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LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.
“
jueves, diciembre 31, 2020
Y que el 2021 sea mucho mejor.
2020 LPQTP
Fue un hallazgo de una bodega de Luján de Cuyo en Mendoza sacar a la venta un espumante para despedir el año con la etiqueta 2020 LPQTP, traduciendo un clamor ciudadano para definir este año que se va, donde vimos morir familiares, amigos, compatriotas por la pandemia del coronavirus.
La bodega mendocina aclaró que las siglas correspondían a «Lindo Periodo Qué Tiempos Pletóricos», de ahí las siglas LPQTP. Nada de eso pensó el público y menos aún quienes adquirieron esta bebida que entendió el mensaje del sopt publicitario para brindar en las Fiesta y despedir con un insulto un año para olvidar.
Siempre el análisis de los 12 meses transcurridos tiene parámetros preestablecidos, como la política, la economía y lo social, entre otros, que pueden tener hechos sobresalientes de repercusión comunitaria como fenómenos meteorológicos, conflictos laborales o sociales, pero nunca es previsible una pandemia mundial que sorprendió para jaquear a todos sin excepción.
El Covid atravesó a la sociedad, impactó en la política, la economía y las organizaciones sociales. Generó temor, avidez por información, y alumbró opinólogos y especialistas en epidemiología (un rasgo argento por excelencia). También trajo desconfianza y dudas de las cifras oficiales de infectados y críticas al sistema de salud. Ocurrió en el país, también en Río Negro.
Y tuvo un componente (necesario) con serias consecuencias en la mayoría de los sectores de la población: el aislamiento. Con el resultado puesto, el confinamiento anticipado tuvo enormes beneficios pero su instrumentación ininterrumpida terminó hartando, poniendo en jaque los resultados positivos iniciales.
Hubieron dos vectores centrales: la salud y la economía. Quienes todo lo resuelven con dinero perdieron las garantías y aquellos que si no trabajan no comen, salieron a la calle a buscar el sustento diario, a costa del contagio.
La actitud bilateral de la oposición también gravitó. Mientras el jefe de CABA, Horacio Rodríguez Larreta, se mostraba con el presidente Alberto Fernández, desde el macrismo le bajaban la cotización al Covid, diluían su peligrosidad y politizaron la pandemia con argumentos sensibles a muchos sectores sociales, como el autoritarismo y el estatismo. La misma prédica que ahora se realiza con la vacuna Sputnik V, que denominan como “rusa”, para darle contenido y continente al combate del virus del Gobierno nacional mediante una vacunación masiva.
La política instalada en la grieta del coronavirus derivó en rebeldía, inconductas sociales, contagios e impotencia de médicos, personal de salud y autoridades sanitarias, que alejados de esta pelea trabajan para evitar el colapso del sistema.
La gobernadora Arabela Carreras y los intendentes que asumieron a fin del 2019, nunca imaginaron, ni en la peor de las hipótesis, el primer año de gestión sumido en la lucha contra el coronavirus. Atrás quedaron proyectos, planes políticos, ilusiones y cayeron las promesas electorales.
A poco de andar desapareció el gabinete provincial. Prácticamente la actividad en los poderes del Estado se redujo, por varios meses, a su mínima expresión. Hubo centralidad en la Gobernadora y el equipo de Salud recogió las mayores críticas y pudo capear el temporal con el apoyo de los trabajadores del sector tanto público como privado, que no tuvieron más alternativas que convertirse en los actores principales de la pandemia, un reconocimiento que ahora esperan se sepa retribuir.
La realidad diaria se fue encargando de ponerle cadencia a las gestiones y a la política en general. Nadie estaba preparado para lo que sucedió e incluso de seguir en esta dura pelea. Lo pasado será sólo una experiencia para sacar enseñanzas.
El peronismo rionegrino, preparado para ser oposición, quedó atrapado en la necesidad de acompañar el discurso de Alberto Fernández, y pasó este año bajo la sombra de un viejo dilema que se presenta cada vez que es oficialismo a nivel nacional y oposición en Río Negro. Incómoda posición nunca resuelta. Opacidad en la dirigencia, que tuvo excepciones que confirman la regla. En estos escenarios el PJ se diluye con facilidad, las respuestas parlamentarias se autoexcluyen de protagonizar la política.
Juntos Somos Río Negro se repartió los roles entre sus representantes nacionales en el Congreso de la Nación y la Gobernadora, consolidando las relaciones institucionales con el gobierno nacional. Entendió que no había lugar para una independencia provincial, aislamiento o indiferencia, frente a esta pandemia, y acompañó al Presidente.
Juntos por el Cambio, con un solo representante en la Legislatura provincial, y escaso poder territorial, transitó el único camino posible actuando en espejo con el macrismo nacional. Oposición total, defensa de lo económico sobre la salud, apeló a eufemismos simpáticos para los oídos del pensamiento liberal y transcurrió el año de manera intrascendente. Basta leer los proyectos presentados en el parlamento o las declaraciones de sus dirigentes para confirmar su “oppositio”.
