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...." el pueblo recoge todas las botellas que se tiran al agua con mensajes de naufragio. El pueblo es una gran memoria colectiva que recuerda todo lo que parece muerto en el olvido. Hay que buscar esas botellas y refrescar esa memoria". Leopoldo Marechal.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.
“Amar a la Argentina de hoy, si se habla de amor verdadero, no puede rendir más que sacrificios, porque es amar a una enferma". Padre Leonardo Castellani.

“
"La historia es la Patria. Nos han falsificado la historia porque quieren escamotearnos la Patria" - Hugo Wast (Gustavo Martínez Zuviría).

“Una única cosa es necesario tener presente: mantenerse en pie ante un mundo en ruinas”. Julius Evola, seudónimo de Giulio Cesare Andrea Evola. Italiano.

martes, septiembre 24, 2024

La supuesta dicotomía entre liberales y radicales en la UCR.

 


Por Diego Barovero.

El año pasado al cumplirse cien años de la presidencia de Alvear, ‘El Club de la Libertad’ -prestigiosa institución liberal- me invitó a disertar en un panel que aludía al expresidente y nieto del héroe de Ituzaingó como ‘un presidente liberal’, concepto sobre el que se explayaron los demás oradores que participaron.
Cuando llegó mi turno, con el mayor de los respetos, dije que me permitía señalarles que Marcelo Torcuato de Alvear había sido un presidente radical dado que había adherido a la UCR desde su inicio en la vida política a fines del siglo XIX cuando era un jovencísimo abogado cautivado por la figura mítica de su líder Leandro Alem y había terminado sus días como máxima autoridad de dicho partido al que había consagrado su vida, sus anhelos, sus desvelos y esfuerzos, incluyendo en ellos sus seis años como primer magistrado.

LA RELACION CON YRIGOYEN
También señalé en la oportunidad algo que he trabajado en estas crónicas. La relación de Alvear con Yrigoyen que, aunque con breves altibajos, fue constante por cuarenta años de solidaridad política. Lo cual se demuestra con las dos oportunidades en que el “caudillo radical” lo eligió su sucesor; en 1922 para ser primer magistrado y en 1931 como líder del partido radical proscrito y perseguido.

EXPLICACION NECESARIA
En los últimos días y en contexto de una campaña electoral para la segunda vuelta o balotaje y motivados en la desesperante necesidad de conseguir adhesiones que se traduzcan en votos hemos escuchado decir que el auténtico radicalismo es el que sigue la línea Alem-Alvear como la que representa el ideario del más antiguo partido nacional que ha recorrido tres siglos de existencia.
El tamaño de la impostura nos exime de asumir la responsabilidad de desmentir o ratificar el aserto aunque desde la óptica de esta columna que habitualmente aborda la temática histórica del radicalismo nos resulta difícil sustraernos a la tentación de ofrecer una explicación procurando clarificar episodios y situaciones en torno a las cuales -aunque sean verídicas- se construye una narrativa que se choca de bruces con la realidad.
El subterfugio no nos impide decir que son falsedades que deben ponerse negro sobre blanco (no al revés, como erróneamente se afirma).
Alem fue un auténtico romántico de la política, por lo tanto las ideas liberales habían calado hondamente en él y las representó cabalmente en su extenso “cursus honorum” que lo llevó a ocupar escaños como diputado a la legislatura de Buenos Aires y como diputado y senador al Congreso Nacional. Lo hizo en representación de diversos partidos, algunos efímeros y otros de existencia más prolongada.
El viejo Partido Autonomista que lideró Adolfo Alsina, caudillo porteño por excelencia fue su alma mater. Enemistado con él, Alem pasó a fundar el Partido Republicano junto a su habitual compañero de luchas, Aristóbulo Del Valle, que se evaporó muy pronto. Luego de un tiempo alejado de la política activa retornó convocado por la joven generación porteña (que integraba Alvear) que había dado vida a esa primigenia Unión Cívica de la Juventud que bien pronto descartó dicho aditamento cuando los senectos Mitre, Irigoyen, Estrada junto a la generación intermedia representada por Alem, Del Valle e Hipólito Yrigoyen tomaron protagonismo en aquella Unión Cívica que aspiró a conducir la transición republicana del viejo régimen conservador oligárquico. La palabra liberal (que alguna vez fuera utilizada para denominar un Partido al que adhirió Barolome Mitre pero que pronto pasó a llamarse Partido Nacional) no serviría para denominar esa nueva fuerza que asomó pujante, novedosa y combativa para enfrentar al conservadorismo. Promovían ideas del liberalismo pero no eligieron llamarse liberales.

¿LIBERALES VS. RADICALES?
Tampoco sería la ecuación correcta. Alem y Del Valle si bien identificados con las ideas del liberalismo político, combatieron con pasión políticas ultraliberales en lo económico sobre todo en la presidencia de Juárez Celman ya antes de la Revolución de 1890. Ha dicho además Yrigoyen a través de los varios lustros en que combatió al régimen oligárquico "nuestro programa es la Constitución Nacional", plexo que sin dudas contiene los grandes lineamientos de la visión liberal de la Argentina del siglo XIX, aunque la lucha más fogosa se dio precisamente para hacer realidad por medio de la garantía del sufragio el principio representativo que asegura el artículo primero de nuestra ley suprema.

