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...." el pueblo recoge todas las botellas que se tiran al agua con mensajes de naufragio. El pueblo es una gran memoria colectiva que recuerda todo lo que parece muerto en el olvido. Hay que buscar esas botellas y refrescar esa memoria". Leopoldo Marechal.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.
“Amar a la Argentina de hoy, si se habla de amor verdadero, no puede rendir más que sacrificios, porque es amar a una enferma". Padre Leonardo Castellani.

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"La historia es la Patria. Nos han falsificado la historia porque quieren escamotearnos la Patria" - Hugo Wast (Gustavo Martínez Zuviría).

“Una única cosa es necesario tener presente: mantenerse en pie ante un mundo en ruinas”. Julius Evola, seudónimo de Giulio Cesare Andrea Evola. Italiano.

sábado, mayo 01, 2021

Constitución de 1853. Las provincias juran la Patria organizada y el Puerto se separa. Por CARLOS PISTELLI.


Constitución de 1853. Las provincias juran la Patria organizada y el Puerto se separa. 

Por CARLOS PISTELLI.

Fue el 1° de mayo de 1853 cuando el General Urquiza mandó promulgar la Constitución de todos los argentinos. Bueno, no todos. Porque los porteños, al estilo Larreta, rechazaron el acuerdo provincial que delegó en el General Urquiza, vencedor de Morón que los brasileños llaman Caseros, la dirección de la Confederación. Con la revolución septembrina de 1852, que la Plaza Once honra y rememora con los restos de Rivadavia coronándola, Buenos Aires rompió el país en acto de alta traición a la Patria.

Estas notas solamente tocarán lo concerniente a la Convención Nacional, aunque algunos aspectos de los tiempos que corrieron, se hablarán al pasar.

Por el Acuerdo en San Nicolás de los Arroyos, dos diputados reunidos en las provincias partirían a Santa Fe a iniciar las deliberaciones. Fueron ellos:

Juan del Campillo, cordobés de 1812, hijo de la Revolución, Campillo fue un intelectual federal vinculado al partido conservador de su provincia, católico recalcitrante que impuso la condición religiosa para ser Presidente. Fue ministro de Urquiza y diplomático ante la Santa Sede, Su último cargo fue ser ministro santafesino de Oroño, que buscaba suavizar su conflicto con el curataje.

Salvador María del Carril, el doctor lingotes era un viejo conocido.

El doctor Lingotes, nacido en 1798, era un viejo tertuliano rivadaviano, gobernador fugaz de su provincia natal, San Juan, allá por el veintitantos. Ministro de Don Bernardino, su obra financiera fue un desastre y uno de los primeros que priorizó negociados para unos pocos en desmedro de la mayoría popular. Dorrego le dio duro y eso le ganó un odio para hacer dulce. Carril es el principal instigador del asesinato del coronel del Pueblo. Años secretario de Lavalle, finalmente Urquiza lo convocó en prendas de paz y puente de plata a los viejos enemigos del Federalismo. Carril, vicepresidente de Urquiza, gobernaba el país cuando el Castellano se retiraba a San José.

Siendo miembro de la Corte Suprema, en el año 1880, una bomba vino a estallarle en la cara. Nadie sabía de sus cartas recomendando el asesinato de Dorrego, y ese año se dieron a publicidad.

Agustín Delgado, unitario mendocino de 1790, al que Urquiza también le tendió un puente político. Cumplió diferentes roles en su provincia, pues fue nulo en la Convención.

Santiago Derqui, el segundo Presidente constitucional de nuestro país, era una sardina aceitosa difícil de agarrar. Gustaba del mate y la siesta, y de las trapisondas políticas para llegar a buen Puerto. Estaba llamado a grandes cosas, pero terminó indisponiéndose con Urquiza, y selló su fin. Había nacido en Córdoba en 1809.

Pedro Díaz Colodrero, nacido en 1787, federal antirrosista como todos los correntinos. Don Pedro cumplió distintos roles en su provincia y armó alto bardo en el Congreso. Urquiza se cansó del congresal, le dejó de pagar las dietas, obligándole el cargo. Sería uno de los actores centrales de la Convención.