La actividad económica cayó y el comercio, empresas, empleados y trabajadores fueron asistidos por el Estado nacional, provincial y los municipios. Paradójicamente la fruticultura, la más importante fuente de ingresos rionegrinos, salvó su cosecha antes de que llegara la mayor presencia viral en marzo y fue una de las actividades que nunca detuvieron su marcha. Por el contrario, el turismo –otra de las actividades primordiales en la provincia- sufrió el mayor desastre de su historia, por ejemplo, en la zona cordillerana, aun comparada con la erupción del volcán Puyehue-Cordón Caulle en el 2011 que cubrió la zona con un manto de cenizas.
En este marco es casi imposible hablar de la situación económica de la provincia. No hay parámetros para el análisis. Hay que pagar los sueldos y poner en marcha la economía.
Pero queda un desafío insoslayable para oficialismo y oposición, empresarios, comerciantes, fuerzas laborales, universidades y cualquier sector activo y preocupado por Río Negro. ¿Se puede seguir como estábamos antes de la pandemia? ¿No es necesario repensar el modelo rionegrino? Dos preguntas que no excluyen a nadie.
Es posible un nuevo despertar en la postpandemia o todo seguirá igual, sin ideas renovadoras y sin nuevas alternativas para la economía y la producción.
¿Qué dejará el virus: pesimismo u optimismo?
Despedir este año exige un ejercicio del pensamiento para tratar de visualizar cómo será el próximo, con la única esperanza de vacunar a la mayor cantidad de rionegrinos posibles, pero atentos a los posibles e incluso anunciados rebrotes del coronavirus.
2020 LPQTP.
Publicado en ADN Río Negro, domingo 27 de diciembre del 2020. Imagen: Web.
miércoles, diciembre 30, 2020
¿El agua en Wall Street?
Por Juan Ramón Rallo
El Confidencial
El Chicago Mercantile Exchange ha creado un nuevo contrato de futuros sobre el precio del agua. Para muchos, esto abrirá la veda a que se especule con este bien básico y que su precio se dispare. Pero para entender realmente los efectos de esta noticia, debemos comprender, primero, el funcionamiento del mercado de futuros y, segundo, qué implicaciones verdaderamente conlleva un contrato de futuros 'sobre el agua'.
Primero, en un contrato de futuros, el vendedor se compromete a entregarle algo al comprador en la fecha de vencimiento y el comprador se obliga a pagarle entonces al vendedor el precio convenido. Por ejemplo, en un contrato de petróleo, el vendedor se compromete a entregarle al comprador 1.000 barriles de petróleo al vencimiento del contrato y el comprador a pagarle el precio establecido en el contrato. ¿Por qué a ambas partes les interesa suscribir el contrato? Porque se conviene hoy un precio al que el comprador se asegura el suministro futuro de crudo y el vendedor la venta, de modo que el comprador se protege frente a las subidas de precios y el vendedor frente a las bajadas. Hasta aquí, supongo, poco que objetar a los mercados de futuros.
¿Por qué querría alguien vender lo que no tiene o comprar lo que no necesita?
Para muchos, empero, los problemas empiezan cuando introducimos a los especuladores. Un especulador en el mercado de futuros es aquel que promete vender una mercancía sin poseerla y aquel que promete comprar una mercancía sin necesitarla. ¿Pero por qué alguien querría vender lo que no tiene o comprar lo que no necesita? Si un especulador cree que los precios de una mercancía van a subir próximamente, le interesa comprar hoy un contrato de futuros sobre esa mercancía a un precio inferior al que cree que prevalecerá más adelante: si, por ejemplo, el barril de petróleo dentro de un mes vale 50 dólares y yo he adquirido hoy un derecho a comprarlo dentro de un mes por 45 dólares, me habré embolsado la diferencia de cinco dólares (pues podré revender por 50 dólares ese barril que habré comprado por 45). Asimismo, si un especulador prevé que los precios van a caer, le interesa cerrarse un precio de venta futuro más alto que el que espera que prevalezca en ese momento: si, por ejemplo, el barril de precio dentro de un mes vale 40 dólares y yo poseo el derecho a venderlo por 45 dólares, me habré embolsado la diferencia de cinco dólares (pues podré entregar el petróleo a 45 dólares comprándoselo a alguien a 40 dólares).
Los especuladores actúan buscando la ganancia en las subidas de precios (comprando barato y revendiendo más caro) o en las bajadas de precios (vendiendo caro y recomprando más barato), pero proporcionan un servicio fundamental a los compradores y vendedores finales: a la postre, el número de compradores y de vendedores finales no tiene por qué ser idéntico en todo momento, de manera que los especuladores son los que actúan muchas veces como contraparte de un comprador final o de un vendedor final. Sin ellos, no podrán operar y cubrirse sus riesgos comerciales.