LOS POSTULADOS
Si atendemos a la evolución de las relaciones socioeconómicas en los gobiernos radicales de Yrigoyen y Alvear podrá comprobarse que en ambos casos los viejos postulados liberales fueron en general respetados y puestos en práctica. Ambos con austeridad cuidaron el déficit y ordenaron las cuentas públicas (Yrigoyen recibió el comercio exterior jaqueado por la Gran Guerra Europea). También ambos presidentes, supieron introducir correcciones en el sistema económico cuando razones estratégicas así lo recomendaban: atenuar las desigualdades construyendo un Estado social de derecho con leyes laborales y los primeros regímenes previsionales, la creación de YPF e implementación de una agresiva política de desarrollo territorial.
Así, marcamos que la supuesta dicotomía planteada entre liberales y radicales en el seno del radicalismo (partido horizontal, policlasista, de raíz movimientista) es argumentativo y puramente literario, inspirado -es obvio- en atendibles motivos proselitistas que la urgencia de la hora exige.

Publicado en Diario LA PRENSA.

14/11/2023.

https://www.laprensa.com.ar/La-supuesta-dicotomia-entre-liberales-y-radicales-en-la-UCR-537447.note.aspx

Otra vez sobre liberales y radicales.

Por Diego Barovero.

En el fragor del debate público y las disidencias que se plantean en torno a temas de actualidad ha vuelto a escucharse y leerse la cuestión en torno a la adhesión al liberalismo del fundador de la UCR, Leandro Alem. Recientemente el diputado Alberto Benegas Lynch ha sostenido que aquellos diputados que siendo parte del bloque radical votaron junto al oficialismo por la negativa al aumento de las jubilaciones en resguardo del equilibrio fiscal estarían siendo fieles al pensamiento del fundador y los orígenes de la UCR.

El tamaño de la impostura del mentado legislador intentando justificar un evidente y flagrante transfuguismo de quienes en una primera oportunidad votaron junto a su bloque afirmativamente el citado aumento jubilatorio para cambiar sospechosamente su voto luego de una audiencia profusamente difundida con fotos en redes exhibiéndose con el presidente que vetó dicha norma, nos exime de asumir la responsabilidad de desmentir afirmaciones que los hechos se ocuparon de demostrar.

VERDAD HISTORICA

Nos ocuparemos si de hacer honor a la verdad histórica señalando que Leandro Alem fue un auténtico romántico de la política en quien como tantos las ideas liberales habían calado hondamente, representándolas cabalmente a lo largo de su trayectoria política como diputado a la legislatura de Buenos Aires y como diputado y senador al Congreso. Si se revisa su cursus honorum se constatará que Alem ejerció los mandatos populares para los que fuera electo en representación de diversos partidos, algunos efímeros y otros de existencia más prolongada. Integró partidos preexistentes a su incorporación a los mismos y fundó nuevos. Ninguno de aquellos llevó la denominación “Liberal” aunque los postulados de la libertad estuvieran presentes en su ideario y programa.

Alem integró el Partido Autonomista liderado por Adolfo Alsina, caudillo porteño que fue gobernador de Buenos Aires y vicepresidente de la República. Enemistado con él, Alem junto a su amigo y compañero de luchas Aristóbulo Del Valle fundaron el Partido Republicano que se evaporó muy pronto aunque intentó impulsar la candidatura de Sarmiento para un nuevo mandato presidencial en el ‘80.

Alejado de la política militante Alem retornó convocado por la joven generación porteña que había dado vida a la primigenia Unión Cívica de la Juventud que bien pronto descartó dicho aditamento cuando fundó la Unión Cívica que presidió hasta la ruptura y la consiguiente fundación de la Unión Cívica Radical, de la que fue presidente y a la que representó en el Congreso. La palabra liberal que alguna vez fuera utilizada para denominar un Partido al que adhirió Bartolomé Mitre que pronto pasó a llamarse Partido Nacional no fue elegida para nombrar esa nueva agrupación que asomó pujante, novedosa y combativa para enfrentar al régimen conservador oligárquico.

Aunque promovían ideas del liberalismo no eligieron llamarse liberales, simplemente porque no lo eran. ¿Qué dificultad hubieran tenido en elegir la denominación Partido Liberal, Unión Liberal o Unión Cívica Liberal? Sencillamente ninguna. Eligieron no llamarlo así porque no era un partido liberal. Algo más, Alem y Del Valle si bien identificados con las ideas del liberalismo político, combatieron con pasión políticas ultraliberales en lo económico de Juárez Celman y en sus intervenciones parlamentarias aparecen menciones al Estado y a la necesidad de regular la economía, impedir la formación de oligopolios y proteger a las industrias. Yrigoyen también sostuvo a su tiempo: "Nuestro programa es la Constitución Nacional", que resume los grandes lineamientos de la visión liberal de la Argentina del siglo XIX.

POSTULADOS LIBERALES

Si atendemos a la evolución de las relaciones socioeconómicas en los gobiernos radicales de Yrigoyen y Alvear podrá comprobarse que en ambos casos los viejos postulados liberales -más no anti estatistas- fueron generalmanete aplicados ya que sus administraciones fueron ejercidas con austeridad, cuidaron el déficit y ordenaron las cuentas públicas. En particular merece señalarse a Yrigoyen que en su primera gestión recibió el comercio exterior jaqueado por la Gran Guerra Europea. También ambos presidentes, supieron introducir correcciones en el sistema económico cuando razones estratégicas así lo recomendaban: atenuar las desigualdades construyendo un Estado social de derecho con leyes laborales y los primeros regímenes previsionales, la creación de YPF e implementación de una agresiva política de desarrollo territorial.