Pedro Juan Ferré, el correntino que prácticamente hizo su provincia, como dice en sus Memorias, era convencional por Catamarca (?) Su primer gobierno fue en 1824 desde donde empezó a sentar las bases de su legado. Artífice aunque no firmante del Pacto del ’31, inicia sus peleas con los doctrinarios porteños, Que terminan, al volver Rosas al gobierno (´35) con la ruptura definitiva. Corrientes será baluarte antirrosista (y antinacional) y a Ferré le cupó papel completo en la jornada. Triunfante Urquiza en las guerras civiles en la región, la provincia pasó a sus manejos más de veinte años y don Pedro desapareció de la escena política. El Castellano en prenda de unidad, le otorgó sus últimas misiones hasta que, como siempre, Ferré saltó el charco descaradamente y se unió a todos sus enemigos.

Ruperto Godoy, sanjuanino de 1803, amigo personal de Sarmiento al que le narraba todas las sesiones en carta. Cumplió un rol entre los unitarios en favor de su amigo y futuro Presidente. 

José Benjamín Gorostiaga, el joven Benjamín (1823) fue el Hacedor de la Constitución. Este santiagueño movidizo fue el alma de la redacción de los artículos. Dice don Raúl Lima de él en el blog de Olaza Pallero, Curioso destino el suyo. Se ha dicho que la Corte Suprema de Justicia de la Nación, desde el momento en que su misión es interpretar la letra de la Constitución, funciona como una especie de Convención constituyente en sesión continua. A Gorostiaga, integrante de la primera Corte -en la que estuvo veinte años- le tocó interpretar la Constitución de la que fue su principal redactor. Es decir, le tocó interpretarse a sí mismo ¿puede pretenderse intérprete más autorizado?

Gorostiaga gozaba de la deferencia de Urquiza, y eso le dio un status en la Convención. Formada la comisión redactora, todo lo hizo Benjamín. Cuenta Pepe Rosa, Con el texto norteamericano a la vista, Gorostiaga depuró algunas equivocaciones y no pocas exageraciones de Alberdi. Por desgracia la traducción que encontró fue también la persistente de García de Sena y la corrección fue tan errónea con el original de Valparaíso al reproducir el derecho norteamericano. Pero Gorostiaga fue más allá de Alberdi: al proyecto de éste le acopló algunas disposiciones de la constitución unitaria de 1826, sugeridas por Carril tal vez en melancólica compensación póstuma del texto tan agriamente rechazado en 1827. De ese incongruencia de “dos senadores por la capital”, comprensibles en la carta unitaria pero que desvirtuaba la esencia de un senado federativo donde los integrantes representaban a las provincias federales. Veinte días trabajó Gorostiaga. A mediados de enero tuvo lista la tarea que no consistió- como dijo modestamente en el congreso- sólo en “verter a un lenguaje llano los trabajos abstractos del doctor Alberdi”. (…) “Como ministro dejó la impresión de su eficacia sin provocar celos o la envidia de nadie;… fue modesto en palabras y moderado en sus acciones. Comprendió, en fin, que en política el gran arte de tener talento está precisamente en saber ocultarlo“.

Lo ve Vanossi: ¿Dónde consta la obra constitucional de Gorostiaga? Surge del “Anteproyecto”, que es un testimonio irrefutable de su autoría. Son los borradores del esbozo de Gorostiaga, redactado de su puño y letra, que abarcan prácticamente la totalidad de la “parte orgánica” de la Constitución y el “Preámbulo” de la misma. Allí están casi intactos los artículos correspondientes al texto actual en los capítulos referentes a: facultades del Congreso, formación y sanción de las leyes, Poder Ejecutivo, Poder Judicial, y gobiernos de provincia. También son incuestionables las fuentes de su redacción en esas partes: el Proyecto de Alberdi, la Constitución argentina de 1826, la Constitución norteamericana de Filadelfia (1787), y los comentarios de “El Federalista” de Hamilton, Madison y Jay. Tanto Gutiérrez como Gorostiaga conocían el idioma inglés, que el último de ellos utilizaría después para la correlación de las Sentencias de la Suprema Corte norteamericana con la jurisprudencia constitucional argentina de nuestro máximo tribunal”.