Pero aquí es justamente donde emerge la mala fama de la especulación. Imaginemos que un especulador compra muchos contratos de futuros con el presunto objetivo de acaparar gran parte de la oferta futura de crudo: en ese caso, muchos usuarios podrían comenzar a comprar y acaparar petróleo ante el riesgo de que no lo haya más adelante y, a su vez, muchos productores podrían dejar de venderlo hoy para enajenarlo a mayores precios venideros; si suficientes agentes se unen a esa orgía alcista alimentada inicialmente por el especulador, este podría revender con ganancia sus contratos de futuros antes de que pinche la burbuja (y lo mismo podría suceder, pero a la inversa, con las estrategias para hundir los precios).
Aunque en la práctica es bastante dudoso que este tipo de tendencias puedan realmente desestabilizar de un modo moderadamente sostenido los precios de las mercancías que cotizan en el mercado de futuros (pues es evidente que un especulador que compre petróleo sin necesitarlo va a terminar revendiéndolo en algún momento a quien sí lo necesite), tengamos presente que nada de esto puede ocurrir sobre los futuros del agua recientemente aprobados.
Y es que en el contrato de futuros sobre el agua, el vendedor no se compromete a entregar ninguna cantidad de agua al comprador: no son contratos que impliquen la entrega física del bien (al contrario de lo que sucede con los futuros del petróleo, del trigo o del oro). El comprador adquiere un derecho a recibir el precio futuro del agua y, al tiempo, el vendedor se compromete a pagar ese precio futuro. Y ese derecho tiene un precio. De esa manera, si ambas partes pactan un precio futuro de 100 para el agua y, en ese momento futuro, el precio de mercado del agua se ubica en 120, el comprador tendrá que pagarle 100 al vendedor para recibir de este 120, esto es, recibirá un neto de 20 a costa del vendedor. ¿Qué sentido tiene este tipo de operación? Pues un sentido doble.
Por un lado, a los grandes usuarios de agua les proporcionará un instrumento de cobertura frente al riesgo de subida de precios del agua (o a los grandes vendedores un instrumento de cobertura frente a la bajada): si necesito agua en el futuro y quiero protegerme frente a la posibilidad de que se encarezca, invertiré en los futuros del agua para que se me abone el sobreprecio en caso de que se termine encareciendo. Por otro, aunque alguien no participe directamente en el mercado de futuros, este también le proporcionará información sobre cuáles son las expectativas presentes de los inversores acerca de la escasez relativa del agua durante los próximos meses o años: si los precios de los contratos de futuros suben mucho con respecto al precio actual del agua, será que se esperan aumentos de la demanda muy superiores a los de la oferta y, por tanto, que conviene invertir en formas de economizar el uso del agua.
Los especuladores no podrán influir directamente sobre los precios del agua en la medida en que no podrán tomar el control físico de la misma ni, por tanto, acapararla. Los precios del agua contra los que se referenciarán los futuros vendrán dados por el Nasdaq Veles California Water, un índice que hace un seguimiento de los precios a los que los compradores y los vendedores finales de agua (no los especuladores) efectúan sus transacciones en California. Como mucho, los futuros podrán ejercer una influencia muy indirecta sobre los precios de mercado del agua: en la medida en que los compradores y vendedores finales de este bien consideren que los futuros constituyen predicciones confiables sobre lo que realmente terminará sucediendo, su comportamiento presente podría alterarse como reacción a esa mayor y más transparente información (por ejemplo, si el precio del futuro del agua sube, puede haber una tendencia a economizarla hoy; si baja, a no economizarla tanto). ¿Pero acaso esto resulta criticable? ¿Es preferible reducir la información de la que disponen los agentes económicos cuando toman sus decisiones? ¿A saber, es mejor que decidan a oscuras?
Aunque para muchos la creación de un contrato de futuros sobre el precio del agua (que no sobre el agua) suponga un acto sacrílego, los demandantes y oferentes finales lo agradecerán: más información y más instrumentos de cobertura para su actividad. Es decir, mejor coordinación y menores despilfarros de este bien básico.
Fuente de información e imagen: https://independent.typepad.com/elindependent/
EL AMANECER DE LA CRIOLLA CHICA, UN FALSO PINOT NOIR PARA DESCUBRIR. Los consumidores de vino caen rendidos a los pies de una uva que parece, solo parece, Pinot. Enterate quién es. por Joaquín Hidalgo.
EL AMANECER DE LA CRIOLLA CHICA, UN FALSO PINOT NOIR PARA DESCUBRIR.
Los consumidores de vino caen rendidos a los pies de una uva
que parece, solo parece, Pinot. Enterate quién es.
por Joaquín Hidalgo.