La UCR que atravesó tres siglos de la historia argentina con un devenir no siempre parejo y regular, puede exhibir su permanente condición de partido político democrático, igualitario, policlasista y de raíz movimientista y popular. Las ideas del liberalismo político fueron características de su larga tradición no así las del liberalismo económico a ultranza y antiestatista aún en sus orígenes, como pretenden hoy algunos endilgarle por interés argumentativo electoralista.

domingo, septiembre 22, 2024

Gato Peters - La gracia del apellido (Grabado en el Teatro Ideal de Venado Tuerto).

 


19 septiembre 2024 (hace dos días).

sábado, septiembre 21, 2024

Georgia recuerda el gesto de la Argentina Por Roberto Elissalde.


Georgia recuerda el gesto de la Argentina.

El pasado domingo se cumplieron 105 años del reconocimiento de la independencia de la República de Georgia por el gobierno nacional. El decreto firmado ese día por el presidente Hipólito Yrigoyen y su canciller Honorio Pueyrredón, y los antecedentes que llevaron a este acto administrativo, se encuentran en el Archivo Histórico del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, y señalan el comienzo de esta relación bilateral.

José F. Sívori en su biografía del canciller Pueyrredón destaca que el Gobierno supo interpretar con justeza al pueblo de la República y que “había una clara y sana política internacional”, destacando que “siempre hace falta el hombre con el tacto necesario para los grandes asuntos. Y digamos que Pueyrredón lo tuvo en esos días para la Nación”.

Parte fundamental en ejecutar el trabajo fue el embajador argentino acreditado en la legación de Alemania, Luis B. Molina, diplomático de destacada actuación que se desempeñaba en esa desde 1910 y que habría de serlo hasta 1925. No fue menor su actuación en esos tiempos en que, como lo señala Diego Barovero, “la primera guerra mundial que azotó al viejo continente entre 1914 y 1918 hizo pasar momentos muy difíciles a la República Argentina, como los episodios en torno al hundimiento de los buques argentinos ‘Protegido’ y ‘Toro’”.

El reconocimiento por nuestro país fue recordado al día siguiente en la Plaza San Martin, oportunidad en la que el embajador Gvaram Khandamishvili se refirió a ese acontecimiento en un pormenorizado discurso en el que además recordó los 32 años de relaciones diplomáticas entre ambos estados.

Del acto participaron el vicecanciller Leopoldo Sahores y representantes de muchos países acreditados ante el Gobierno nacional y miembros de la colectividad. Especialmente invitados estuvieron en dicha ceremonia los Institutos Nacionales Sanmartiniano e Irigoyeniano, representados por quien escribe estas líneas y el Dr. Barovero, titular del último, respectivamente.

Una nota simpática y a la vez emotiva fue posteriormente la exhibición en el Palacio San Martín de alguna documentación y del uniforme del embajador Molina, en presencia de sus descendientes, que el embajador Khandamishvili agradeció con breves palabras.

* Roberto Elissalde. Historiador. Vicepresidente 1º del Instituto Nacional Sanmartiniano y de su Academia.

Publicado en LA PRENSA.

https://www.laprensa.com.ar/Georgia-recuerda-el-gesto-de-la-Argentina--550479.note.aspx

21 DE SEPTIEMBRE: DÍA DEL ESTUDIANTE EN ARGENTINA.


El 21 de septiembre suele ser una fecha festiva para todos los estudiantes argentinos ya que se aprovecha para conmemorar el día del estudiante mediante la realización de picnics, encuentros con amigos o simplemente el disfrutar del asueto haciendo nada. Pero, ¿por qué se elige esta fecha para recordar a los estudiantes?

Corría el mes de septiembre del año 1888 cuando el día 21 de Septimbre fueron repatriados los restos de Domingo Faustino Sarmiento desde Asunción del Paraguay, donde residía al momento de su fallecimiento, de su paso al Oriente Eterno.

En 1902  el joven estudiante Salvador Debenedetti con sus 18 años, recién ingresado a la carrera de Filosofía y Letras, era el presidente del Centro de Estudiantes de la facultad. Desde ese lugar propuso celebrar el Día del Estudiante. Una idea genial que prendió rápido como yuyo seco.

De inmediato, la iniciativa de Debenedetti contó con la aprobación de las autoridades. El evento consistía en un homenaje a la figura del ex presidente Sarmiento, por la gran obra realizada en favor de la escolarización de los niños llegando a instalar la educación libre y gratuita, en el que se leían fragmentos de sus obras y discursos.

Primeramente, solo se realizaba en aquella casa de estudios, la celebración comenzó a ganar notoriedad con el paso del tiempo y se extendió primero a otras universidades y, luego, a todo el espectro educativo argentino.

Debenedetti había nacido el 2 de marzo de 1884 y dedicó su carrera profesional a la arqueología y antropología luego de su paso universitario. 

Fue iniciador junto a su mentor Juan Bautista Ambrosetti de la arqueología en la Argentina.

Finalmente Salvador Debenedetti falleció a los 46 años el 1º de octubre de 1930.

miércoles, septiembre 18, 2024

18 de septiembre en Chile. Fiestas Patrias en Chile. Primera Junta Nacional de Gobierno.


18 de septiembre en Chile. Fiestas Patrias en Chile. Primera Junta Nacional de Gobierno.

