100 años- 12 de diciembre de 1913 por Decreto del Estado Nacional y Ferrocarriles del Sud se funda el nuevo paraje de la Estación Coronel Belisle.

Efemérides Patagónicas Argentinas.

1913: NACE UN PUEBLO.

Como consecuencia de un convenio firmado en 1913 entre el ingeniero Guillermo White –representante del F.C.Sud- y el señor Enrique de Llausás, yerno del coronel Pablo Belisle, se acordó construir, en terrenos cedidos por este último, entre las estaciones Darwin y Chimpay, un desvío y acomodos de carga para, según el convenio, "facilitar los trabajos de irrigación y cultivo de chacras que se propone llevar a cabo el señor de Llausás". Por su parte el mismo Llausás se comprometía a "establecer en inmediaciones de las instalaciones de la empresa una colonia con planta urbana".

Presentados los planos y la correspondiente memoria descriptiva, éstos fueron aprobados por el presidente Dr. Roque Sáenz Peña en enero de 1913. Otros distintos trámites se cumplimentaron a lo largo de ese año, destacándose entre ellos la resolución del Ministerio de Obras Públicas del 12 de diciembre de 1913 que estableció que "la estación ubicada en el kil. 1004,300 en la línea al Neuquén, del ferrocarril del Sud, se denominará 'Coronel Belisle' ".

Finalmente la estación fue habilitada al uso público en mayo de 1914, pero la creciente extraordinaria de 1915 afectó seriamente el proyecto de riego que se realizaba al interior de la isla Pacheco. Por ello no es extraño que todavía una década más tarde el sitio sólo contara con la estación y un pequeño destacamento de policía. Aún a finales de los años '20, lo que hoy es el pueblo, era descripto por una guía comercial del momento como "una estación aislada sin población urbana -no hay alojamiento para viajeros- que sirve de punto de embarque para los productos de una zona agrícola de relativa importancia".

En vista de estos infortunios, y ya de la mano de la Dirección General de Irrigación, comienza a trabajarse sobre el sector menos expuesto a las inundaciones, la margen norte del Salado y así, progresivamente, va tomando forma el actual sistema de riego local. Ya avanzada la década de 1930 el entorno agrícola de la estación, la zona regable, contabilizaba más de 4000 hectáreas, de las cuales "sólo 600 están cultivadas, casi exclusivamente con alfalfa".

Para entonces aparecen algunos apellidos familiares en el ámbito belisleño, como por caso los de los colonos José Morgado o Luis Ruffini, entre otros pioneros a los que no mucho más tarde -hacia 1938- habría de sumarse un importante contingente de inmigrantes -alemanes del Volga- que no habían podido echar raíces en La Pampa, su destino original.

Este progresivo incremento de la actividad parece reflejarse en la incorporación de distintos servicios; a la Escuela N° 78 fundada en 1927 por el maestro José Espeche se fueron sumando los primeros comercios -los almacenes de ramos generales de Félix Pracuk, Antonio Cabello y José Yunes- y, en 1934, la tradicional "sociedad deportiva Sportivo Colonia Belisle".Otro logro interesante se concretó en 1938 con la conformación de la primera comisión de fomento local que estuvo presidida por don Agustín Villanova, también él uno de los primeros colonos de la población.

En las chacras, pequeñas bodegas, apiarios y algunos fruticultores logran que hacia 1950 sean embarcados por la estación local, según una guía comercial de esos años, unas 7 u 8 mil toneladas de productos agropecuarios.

Aunque siempre la alfalfa – aún se recuerdan las grandes formaciones que se organizaban en la estación local con destino a la remonta del Ejército- continuó siendo el principal cultivo en Coronel Belisle; la Fiesta de la Semilla de Alfalfa que convoca año a año sigue siendo ocasión para celebrar la productividad de la tierra, recordar a antiguos colonos y revivir viejos tiempos.

Desde la década de 1940 el movimiento cooperativo tuvo un fuerte impulso con la conformación de organizaciones agrarias de este tipo que, sin embargo, en el tiempo, no lograron satisfacer plenamente las aspiraciones puestas en ellas. Como es conocido, el agro local siguió acompañando los vaivenes de la economía regional y de aquellas cooperativas no han quedado más que algunos recuerdos y escasos restos materiales.

Los sueños e ilusiones de viejos colonos descansan junto a los abandonados restos de lo que alguna vez fue una procesadora de tomate de la Cooperativa Coronel Belisle y en un sinnúmeros de pequeñas chacras parcialmente aprovechadas o casi abandonadas por improductivas de lo que alguna vez fue la prometedora colonia Coronel Belisle.

De todos modos no pueden desconocerse las transformaciones experimentadas en los últimos años en este sector del valle. Desde hace algunas décadas a esta parte los modelos productivos tradicionales han sido alterados considerablemente y hoy la fruticultura es la principal actividad zonal. Se destacan en ese aspecto distintos establecimientos frutícolas de grandes dimensiones que, con modernas técnicas de cultivo, buscando tanto calidad como cantidad, se han convertido en el presente en los principales oferentes laborales para la localidad".

Fragmento de artículo del autor Omar Norberto Cricco publicado el día 12/12/13 en el Diario "Río Negro". La imagen corresponde al mismo medio regional.