Hay un puñado de vinos en el mercado que están enamorando
paladares. Son tintos delgados, con cierto paso apretado de taninos, que en
aromas ofrecen un plan que va de la tierra húmeda a la frutilla, pasando por un
trazo apenas herbal. Si pensaste que hablamos de Pinot Noir, estás equivocado:
hablamos de una uva conocida en Argentina como Criolla Chica y mundialmente
nombrada como Listán Prieto, una suerte de falso Pinot Noir.
¿Por qué falso Pinor Noir? Porque elaborado en estilos como
el que mencionábamos más arriba puede pasar por un Pinot. Pero, lejos de serlo,
la Criolla Chica es hoy una uva tinta que abre el panorama de los vinos
ligeros. Particularmente en el norte, donde está muy difundida.
Pero primero lo primero: ¿de qué hablamos cuando hablamos de
Criolla Chica?
En tiempos coloniales, el Listán Prieto hilvana a todos los
países productores, pero en cada lugar toma un nombre diferente: uva País en
Chile, Mission en California, Negra mollar en Perú y Criolla Chica en
Argentina.
De Listán a Criolla Chica.
En la saga de los vinos americanos en tiempos coloniales, el
Listán Prieto hilvana a todos los países productores. Pero en cada país toma un
nombre diferente: uva País en Chile, Mission en California, Negra mollar en
Perú y Criolla Chica en Argentina, por citar algunos ejemplos.
Originaria de España, los historiadores aún debaten si llegó
al continente desde Canarias, donde en tiempos de Colón los barcos repostaban
alimentos y donde está muy cultivada, o si en rigor entró desde el continente
en los mismos barcos.
Cualquiera sea el caso –aunque el primero está bien
fundado–, lo importante es que la Listán Prieto llegó a América y se difundió
notablemente, como también lo hizo la Moscatel de Alejandría, su par blanca.
Ambas son variedades antiguas en términos de historia. Pero
lo más importante para la uva Listán es que resulta muy rústica y plástica;
tanto, que se adapta a climas tan diversos como Ica, en el desierto de Atacama;
la región del Bio Bio en Chile, y encontró en los valles del norte de
Argentina, pero también en Cuyo y Río Negro, terreno fértil para prosperar.
La Criolla Chica es una uva rústica y plástica que se adapta
a climas diversos como Ica, en el desierto de Atacama; la región del Bio Bio en
Chile, y encontró en los valles del norte de Argentina y en Cuyo y Río Negro,
terreno fértil para prosperar.
Paleta exótica.
Como sucede a menudo en el mundo del vino, el uso y las
costumbres definen los nombres de las cosas. Plantada en los patios de las
casas, a la vera de la ruta y trepándose a añosos troncos de algarrobos, el
Listán Prieto perdió su nombre y se transformó en una uva tan criolla como el
mate, aunque no lo es.
La Criolla Chica volvió al ruedo de la mano de productores
con ganas de experimentar otro universo de sabores.
Sinonimias aparte, en estos últimos años la Criolla Chica
volvió al ruedo de la mano de productores con ganas de experimentar otro
universo de sabores. Ahí es donde entró a tallar el Listán: de poco color
–aunque puede ofrecer mucho bien tratada–, fue su paleta aromática exótica que
combina la fruta roja con la tierra húmeda y cierto trazo de herbal, sumado a
un paladar ligero, lo que sedujo a los productores primero y luego a los consumidores,
que las descubrieron.
El ascenso de la Criolla Chica.
Si uno mira el mercado del vino desde el punto de vista
estilístico hay, por un lado, un pelotón de tintos frutales y potentes, con
buen cuerpo, donde están casi todas las variedades francesas. Y en el otro
extremo, el Pinot Noir, delgado y ligero, que ahora comparte espacio con la
Criolla Chica.
Pero si hasta hace una década estaba considerada una uva
clase B –con un criterio indubitablemente galo, que discrimina incluso a las
variedades italianas o españolas– la exploración estilística lo trajo de nuevo
a la palestra.
La exploración estilística de los productores de distintas
zonas pusieron a la Criolla Chica otra vez en la palestra.
En eso, el trabajo de los productores del sur de Chile y del
norte de Argentina es notable. A ellos se suman, claro, algunos más en Mendoza.
Del Maule al Bio Bio, por ejemplo, la País es cultivada en
el secano costero –sin riego– y sobre suelos graníticos o volcánicos que le dan
unos taninos recios. Bien trabajados, aportan un carácter definido. Mientras
tanto, en los Valles Calchaquíes, con temperaturas mayores y más alta
insolación, esos taninos pierden parte de su protagonismo, aunque lo gana la
acidez. En eso, la altura hace lo suyo, como sucede en Calingasta, San Juan, o
en Tupungato, Mendoza, de donde provienen también algunas buenas criollas.
Lo importante es el valor estilístico de la Criolla Chica a
la hora de definir perfiles de vinos poco vistos en la góndola.