En Chile, el día nacional es el 18 de septiembre y sirve también para anticipar la primavera en las fondas o ramadas, cobertizos provisorios que acogen tabernas igualmente ocasionales, que ofrecen comidas típicas, empanadas, chicha y vino tinto, donde además se bailan cuecas y cumbias.

Un error común que a menudo se repite en estas fechas es confundir las celebraciones del 18 de septiembre en Chile con la Declaración de Independencia del país. Aunque es una fecha de gran importancia para los chilenos, no se conmemora la independencia en sí, sino un acontecimiento crucial en el proceso que llevó a ella.

Cuando se piensa en la Independencia de Chile, muchos se imaginan los festejos que se llevan a cabo cada 18 de septiembre.

¿Por qué las Fiestas Patrias en Chile no se celebran el 12 de febrero?

La Declaración de Independencia fue firmada por Bernardo O’Higgins el 1 de enero de 1818 en Concepción. Sin embargo, más tarde, una nueva acta se aprobó y presentó a la ciudadanía en Talca, el 12 de febrero de 1818.

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“La razón por la que las Fiestas Patrias en Chile se celebran en septiembre y no en febrero.

Resulta que, en un inicio, sí había celebraciones en dicha fecha de verano. Sin embargo, algunos estudiosos, como explicó en su momento el historiador Cristóbal García-Huidobro a BBC, apuntan al rol que tuvo la Iglesia Católica, quien habría solicitado un cambio de fecha por su proximidad con la Semana Santa.

Lucrecia Enríquez, profesora de historia de la Universidad Católica de Chile, señaló al mismo medio que, además, la declaración de independencia guardaba una relación muy estrecha con la imagen de Bernardo O’Higgins. Este fue derrocado en 1823, pasando a ser una figura non grata para una parte de la población.

Según constata la Biblioteca Nacional de Chile, durante el gobierno de José Joaquín Prieto, en 1837 se dictó un decreto por el cual se eliminó el festejo del 12 de febrero, quedando solo el 18 de septiembre.

Esto fue, según la historiadora Paulina Peralta, entre otras razónes, con el fin de “consolidar el sentimiento de nacionalidad en el pueblo chileno”, ya que existían diferentes celebraciones con fines muy similares.” ¿Por qué las Fiestas Patrias no se celebran el 12 de febrero, día de la independencia? Por Bárbara Haas. Lunes 12 febrero de 2024 |https://www.biobiochile.cl/

Lo cierto es que el 18 de septiembre de 1810 tuvo lugar la Primera Junta Nacional de Gobierno, ocho años antes de la firma y juramento definitivo del Acta de Declaración de Independencia.

Si bien este fue un hito clave para la posterior emancipación del país, es importante comprender la naturaleza de este mismo, la cual incluso se enmarcó en un fuerte sentido de lealtad al rey de España, Fernando VII.

No, no es la Independencia: qué se celebra realmente cada 18 de septiembre en Chile.

Por Bárbara Haas. 

Miércoles 18 septiembre de 2024 | https://www.biobiochile.cl

Un error común que a menudo se repite en estas fechas es confundir las celebraciones del 18 de septiembre en Chile con la Declaración de Independencia del país. Aunque es una fecha de gran importancia para los chilenos, no se conmemora la independencia en sí, sino un acontecimiento crucial en el proceso que llevó a ella.

Lo cierto es que el 18 de septiembre de 1810 tuvo lugar la Primera Junta Nacional de Gobierno, ocho años antes de la firma y juramento definitivo del Acta de Declaración de Independencia.

Si bien este fue un hito clave para la posterior emancipación del país, es importante comprender la naturaleza de este mismo, la cual incluso se enmarcó en un fuerte sentido de lealtad al rey de España, Fernando VII.

Conflictos en Europa.

Para entender los hechos que dieron lugar a la Primera Junta de Gobierno, es fundamental remontarse a la Europa de inicios del siglo XIX.

En ese entonces, Francia estaba bajo el control de Napoleón Bonaparte, quien se expandió con su imperio hacia la mayor parte de Europa Occidental y Central.

En 1807, ordenó la invasión de la península Ibérica, cuyo objetivo principal era la dominación de Portugal, pero que inevitablemente implicaba una intervención militar en España.

Esto se tradujo en la captura de Fernando VII, rey de España, quien tuvo que abdicar, lo que tuvo consecuencias directas en los procesos históricos que se gestaron a partir de entonces tanto en Chile como en gran parte de Latinoamérica.

Una ratificación de lealtades.

La noticia de que el rey de España estaba preso no causó indiferencia en la sociedad chilena. La figura de su reemplazante, José Bonaparte, hermano del emperador francés, hizo que se cuestionara la legitimidad de su soberanía sobre el territorio chileno.

En este contexto, el Cabildo de Santiago convoca a un Cabildo Abierto para el 18 de septiembre de 1810, que da origen a la creación de la Primera Junta de Gobierno.

De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Chile, el 18 de septiembre de 1810, a las nueve de la mañana, comenzó el cabildo abierto en presencia de aproximadamente 400 ciudadanos.

Cada intervención y cada gesto durante esa jornada reflejaron la lealtad de los cabildantes hacia Fernando VII y la corona española.

Entre las figuras que destacaron en dicha jornada se encuentra Mateo de Toro y Zambrano, entonces gobernador del reino de Chile y presidente de la Junta, representaba al rey.

Según detalla la Biblioteca del Congreso Nacional, este evento se consideró una primera forma de autonomía política o de autogobierno respecto de España.

