“EL ARMA MÁS PODEROSA DE LA
NACIÓN ES LA SALUD” (Ramón Carrillo).
“No tengo la certeza de que algún día alcance a defenderme
solo, pero en todo caso si yo desaparezco, queda mi obra y queda la verdad
sobre mi gigantesco esfuerzo donde dejé mi vida”.
Decía Ramón Carrillo: "Frente a las enfermedades que
genera la miseria, frente a la tristeza, la angustia y el infortunio social de
los pueblos, los microbios, como causas de enfermedad, son unas pobres
causas".
Ramón Carrillo era santiagueño que se se lo considera un Gran
Sanitarista Argentino. Cuando se habla de Salud Pública (así con mayúsculas)
como un derecho de los pueblos que el Estado debe garantizar brindando la
igualdad de oportunidades se retorna a este hombre olvidado y silenciado que
fuera creador del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social de la Nación.
En 1946, Perón le ofreció el ministerio de Educación, el que
rechazó. Pero cuando Carrillo propuso la creación del Ministerio de Salud
Pública fue el encargado de conducirlo a partir de 1949. El único antecedente
hasta entonces había sido el llamado Departamento Nacional de Higiene.
Recordaba de su formidable gestión pública: “…En sólo ocho
años, se construyeron 4229 establecimientos sanitarios en todo el país. Esto
amplió la capacidad hospitalaria en 130.180 camas. Jamás antes ni después la
salud pública argentina recibió un impulso de esta magnitud. La tasa de
mortalidad infantil disminuyó claramente y la esperanza de vida al nacer
aumentó de 61,7 años promedio a 66,5 en menos de una década. En 1947, inaugura
el Instituto de Medicina Preventiva y su gestión edita el Plan Analítico de
Salud Pública de la Nación. En 1949, publica su obra Política Sanitaria
Argentina, considerada -junto con Teoría del Hospital (1953)- un tratado de
consulta, aún hoy, en todo el mundo. Impulsó y creó la especialización de
médicos higienistas, hoy sanitaristas. Innovador, crea en 1948 los centros de
salud, e inaugura los primeros 50. Se erradicó por completo el paludismo y
enfermedades como sífilis y tuberculosis disminuyeron a niveles equiparables a
países más desarrollados. Los argentinos debemos saber que el Servicio Nacional
de Salud británico, considerado ejemplo de un sistema universal y público, data
de 1949. Ya para entonces el sistema público de salud argentino superaba al
británico, tanto en recursos aplicados como en resultados obtenidos”, narra el
historiador Pedro Borio. “Los problemas de la Medicina como rama del Estado, no
pueden resolverse si la política sanitaria no está respaldada por una política
social. Del mismo modo que no puede haber una política social sin una economía
organizada en beneficio de la mayoría”, sostenía Carrillo. También creía que
“solo sirven las conquistas científicas sobre la salud si éstas son accesibles
al pueblo.”
Murió el 20 de diciembre de 1956 en Belem do Pará, en el
triste exilio al que lo condenó la dictadura que produjo el golpe de estado del
16 de setiembre de 1955.” (http://www.elortiba.org/carrillo.html).
Adhiere en la denominada “década infame” a F.O.R.J.A quienes
estaban en esta fuerza que buscaba encarnar al yrigoyenismo eran Arturo Jauretche, Juan B. Fleitas, Manuel
Ortiz Pereyra, Luis Dellepiane, Gabriel del Mazo, Atilio García Mellid, Jorge
del Río, Raúl Scalabrini Ortíz y Homero Manzi quienes adherían por el ´45 al
naciente movimiento del Coronel Perón.
Fue el creador y primer Presidente de la Escuela de
Postgraduados en la Facultad de Medicina, con orientación hacia la medicina
social y preventiva.
El 17 de Octubre de 1945, Carrillo, que era Jefe del
Servicio de Neurocirugía del Hospital Militar, dispone que se reserve una
habitación para Perón, ya que éste sería trasladado desde la isla Martín
García.
A partir de 1946 el Doctor Ramón Carrillo se conforma la Secretaría de Salud Pública,
con rango de Ministerio (pasaría a ser Ministerio con la Reforma Constitucional
de 1949).
Elaboró un plan de más de cuatro mil páginas, llamado
"Plan Analítico de Salud Pública” y divide al país en zonas sanitarias que
permitió, a modo de ejemplo, llegar con la
vacunación antivariólica y antidiftérica hasta los pueblos más aislados y
distantes de la Argentina, llegar con Hospitales a la línea sur rionegrina como
Sierra Colorada y Comallo, lugares del territorio rionegrino que eran y son
alejados e inhóspitos que denota un PLAN EN SERIO para la Salud.
Carrillo tenía bien
en claro que para que su obra perdurase en el tiempo debían tener una legislación
básica que tendiera a la socialización
de la medicina “los hombres pasan, las obras quedan…” Apareció un listado de especialidades
medicinales que se vendían a precios populares.
"Murió a los cincuenta años, pobre, enfermo y exiliado
en Belem do Pará, ciudad del norte del Brasil, el 20 de diciembre de 1956.
Quizás pensando, como lo hizo el gran libertador Simón Bolívar, que había arado
en el mar... Quizás una de sus frases más célebres nos indique que aún su obra
está inconclusa: 'Frente a las enfermedades que genera la miseria, frente a la
tristeza, la angustia y el infortunio social de los pueblos, los microbios,
como causas de enfermedad, son unas pobres causas.' " (fuente Wikipedia).
“Ramón Carrillo había asumido el cargo unos días antes que
Juan Domingo Perón que asumiera su primera presidencia mayo de 1946. Perón en
el exilio en la Madre Patria decía de Ramón Carrillo que era "un hombre
maravilloso, de inteligencia grande, genial en todo. Él era morocho y siempre
estaba de buen humor. Recuerdo que cuando Josephine Baker trataba de hacer los
Institutos Antiracistas en la Argentina, yo le dije: ' Bueno, lo dejo todo en
manos del doctor Carrillo' Y este se para y dice riendo: ' ¿ No será porque soy
el único negro del gabinete ?' Pero Carrillo no era negro. Era morocho. Lo dijo
por chanza. Siempre estaba de buen humor".
* Extraído del libro de Pablo J.
Hernández "COMPAÑEROS Perfiles de la Militancia Peronista" Editorial
Biblos Latitud Sur Colección.
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