Más allá del origen, lo importante es el valor estilístico
de la variedad a la hora de definir perfiles de vinos poco visitados en la
góndola. Y si bien el mote de falso Pinot Noir no le hace del todo justicia, al
menos describe claramente el modelo de vino del que hablamos.
Del Maule al Bio Bio, en Chile, la País es cultivada en el
secano costero –sin riego– y sobre suelos graníticos o volcánicos que le dan
unos taninos recios.
¿Qué vinos probar?
Buenos ejemplares de Criolla Chica en la Argentina ofrecen
Cara Sur 2019, Vallisto Extremo 2020, Valle Arriba La Criollita 2019, Sunal
Ilógico 2019 y Cadus Signature Series 2019. De Chile, en cambio, buenas
botellas para probar este verano son Bouchon País Salvaje 2019, País Santa Cruz
de Coya 2018 y A los Viñateros Bravos La Resistencia 2019.
https://vinomanos.com/2020/12/criolla-chica-falso-pinot-noir/
Fuente de información e imagen: https://vinomanos.com/
La ley es tela de araña del Martín Fierro de José Hernández.
La ley es tela de araña, y en mi ignorancia lo explico,
no la tema el hombre rico, no la tema el que mande,
pues la rompe el bicho grande y sólo enrieda a los chicos.
Es la ley como la lluvia, nunca puede ser pareja,
el que la aguanta se queja, más el asunto es sencillo,
la ley es como el cuchillo, no ofiende a quien lo maneja.
Le suelen llamar espada y el nombre le sienta bien,
los que la manejan ven en dónde han de dar el tajo,
le cae a quién se halle abajo, y corta sin ver a quién.
Hay muchos que son doctores, y de su ciencia no dudo,
mas yo que soy hombre rudo, y aunque de esto poco entiendo
diariamente estoy viendo que aplican la del embudo.
Martín Fierro.
Un juez habilitó a CFK a cobrar dos jubilaciones de privilegio.
El juez federal de la Seguridad Social
Ahora si la Anses, a cargo de la dirigente de La Cámpora, María Fernanda Raverta, o el Procurador General del Tesoro, Carlos Zannini, no apelan el fallo en su calidad de representantes de los intereses del Estado, quedará firme y pasará automáticamente a cobrar según el fallo de Nami.
Publicado en Diario "La Prensa", 30/12/2020.
Foto: Web.
Falleció el histórico dirigente peronista Héctor Alberto Flores.
Héctor Alberto Flores falleció días previos a la Navidad en la ciudad balnearia de Mar del Plata a los 73 años de edad. El histórico dirigente del peronismo era licenciado en Ciencia Política y diplomático de carrera. Se desempeñó como Embajador en Senegal durante la presidencia de Carlos Menem.
En la década del 60 estuvo con el general Juan Domingo Perón en Madrid para interiorizarse de la doctrina peronista y fue encargado por el mismo Perón para transmitirla a las bases partidarias de todo el país. Dictó cursos de capacitación política en diferentes sindicatos y unidades básicas. Asimismo, publicó el libro "El peronismo justicialista" que tenía prólogo de Antonio Cafiero entre otras actividades a lo largo de más de 50 años de militancia.
En los últimos años se encargó de difundir por diferentes medios el pensamiento de Perón en referencia a la defensa de la vida desde su concepción.
Publicado en Diario "La Prensa", 30 de diciembre del 2020.
Aborto: un debate con mucha más política que ideología de género.
En un clima de moderada confrontación entre los sectores pro y antiaborto la Cámara alta se aprestaba a convertir en ley esta madrugada los proyectos de
La senadora aclaró también que el presidente cambiaría parcialmente dos artículos en la reglamentación.
En contra expuso el radical
Curiosamente la también kirchnerista
Con una participación opositora poco relevante, el debate abrió una grieta entre peronistas. Otro de ellos,
LOS PUNTOS PRINCIPALES
*
martes, diciembre 29, 2020
El camaleon. Canta: Chico Novarro. "El camaleón mamá, el camaleón, cambia de colores según la ocasión...".
EL CAMALEÓN
-merenge dominicano-
(Muñeca - A. Velazco)
El camaleón mamá,
el camaleón,
cambia de colores
según la ocasión.
Tu corazón, nena,
tu corazón,
cambia de colores,
como el camaleón.
Cuando por la arena
lo persigue un grillo,
pa que no lo vean
se pone amarillo.
Si lo busca un sapo
de vista se pierde,
anda por el pasto
y se viste de verde…
El camaleón mamá,
el camaleón,
cambia de colores
según la ocasión.
Tu corazón, nena,
tu corazón,
cambia de colores,
como el camaleón.
Todo ese cariño
que tu me juraste,
poquitito a poco
lo metamorfosiaste.
Mucho me querías
si conmigo estabas,
yo me daba vuelta
y tu me engañabas.