Entre las iniciativas que surgieron a partir de ella destaca la creación del primer reglamento electoral del país, la proclamación de la libertad de comercio y la convocatoria a elecciones para formar el primer Congreso Nacional que representaría a las distintas provincias del antiguo Reino de Chile.

El inicio de las ideas independentistas.

Desde la Primera Junta de Gobierno comienzan a aparecer diversas posturas o bandos políticos. Los radicales querían separarse completamente de España, los moderados buscaban un compromiso entre independencia y lealtad a la corona, y los realistas apoyan al rey y el antiguo sistema.

A partir de 1811, cuando se instauró el primer Congreso Nacional, es que se comienza a hablar de la Patria Vieja (1811-1814).

Una de las figuras clave durante este periodo fue José Miguel Carrera, que gobernó entre 1811 y 1813, quien tenía posturas radicales de independencia y estaba empeñado en liberar a Chile de la dominación española. Esto, en contraste por ejemplo, con Bernardo O’Higgins, quien comulgaba con ideas más moderadas.

De aquí en adelante se continuó pavimentando el camino para la consolidación del Estado de Chile como un territorio independiente del reino de España, pasando por el periodo de Reconquista (1814-1817) y Patria Nueva (1818-1823).

La Independencia, como tal, se declaró oralmente el 1 de enero de 1818, sin embargo, fue ratificada el 2 de febrero y luego publicada el 12 de ese mismo mes y año.

Publicado en BIO BIO CHILE.

https://www.biobiochile.cl/

https://www.biobiochile.cl/noticias/servicios/explicado/2024/09/18/no-no-es-la-independencia-que-se-celebra-realmente-cada-18-de-septiembre-en-chile.shtml

La Anónima (Sociedad Anónima Importadora y Exportadora de la Patagonia).

 

Las primeras sucursales de La Anónima (Sociedad Anónima Importadora y Exportadora de la Patagonia) son del siglo pasado.

El origen de la firma data de fines del siglo XIX en Punta Arenas (Chile), de la mano del empresario español José Menéndez y su competidora la sociedad comercial Braun & Blanchard, más adelante fusionados. Se cuenta que el presidente argentino Julio Argentino Roca se reunió en esa ciudad con su par trasandino para rubricar el tratado de límites de 1899, se alojó en la mansión de aquel y se dice que fue instado por el mandatario argentino para radicarse en el sur.

"En 1870 miles de hectáreas fueron consignadas por los estados de Chile y Argentina a la familias Menéndez. Dichas tierras hasta entonces habían estado habitadas principalmente por pueblos originarios tales como los Onas, también llamados Selk´nam, Yámanas, Qawasqar o Alakalufes (Wikipedia).

En el año 1908, en distintas ciudades de la Patagonia como Trelew, Comodoro Rivadavia, Puerto Santa Cruz, entre otras; José Menéndez y Mauricio Braun unieron sus empresas y dieron origen a la Sociedad Anónima Importadora y Exportadora de la Patagonia, que se inició como almacenes generales, con estancias y una flota naval de su propiedad aún vigente y siempre en manos de las familias Braun y Menendez Behety.

Debido a la extensión y a la complejidad del nombre, los habitantes de la Patagonia Argentina la llamaban simplemente "La Anónima".

Ambas familias fueron parte de la Sociedad Rural Argentina y propietarias de la Sociedad Explotadora de Tierra del Fuego que llegó a tener 1.376.160 hectáreas, 1.250.000 lanares que producían 5.000 millones de kilos de lana, 700.000 de cuero y 2.500.000 de carne.

Entre sus principales accionistas históricos se encuentran miembros de las familias Braun, Menéndez y Reynal.

domingo, septiembre 15, 2024

El “Gato” Peters y el vino argentino. A un año de su partida.

 

El “Gato” Peters y el vino argentino. A un año de su partida.

El “Gato” Peters y el vino argentino.

A propósito del vino · Gato Peters.

Ricardo Daniel "Gato" Peters había nacido en Carhué, provincia de Buenos Aires el 11 de marzo de 1955 fue un cómico, humorista, escritor, docente, productor ovino y veterinario argentino.

Recorrió todo nuestro país durante décadas con su espectáculo unipersonal. El humorista “Gato” Peters fallece en la noche del viernes 15 de septiembre del 2023 (hace un año yá), a los 68 años, después de haber realizado el espectáculo “AlparGato, humor para los de a pie” en la localidad bonaerense de Trenque Lauquen; sufrió una descompensación en la localidad de Francisco Madero, viajaba para presentarse por la noche en la localidad de San Antonio de Areco, y fue derivado de urgencia al Hospital de Pehuajó, donde minutos más tarde falleció de ser trasladado. 

El día jueves se presentó en la localidad de Benito Juárez en el comité radical Arturo Illia donde habló de la situación del país y lo hizo mezclado con su característico sentido del humor.

"Soy un narrador de costumbres con humor", se definía él mismo -como Don Luis Landriscina, el de Mister Chasman y Chirolita-.  

En sus espectáculos hacía una pincelada de la forma de ser argentina, de aquellos tiempos idos y del presente que despertaban sonrisas. Era el mejor retratista del campo contemporáneo y de sus habitantes.

Provenía de una familia de humildes chacareros. Cursó estudios secundarios en las escuelas Agrarias de Rivera y Coronel Vidal, se recibió de veterinario en Universidad de La Plata costeando sus estudios universitarios vendiendo café en el Hipódromo y trabajando de mozo.

