El arquitecto argentino más importante no sólo conquista con
sus obras, sino con su humor y su risa permanente. La bienal internacional
Córdoba Ciudad Diseño no fue una excepción. César Pelli disertó, conversó con
los asistentes y charló distendido con unos pocos periodistas. A los 89 años el
tucumano sigue vital e inquieto, aunque comenta que ya no acepta trabajos en
China, India o Taiwán porque no quiere "viajar tanto".
Defensor acérrimo de los edificios -de hecho, para muchos es
"el arquitecto de las alturas"- describe que la extensión horizontal
de las ciudades "no hace bien. Es sinónimo de más autos, más caminos, más
polución". Está convencido de que las construcciones en alto implican
"más eficiencia y más salud".
"En las grandes ciudades la gente está vendiendo sus
casas y se va al centro, porque ahí está el mercado, la posibilidad de
encontrarse con gente, de hacer compras, de recreación", continúa.
Impulsor de los espacios públicos -todos sus edificios los tienen-, subraya que
allí está "la vida" de la ciudad. "Es el lugar de encuentro, por
eso deben ser de fácil acceso", sintetiza.
¿Argentina va a contra mano del mundo? Acá la gente busca
barrios apartados, countries para vivir? "Así parece y es una pena. Los
countries son malsanos, dividen a la población en vez de unirla. Son sinónimo
de miedo", responde sin un atisbo de duda.
Completa el concepto: "Son espacios para vivir entre
iguales, cuando la riqueza de las ciudades es poder mezclarse, contactarse con
otros grupos, intercambiar, contactarse con otros".
¿Y los barrios cerrados? La gente los elige porque busca
seguridad. "A la seguridad la debe dar la contención social -afirma-; no
es una solución individual. Si el grupo social es seguro no hay que salir a
buscar esa garantía en espacios individuales."
Entre risas, insiste en que el "hacinamiento no es
malo". Subraya que los espacios verdes, las plazas, los parques "hacen
falta para la calidad de vida" y, en ese contexto, apunta que los
gobiernos deben impulsarlos y los arquitectos deben "colaborar para que
existan".
En medio de la conversación recuerda a su hermano, Víctor,
también arquitecto y dedicado a la construcción de viviendas sociales. Entre
sus trabajos no hay punto de contacto. "Es clave lo que él hace; siempre
me dice que la gestión es importante, ayudar a la gente a tener luz, gas,
servicios".
Admite que, con el final del cepo cambiario, volvieron a llamarlo
desde la Argentina para ofrecerle proyectos. "Mientras duraron las trabas
no podían sacar dólares; ahora están de nuevo", indica. En el país Pelli
diseñó los edificios de YPF y los bancos República y Boston, en la Capital
Federal; el campus de la Universidad Siglo 21 en Córdoba y las torres Maral, en
Mar del Plata.
Sin perder el humor y la ironía, se para en la vereda
opuesta del estilo "globalizado" que rige hoy la arquitectura.
"Es una pena, las ciudades pierden carácter, todas son iguales y hay menos
placer en viajar y conocer. Todos miran las mismas revistas, copian los mismos
modelos, hacen los mismos edificios", explica.
Graduado en la Universidad Nacional de Tucumán, en 1952 se
instaló en Estados Unidos. "Fuimos con mi esposa por ocho meses; no
teníamos un centavo, comíamos tostadas de noche. Pero no me sentía pobre, ser
ayudante en la cátedra era fantástico", dice.
Desde fines de los '70 tiene su propio estudio y sus obras
-"no son tan importantes", señala modesto- conquistaron el mundo y
decenas de premios. Admite que, si se hubiera quedado en la Argentina, no
hubiera sido lo mismo. "En Tucumán se hacía poco y, para lo que había,
buscaban porteños", vuelve a reír y se lamenta otra vez de la pérdida de
identidad, "que tanto mal le hace al diseño".
Entre 1977 y 1984 fue decano de la Facultad de Arquitectura
de la Universidad de Yale. "Hay 200 estudiantes de arquitectura; en Buenos
Aires son 20.000. Nunca comprendí el sistema argentino, no sé bien qué hacen
después". Sí comprende que "lo que regula es el dinero, que no sea
gratis. En Estados Unidos se pagan 45 mil o 50 mil dólares por año. A la vez me
maravilla que acá sea gratis, que siga siendo así".
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