El camaleón mamá,
el camaleón,
cambia de colores
según la ocasión.
Tu corazón, nena,
tu corazón,
cambia de colores,
como el camaleón.
Bernardo Mitnik, más conocido por su nombre artístico Chico
Novarro nacido en la provincia de Santa
Fe el 4 de septiembre de 1934, es un cantautor argentino. Su fama inicial se
dio en el campo de la música pop, cuando integró el elenco del Club del Clan
(1962-1964) Chico Novarro y comenzó a
componer y cantar canciones propias. Los primeros éxitos fueron «El
orangután», «El camaleón» y la cumbia «Un sombrero de paja», canciones que se
han vuelto melodías populares.
Es hijo del matrimonio de Albert Mitnik (zapatero
proveniente de Ucrania) y Rosa Lerman, de origen judío-rumano quienes arribaron
en 1923 a la Argentina con sus dos hijas mayores. La Primera Guerra Mundial los
había juntado cuando, Albert Mitnik como soldado del zar, había llegado hasta
el pueblo rumano de Marcolés.
Al llegar a Argentina se radicó la familia en Santa Fe,
donde nacieron tres hijos más Samuel, Fanny y Bernardo.
Chico Novarro se ha destacado también en la composición y
canto de boleros, donde se lo reconoce por haber introducido el habla cotidiana
al bolero.Entre sus boleros se destaca «Algo contigo», «Un sábado más» y
«Cuenta conmigo», tema que ganó en 1979 el festival de la OTI, interpretado por
Daniel Riolobos.
Fuente de información: Wikipedia.
Armando Manzanero, contagiado en su propia fiesta de cumpleaños.
Armando Manzanero, contagiado en su propia fiesta de cumpleaños.
Eso cree su hijo, Juan Pablo, que espera que esto sea una lección para la sociedad. La celebración fue el 7 de este mes, con 30 personas sin barbijos.
Juan Pablo Manzanero, el hijo del fallecido compositor romántico Armando Manzanero, está convencido de que su padre contrajo en su propia fiesta de cumpleaños el coronavirus que le arrebató su vida. Sostuvo que su “adiós” debería ser una lección para toda la sociedad que baja la guardia en el cuidado de este mal.
"Y de repente veo la foto con 30 personas, sin cubrebocas, y digo: 'qué cosa tan irresponsable', se enfermó, a todos mis hermanos, todos los de ahí les dio Covid y a mi jefe, pues lamentablemente, con diabetes, a sus 85, y con el riñón jodido... ¡vaya, la tristeza! Le pedí a Dios que no se lo llevara en la plancha, que lo dejara llegar a su casa e irse en paz, pero es la voluntad de Dios". Esto dijo Juan Pablo en entrevista para el diario mexicano Reforma.
Ese mismo día de su cumpleaños, Armando Manzanero envió a sus seguidores de Instagram un cariñoso mensaje: "Quiero decirles que amo su gesto, que agradezco con toda mi alma que me hayan hecho feliz este día con felicitarme, algo que voy a guardar en mi corazón por el resto de mis días”, escribió.
El intérprete y compositor de "Adoro", “Esta tarde vi llover”, “Somos novios” y muchas otras grandes expresiones del bolero, murió por un paro respiratorio la madrugada de ayer. El pasado 7 de diciembre celebró su cumpleaños 85 en un paraje de Oaxaca y con varios miembros de su familia.
Luego se trasladó a Mérida para inaugurar el Museo Casa Manzanero, a partir de ahí comenzó con síntomas y problemas de respiración, razón por la cual fue ingresado el 17 de diciembre a un hospital.
"Nosotros nos hablábamos todos los días para decir que nos amábamos mucho, todavía hablé con él varias veces en el hospital hasta que le quitaron el teléfono porque le prohibieron usarlo, luego lo intubaron, le hicieron su diálisis, y siguió luchando. Tenía muchas ganas de vivir, tenía otros planes”.
"Sabemos que era una persona muy inquieta. Yo le dije 'oye, pa', no andes saliendo'. Y me dijo 'es que si yo me quedo en casa me muero'. Es una persona que pues siempre estuvo muy activa, y es también una cosa que estamos viviendo como mundo, que hay que tomársela en serio. No andar haciendo fiestas, que por más ganas que queramos ver a nuestros seres queridos... no. Porque ahora nos vamos a congregar para despedirlo".
https://www.rionegro.com.ar/armando-manzanero-contagiado-en-su-propia-fiesta-de-cumpleanos-1630723/
Murió Pierre Cardin, ícono francés de la moda y pionero del prêt-à-porter Falleció a los 98 en París. "Mi objetivo era la calle, que mi nombre y mis creaciones estén en la calle", se autodefinió.
Cardin, hijo de inmigrantes italianos que se convirtió en un hombre de negocios mundialmente conocido, murió por la mañana en el hospital Americano de Neuilly, al oeste de París, anunció su familia a la AFP.