En 1975 se produce su debut profesional actuando en fiestas universitarias y distintos centros estudiantiles de La Plata.

Ricardo "Gato" Peters fue también ex director de la EESA N 1 de Las Flores, supervisor de Educación Agraria y ex Director Provincial de Educación Agraria durante el período 2007 - 2011. Fundó un hogar comunitario de ancianos y también el "Festival Las Flores Canta".

Hoy se acerca “A propósito del vino” un video del “Gato”  Peters, un recuerdo, que despierta sonrisas.

Que lo disfruten.

viernes, septiembre 13, 2024

“¡El Bocha es lo más grande del fútbol nacional!”.

 

Ricardo Enrique Bochini, símbolo de Independiente y del fútbol transformado en arte.

“¡El Bocha es lo más grande del fútbol nacional!”.

El baúl de los recuerdos. Los hinchas de Independiente cantaban para contarle al mundo quién era Ricardo Bochini. Un ejemplo de devoción popular por un genio que hacía parecer que jugar era muy fácil.

 

El inolvidable equipo que deslumbró en los 80. Además de jugar bárbaro, ganó la Libertadores y la Intercontinental en 1984.

Vestido de rojo, con el número 10 y la pelota al pie. El Bocha, en todo su esplendor.

El golazo a Juventus que hizo posible la Copa Intercontinental de 1973.

Ese triunfo fue el prólogo para la hazaña inicial de un jugador destinado a hacer historia. El 28 de noviembre le puso la firma a un golazo con el que Independiente doblegó 1-0 a Juventus y obtuvo la Copa Intercontinental. La exquisita definición en el mano a mano con el guardavalla Dino Zoff coronó una notable acción colectiva que incluyó una doble pared con Bertoni. Bochini, que desde 1971 era El Bocha por el acto bautismal de un compañero de las divisiones inferiores, entró con rapidez en el corazón de los hinchas.

Ese idilio tuvo su punto final en términos futbolísticos el 5 de mayo de 1991, cuando jugó por última vez. Fue por la 11ª jornada del Torneo Clausura 1991. Una criminal patada del defensor Pablo Erbín, de Estudiantes, precipitó el cierre de la extensa carrera de Bochini. Ese genio de 37 años que llevaba 19 de destacada labor en los campos de juego salió en camilla por primera vez en su vida con un esquince de rodilla antes del cierre del primer tiempo. Se alejó como futbolista, pero mantiene un lugar en el corazón de los hinchas.

MUY POCO EN CELESTE Y BLANCO.

Contra todos los pronósticos, la relación de Bochini con el Seleccionado nacional no fue la mejor. Para alguien con una carrera de casi dos décadas en el primer nivel, fue apenas una ave de paso con la camiseta albiceleste. Así y todo, integró el plantel campeón del mundo en México 1986. Su papel se redujo al de un actor de reparto en ese torneo que entronizó a Diego Armando Maradona como el mejor del planeta.

En México 1986 entró un rato en las semifinales contra Bélgica. El Bocha también es campeón del mundo. 

Durante esa certamen, su participación en el Seleccionado dirigido por Carlos Salvador Bilardo se limitó a unos pocos minutos. Diego lo recibió con los brazos abiertos. Por fin compartía una cancha con su ídolo de la niñez. Ese ratito en las semifinales contra Bélgica marcó su debut mundialista. Se lo podía ver como un tributo del fútbol para alguien al que le había dado mucho.

Se decía que El Narigón tuvo que incluirlo en el plantel por imposición de Julio Grondona, presidente de la Asociación del Fútbol Argentino. Más allá de eso, El Bocha se merecía un campeonato del mundo. Bilardo lo había citado varias veces en los años anteriores. El nivel del mediocampista rojo obligaba a que lo tuvieran en cuenta.

Tanto es así que Bochini integró la formación argentina en el triunfo por 3-1 sobre Alemania Federal Düsseldorf en 1984, en una gira que representó uno de los mejores momentos de los controvertidos primeros años del ciclo del DT. Esa noche, El Bocha jugó muy bien y estuvo cerca de hacer un golazo.

En 1984 jugó un partidazo contra Alemania Federal en los albores de la gestión de Carlos Salvador Bilardo.

Con escaso protagonismo y largos períodos de ausencia, estuvo largos 13 años entrando y saliendo del Seleccionado. Apareció por primera vez en 1973, como parte de la Selección Fantasma que derrotó a Bolivia en la altura de La Paz y dio un paso gigante para allanar la clasificación para Alemania Federal 1974.

También lo había llamado César Luis Menotti antes del Mundial 78, pero no lo consideró para la lista definitiva. También prescindió de Diego y los números 10 del plantel fueron Ricardo Julio Villa, José Daniel Valencia y Norberto Alonso. De hecho, El Flaco dejó de llamarlo en 1976, un año en el que había dado el presente en la victoria por 1-0 sobre la Unión Soviética sobre la nieve de Kiev en un encuentro en el que se lució El Loco Hugo Orlando Gatti y se definió con un gol del Matador Mario Alberto Kempes.

Vestido de celeste y blanco junto a varios de los que fueron campeones del mundo en 1978.

Regresó en 1979 en un compromiso por la Copa América, pero no mucho más. Al menos, hasta que regresó de la mano de Bilardo cinco años más tarde. En total, sumó 28 puntos y no hizo goles, pero tiene el honor de ser dueño de una medalla de campeón del mundo.

