó una historia falsa sobre el papel de Jorge Bergoglio durante la dictadura. Historia falsa repetida miles de veces por toda la prensa seguidora del catecismo progresista.

A la vez, los sectores conservadores de la Iglesia Católica y de la derecha liberal le colgaron el sayo de Papa “peronista”.

En lo que sí coincidían todos -hasta el presidente actual que lo había insultado públicamente– es que era bueno y necesario ir a Roma a sacarse una foto con un líder de enorme prestigio mundial.

Cada lado de la grieta lo tironeaba para su lado. Y cuando se le preguntaba por qué no venía, respondía que no estaban dadas las condiciones. Su fundado temor era que su visita a la Argentina no sirviera para tender puentes como él deseaba sino para ser un motivo más de desencuentros.

Hoy ya no lo tenemos con nosotros.

Tengo profunda fe en que las nuevas generaciones, descontaminadas de tanto fuego de artificio, descubrirán al Papa Francisco que sus contemporáneos no supimos ver.

Querido Francisco, hoy somos muchos los que estamos rezando por Usted.

PUBLICADO EN INFOBAE.

https://www.infobae.com/opinion/2025/04/21/el-legado-de-una-iglesia-nueva/