Publicado en Diario Río Negro, 29/12/2020.
Agua: barbas en remojo para la Patagonia.
Agua: barbas en remojo para la Patagonia
El agua dulce del mundo comenzó a competir en las grandes ligas. Pero en este caso no es para celebrar -por lo menos dentro del submundo de los ciudadanos comunes-, sino para observar con preocupación este nuevo fenómeno y su repercusión en la vida diaria de millones de personas. No solamente observar, sino actuar; empezar a poner las barbas en remojo o curarnos en salud.
Es que desde mediados de este mes el mundo bursátil coronó una larga e indisimulada búsqueda, para que el agua -sí, el agua común, esa que sale de la canilla, que corre por nuestros ríos o que se derrama por las calles- se incorpore a los casilleros de Wall Street, para someterse al juego de oferta y demanda y establecer un precio de referencia.
Parece increíble, ¿no? Pero no lo es, es real y ese líquido incoloro, inoloro e insípido ha alcanzado la misma categoría que el petróleo, la soja, el trigo (y otros granos), el oro, etc.
Los patagónicos podríamos decir que somos afortunados al tener tantos reservorios superficiales y subterráneos que puestos en valores bursátiles nos capitalizaría como país y como sociedad, como ocurre con las existencias de otros recursos, como los hidrocarburos.
Pero temo que no será así, tomando como referencia la actitud histórica que hemos tenido para aprovechar con racionalidad y oportunidad estos bienes comunes y seguramente por inacción crearemos las condiciones para que otros vengan a aprovecharlos. Porque es evidente que ya hay una estrategia armada. En el reino del capital nada es improvisado.
Lejos ha quedado un día de 1975 en que leí en un “sueltito” del diario porteño La Prensa que los especialistas en agua del mundo, reunidos en Dublin, Irlanda, advertían la necesidad de crear y coordinar políticas entre países, para evitar que en 2020 (este año) se desataran guerras por el dominio de los acuíferos. Confieso que esa información me impactó y desde ese día comencé a informarme sobre este tema, que a pocos interesaba, especialmente en la Norpatagonia, en donde convivir con la abundancia de agua -reconociendo que mal distribuida geográficamente- formaba parte de lo cotidiano.
Hubo guerras en todas partes por este tema, pero el anuncio de Wall Street, justamente al terminar el último mes del año límite dado por aquellos especialistas, ha demostrado -por lo menos a mí- lo certero que fue el diagnóstico. Porque considero que este juego bursátil es el comienzo de la guerra moderna, que no se hace a caballo, con tanques o infantería. El capital maneja otras metodologías, con menor riesgo para ellos y más certeros que los métodos tradicionales.
O acaso no es una guerra silenciosa, el juego de subas y bajas de precios de los artículos que se cotizan en bolsa, llamados comúnmente como “commodities”.
California -el rico estado estadounidense- es el primer paso, pero ya se abrió la brecha, por donde las cotizaciones del vital elemento empiezan a fluir.
Podría o podríamos escribir mucho sobre la importancia del agua a lo largo de la historia de la humanidad y sus impactos políticos, económicos y sociales. Pero de tanto repetirse hoy son obvios, y se pueden sintetizar en que sin agua no hay vida. ¿Le daremos, al fin, verdadera dimensión a este concepto tan básico como abarcador de su importancia?
¿Qué hacer?
Ante estos hechos consumados, hay que armarse… de compromiso, de estudios, de una estrategia general, que nos reafirme como propietarios y administradores de vastos recursos acuíferos. Hay que incorporar la temática ambiental, y puntualmente del agua, a la agenda social y a las organizaciones de la población, especialmente de los partidos políticos.
Tuve la fortuna de militar en un partido que tomó a este tema como una de sus banderas, pero ni los resultados electorales ni la inserción de esas ideas fueron favorables, aunque quedaron semillas. Hoy pienso que seguramente no fueron las ideas, sino sus difusores los que no generamos adhesiones.
Tal vez ahora, con un contexto regional, nacional y mundial, distintos y con una crisis generalizada y en avance, haya una reacción hacia el interés por lo cotidiano, por lo que nos pertenece, y sin lo cual sería imposible la vida animal y vegetal.
Hay que revalorizar la existencia de acuíferos y asumir que cuando se advierte que están en riesgo estamos basándonos en información fehaciente.
Y cuando decíamos -y lo sigo sosteniendo- que el agua es más importante que el petróleo -en debates con funcionarios provinciales- lo hacíamos porque petróleo y gas sobra en el mundo y el agua escasea, porque sin hidrocarburos se puede vivir pero sin agua se muere todo.