COMO INIESTA, PERO CON ESTILO PROPIO.

Si bien existen muchos videos en el infinito estadio del ciberespacio, no todos los jóvenes de hoy sienten la curiosidad de invertir unos minutos para averiguar cómo jugaba Bochini. Para evitarles el trabajo de bucear un rato en YouTube bastaría con contarles que se pareció bastante al Andrés Iniesta del señorial Barcelona que dirigía Pep Guardiola.

Los igualaba la sagacidad para encontrar siempre el resquicio para dar el pase justo en dirección al compañero mejor ubicado, la inteligencia para manejar los tiempos del partido y cierta apariencia de oficinista de pantalones cortos.

El Bocha no proyectaba la imagen de un jugador profesional. Carecía de un abdomen que emulara a una tabla de lavar, tampoco imponía respeto por su físico poderoso, ni asombraba por su velocidad. Eso sí: siempre encaraba hacia adelante, con el arco rival en la mira. Encima, una prematura calvicie que apareció en su vida a los 22 años lo hacía ver más viejo. Sin embargo, El Bocha era el fútbol.

El único triplete de su larga carrera lo consiguió nada más y nada menos que contra Racing.

Fontanarrosa trazó una síntesis perfecta del juego de Bochini. “El Bocha necesitaba nada más que diez centímetros de luz. Picar sorprendentemente hacia algún lado y ganar diez centímetros de ventaja sobre su marcador, el espacio preciso para poner la punta del pie derecho, o el empeine, o el revés, para tocar de primera, corto o largo, con una precisión quirúrgica. De frente, de perfil, de espaldas, con una clarividencia total de dónde estaba el juego, dónde estaban los rivales y los compañeros, en un grado de efectividad, ese plano, casi comparable con Maradona”, detalló en No te vayas, campeón.

El Negro también confesaba su asombro por la capacidad del enjuto número 10 para salir airoso de la contienda con marcadores más fuertes, veloces y musculosos: “Parece mentira que un futbolista con tan poca presencia física haya llegado a ser el maravilloso jugador que sin duda alguna fue. Por eso configura una suerte de rara avis, de ejemplar incunable, muy poco comparable a cualquier otro futbolista”.

Su tiempo coincidió con el de otros números 10 de una jerarquía inmensa. El Beto Alonso, Carlos Babington, Mario Zanabria, Villa, Carlos Ángel López, El Rana Valencia, Marcelo Trobbiani, Alejandro Sabella, Patricio Hernández, el uruguayo Rubén Paz, el paraguayo Adolfino Cañete… Y, claro está, Maradona. Las décadas del 70 y el 80 alumbraron a algunos de los mejores volantes creativos de los que se tenga memoria. Todos ellos, fabulosos orfebres de una era en la que el 10 se llevaba todos los aplausos por su arte para labrar los ataques de su equipo.  

Se entendía a la perfección con Ricardo Daniel Bertoni.

Hoy impera el enfermizo hábito de cuantificar cada rasgo del fútbol como si se tratara de una ciencia exacta. Proliferan los datos con los cuales se pretende descifrar qué pasó en un partido. Uno de los rubros más apreciados es el de las asistencias. Esa palabreja tomada prestada del básquet para nombrar al antiguamente denominado pase gol habría tenido en Bochini a uno de sus más lucidos exponentes. Porque Bochini era un especialista en dejar a sus compañeros de cara al arco contrario.

Giachello, Ricardo Ruiz Moreno, Norberto Madera Outes, Bertoni, Daniel Astegiano, Antonio Alzamendi, El Ruso Alberto Brailovsky, José Alberto Percudani, Carlos Morete, los peruanos Percy Rojas y Franco Navarro, Marcelo Reggiardo y el Beto Carlos Alejandro Alfaro Moreno fueron algunos de los delanteros que sumaron goles a raudales gracias a los precisos pases del Bocha. En la época de esplendor del 10 de Independiente no se llevaba el celoso registro de esas variables del juego. ¡Menos mal! El infinito habría sido más próximo de lo imaginable…

Dejó una huella tan profunda que, desde su partida, Independiente jamás encontró a un 10 que lo hiciera olvidar. Gerardo Reinoso, Pedro Massacessi, Daniel Garnero, Gustavo López, Jorge Burruchaga, Federico Insúa, Daniel Montenegro, Damián Manso, Patricio Rodríguez, Cristian Cebolla Rodríguez y Walter Erviti, entre otros, cargaron sobre sus espaldas la insoportable mochila de parecerse a un jugador único. Burru, Garnero, Gustavo López, el Pocho y el Rolfi fueron los más dignos herederos del linaje irrepetible del Bocha

El gol contra Talleres, el día de la hazaña de Independiente con tres hombres menos en Córdoba.

DOS DÉCADAS, INFINITAS HAZAÑAS.

Está claro que no tiene sentido reducir la trayectoria de Bochini a un puñado de fríos números. Este inútil ejercicio indicaría que a lo largo de 19 años, El Bocha jugó 715 partidos, marcó 108 goles y acumuló 13 títulos (cuatro locales: Nacional 1977 y 1978, Metropolitano 1983 y Primera División 1988/89; nueve internacionales: Copa Libertadores 1973, 1974, 1975 y 1984, Interamericana 1973, 1974 y 1976 e Intercontinental 1973 y 1984).

Así como es fácil enumerar los campeonatos ganados, para repasar las mil y una hazañas que protagonizó no queda otra alternativa que entregarse a un arbitrario ejercicio en el que es posible tropezar con omisiones imperdonables. Ya quedó establecido que su especialidad eran los pases gol -asistencias, para estos tiempos- y que no existe un registro cuantitativo de una acción que formaba parte del clásico repertorio de Bochini.

En ese terreno tan difícil de reducir a cantidades medidas con esmerada precisión, El Bocha se lució con una excepcional habilitación para que Burruchaga liquidara el pleito contra Gremio, por la Copa Libertadores de 1984. Independiente batió 1-0 a los brasileños en Porto Alegre con una actuación fabulosa que para el periodismo de aquellos días fue lo más parecido a un partido perfecto. Además de esa asistencia -según el léxico actual-, Bochini se ocupó de manejar los tiempos del juego con una maestría digna de los elegidos.

Con inteligencia, manejó los tiempos del partido contra Liverpool en Tokio en 1984.

Esa cualidad intangible también resultó decisiva para hacer posible también en 1984 la segunda Copa Intercontinental del Rojo. Una actuación colectiva sobresaliente del equipo que dirigía José Omar Pastoriza propició el 1-0 con un gol de Mandinga Percudani. Ese fue el punto más alto de un Independiente delicioso que contaba con un mediocampo emblemático: Ricardo Giusti, Claudio Marangoni, El Bocha y Burru.

Está claro que el gol más importante de Bochini fue el que le marcó en 1973 a Juventus en la finalísima de la Copa Intercontinental. En cambio, el más lindo debe haber sido el que anotó contra Peñarol en la Libertadores del 76. Recibió la pelota de Astegiano y se encaminó hacia el área uruguaya. Gambeteó sucesivamente a Julio César Jiménez, Nitder Pizzani, Nelson Acosta, Walter Olivera, Mario Zoyrez, Luis Garisto y Mario González antes de depositar el balón en el arco de Walter Corbo.

Sería inadecuado pasar por alto la tarde del 24 de marzo de 1974, cuando se despachó con un triplete -el único de su carrera- en el 4-1 sobre Racing en el torneo Metropolitano. O las dos conquistas que le dieron al Rojo el título en el Nacional 78 en el choque decisivo con el River que contaba con Fillol, Daniel Passarella, Alonso, Leopoldo Jacinto Luque y Oscar Ortiz, cinco campeones mundiales con la Selección unos meses antes.

Fue el artítice de la gran victoria sobre River para hacer posible el título en el Nacional de 1978.

En los primeros días de ese año había señalado el gol que les otorgó el Nacional 77 a las huestes del Pato Pastoriza contra Talleres en un ambiente muy hostil en Córdoba. El árbitro Roberto Barreiro expulsó a Rubén Galván, Enzo Trossero y Omar Larrosa, todos del elenco visitante. Cuando Independiente resistía como podía el 1-1, Bochini venció a Rubén Guibaudo para instalar en el universo de las proezas un 2-1 hecho realidad por los de Avellaneda a pesar de que tenían tres jugadores menos.

Siempre hizo goles valiosos. Y bonitos. En la Libertadores de 1984 le pegó desde fuera del área y dejó sin reacción a Juan Carlos Benítez, arquero de Estudiantes. En la temporada 1986/87, cuando Racing regresaba a Primera, empataron los dos clásicos. El primero, en el Cilindro, terminó 0-0 y el segundo 2-2. En el último de esos cotejos, El Bocha empaló la pelota cerca de la medialuna y la puso en un ángulo, lejos del alcance de Miguel Wirtz.

Tenía la llamativa costumbre de acertar contra Boca. A Gatti le hizo dos goles que anidan en la mente de los hinchas. Ambos llegaron en 1987: en un 3-2 en el torneo de Primera División metió uno de cabeza y en la Liga Pre-Libertadores tocó el balón con sutileza para concretar el 2-1 tras dejar al Loco como mero testigo.

El gol al Mono Navarro Montoya que encaminò a Independiente al título en la temporada 1988/89.

También lo sufrió Carlos Fernando Navarro Montoya, el sucesor de Gatti. En 1988 recibió un pase de Rubén Insua, la paró con el pecho y sacó un remate imposible para El Mono. Y encarriló a Independiente en la senda del título con una arremetida tan furiosa como impropia de él para abrir la cuenta en La Bombonera. Ese 2 de abril del 89 el equipo del Indio Jorge Solari alcanzó a los xeneizes en los más alto de la tabla y desde ese día avanzó sin pausas hacia el título de la temporada 88/89, la última que vio vencedor al Bocha.

La brutal infracción de Erbín desencadenó el retiro en 1991. Ya no se escuchaba el “¡Bo-Bochini, Bo-Bochini!” que atronaba cada vez que Independiente salía a la cancha. Tampoco la curiosa versión de Solo le pido a Dios. Las canchas perdieron a uno de sus más talentosos intérpretes. A uno de esos hombres que mejor trataba a la pelota. Pero esa ausencia no impedía que cualquiera que haya gozado con su arte, recordara, tal como cantaban los hinchas, que El Bocha era “lo más grande del fútbol nacional”.

Un triunfador. ganó cuatro Copas Libertadores, tres Interamericanas y dos Intercontinentales.

Publicado en LA PRENSA.

https://www.laprensa.com.ar/El-Bocha-es-lo-mas-grande-del-futbol-nacional-550126.note.aspx