No es novedad que el agua se ha convertido en un negocio, aunque conceptualmente es un bien social con el cual no se puede lucrar. Pero desde hace años -al menos en mi provincia- la venta de agua es uno de los negocios más lucrativos y en expansión. Este fenómeno debería hacer pensar a las autoridades provinciales, porque tiene un ente como el Ente Provincial de Agua y Saneamiento a cargo de la captación y distribución del líquido en gran parte de la provincia. Sin embargo, el EPAS no está bien conceptuado a nivel popular y se desconfía de la calidad del agua que entrega. Por eso, se da la paradoja que la administración pública, en sus tres poderes y niveles, compra agua en bidones, que en muchos casos traen el producto entregado por redes del EPAS con algún tratamiento complementario. También las petroleras compran millones de litros para sus procesos de fractura. Con estos dos ejemplos, demuestro que se ha roto el concepto de bien social no comercializable.
Neuquén y Río Negro tienen dentro de sus límites la cuenca interior más importante del país, además de decenas de lagos naturales y artificiales. Un enorme patrimonio. Es otro punto que identifica y une a las dos provincias, lo que nos da otra oportunidad para trabajos conjuntos. No solamente hay que avanzar en la preservación de la pureza (leyes hay y buenas, faltan controles), sino concertar políticas comunes y de integración para que el recurso no falte en donde ahora hay y llegue a las zonas en que claman por una gota. Será una buena defensa y no quedarnos a esperar nuevos acontecimientos, pensando que ellos ocurren en otro mundo, lejos de nosotros. Hoy en el mundo, sobre todo en el mundo de los intereses, nada queda lejos y menos resulta imposible, cuando puede generar dividendos.
La charla de café y los opinólogos por Carlos Schulmaister.
Hace dos siglos que las charlas de café, matutinas, vespertinas y nocturnas, en días hábiles y feriados de todo el año, son la caja de resonancia política, económica y social de los argentinos. Ellas cobijaron polémicas, retóricas, opiniones y conspiraciones cívicas, militares, sindicales y clericales, oficialistas y opositoras.
En la crítica política, sociológica y moralista de la cotidianidad abrevaron sociólogos, antropólogos culturales, psicólogos, “cientistas” urbanos y periodistas, y en la infaltable temática de la mujer se inspiraron poetas, novelistas, cantores, compositores, gente de teatro, de estaño, de la noche, de la mala vida, etc.
A mediados de los 50 llegaron los revolucionarios de café, famoso mote descalificador de la progresía de izquierda fanatizada por la Revolución Cubana, la Revolución Argelina, los Mau Mau y Patrick Lumumba en el Congo o por las ideas de Teilhard de Chardin, de Martin Luther King o el cine de Ingmar Bergman, entre otros iconos famosos. La viveza criolla los llamó también sobacos ilustrados por llevar apretados en un brazo el periódico de batalla del partido o un libro genial del gurú de turno habilitándolos como opinadores doctorales, tributarios constantes del famoso chanta argentino –hoy marca internacional–, proveniente del snob inglés decimonónico imitador de modales y puntos de vista de las clases altas para disimular su condición sn (sine nobilitas), o sea snob.
Habitués de esas charlas son los políticos, funcionarios, abogados, economistas, estudiantes, “comunicadores”, comentaristas, diletantes, idóneos, supuestos expertos, “muchachos que saben y tienen contactos”, encantadores de serpientes y flautistas de Hamelin, oficiando de oráculos alternativos, revestidos de gravedad, aparentando profundidad intelectual, ocultando su condición de francotiradores inimputables que dicen lo suyo, su opinión, su “verdad”, en un contexto de monólogos reactivos generalmente prescindibles por falta de lógica y rigor, de honestidad y autonomía intelectual, propio de cofrades que son militantes de alguna causa, secta, club, partido, ideología o emprendimiento non sanctos, obviamente opinantes falsos, hipócritas, cínicos, ligeros, superficiales, ni fu ni fa.
El opinante se regodea en la oralidad al intervenir breve y directamente en la charla, sin rebuscamientos ni derivas usuales en la escritura que pudieran desembocar en una tediosa tentación analítica; también por la necesaria dosis de alternancia democrática de los hablantes. Siempre acompañados de golpes de efecto metalingüísticos que reforzarán la carga semántica.
El opinante suelta información de a poco y calla aguardando que los presentes piquen: si hay curiosidad o interés suelta algo más, con tonos de voz ad hoc, connotaciones de secretismo y miradas furtivas; con cara de póker, silencios deliberados y connotados, movimientos sugerentes de manos y dedos subrayando palabras, frases, oraciones o argumentos enteros.
En los 90, un chasquido de lengua como dejo de contrariedad por una pregunta demasiado obvia, un brusco ¡a ver! por tener que explicar con forzada paciencia y un tono de voz cuidadosamente colocado lo que el otro ya debería saber o la clásica interrupción quirúrgica con un seco ¡vayamos por partes!, lleno de presunción metodológica y didáctica aunque inservible para fines mayores.