Cumplió rol político con Urquiza y luego en la Corte Suprema, siendo fugaz ministro de Sarmiento. El Roquismo impone los tantos en el páis en los ’80, y toda la opo encuentra en él al candidato contra Juárez (1886) Tan resentido quedó éste, que lo hizo renunciar a su cargo, ya triunfante. La venganza es un plato que se sirve frío: Miembro de la Junta Revolucionaria, Gorostiaga lo ve descender del cargo a Juárez de forma ignominiosa en 1890.

http://olazapallero.blogspot.com/2011/01/jose-benjamin-gorostiaga-hacedor-e.html

Don Juan María Gutiérrez había quedado elegido junto a Gorostiaga para redactar la Constitución, pero delegó en su joven colega tan magna tarea. Él se quedó con los manifiestos.

Fue un joven mayo, vinculado a Echeverría y a Alberdi, jefes de la Asociación, con los que formó amistad y lograba evitar los choques de egos. Retirado a Montevideo, convenció a varios que Urquiza era el hombre contra Rozas, y el Castellano lo hizo su secretario todo poderoso diez años. Casó con una joven del Clan Cullen, dueños de Santa Fe unos años, forjando el liberalismo urquicista del que tanto pudiéramos hablar. Le mortificó tanto el verlo caer en las traiciones, que le abandonó y volvió a Buenos Aires.

Descolló en el ámbito de las letras y fue el Rector de la mayor generación universitaria porteña, que lo eligió como su maestro. Naturalista, historiador, intelectual, lo pudo ser todo. Hizo el ridículo en un debate sobre la pertenencia, o no, de nuestro país dentro de la lengua española, que se retiró de la vida pública. Encontraría la muerte, resentido de todo y con todos, allá por enero de 1878.

Delfín Huergo, liberal salteño elegido representante de San Luis, Urquiza quedo embelezado del joven y sus charlas, dándole un espaldarazo a su carrera pública. Huergo terminó mitrista, como no podía ser de otra manera.

Benjamín Juan Lavaisse, cura santiagueño hechura de quien fuera gobierno. Un “oficialista”, llamémoslo. Salvó la libertad de cultos opinando favorablemente, porque era liberal en lo político. Falleció muy joven y se le recuerda su correspondencia con Taboada, sobrino del caudillo Ibarra, del que heredó el cargo. José Ma. Zuviria, hijo de Facundo, y secretario del Congreso dice de él: un genio arrebatado, de imaginación desbordante”, no obstante su “espíritu patriótico y sincero” y su “piedad evangélica”. Bellas palabras que el cura devolvía sobre el padre de Josema: “viejo palangana, boliviano y apologista de sí mismo” e “hideputa salteño“.

Manuel Leiva, el queridísimo viejo Leiva cumplía finalmente sus ensueños cullenistas de 1831-32. Condiscipulo del manco Paz y Tadeo Acuña, con los que anduvo en algunas patriadas. Legislador de López, participa de una asonada contra el Caudillo, que lo mete en cana. Lo libera y lo raja a Entre Ríos donde hace migas con el joven Urquiza. Leiva vuelve a Santa Fe en el año ’30 y congenia con el gallego Cullen. López mete en cana a Urquiza por masón y unitario, e intercede por él. La barra de Cullen, tras él Leiva, Urbanito Iriondo, Acuña, y los doctrinarios le pelean los tantos a Rosas, pretendiendo usar a López. Quiroga les marcó los tantos y quedaron flotando en el aire. Leiva se retiró a Rosario y luego vagó en cuanta aventura antirrosista hubiera. Urquiza lo rescató del exilio, y lo hizo diputado. Su sueño de Constitución Federal se cumplió, pero sintió que Bs As tarde o temprano se impondría. Su luz se fue apagando pero sus destellos seguirían molestando unos años más.

Juan Llerena, el soñador llegó con lo justo a Santa Fe para reemplazar al rimbombante Gondra, del cual hablaremos luego. Venía en representación de San Luis. Es antepasado del gran relator boxístico de Combate Space.

Regis Martínez, cordobés en representación de La Rioja, hijo de un famoso militar unitario. Cumplió un rol destacado en la Convención.

Manuel Padilla, joven cordobés de actuación en Jujuy, a quien representaba, en el bando unitario.

José Manuel Pérez, domínico tucumano discípulo del maestro Chorroarín, el amigo de Passo en el Congreso del 22 de mayo. Se opuso a la Constitución por anticatólica y prenda de paz con los unitarios, a los que detestaba. Urquiza lo apuró un poco, y la votó.

José Ruperto Pérez, porteño que se inicia al lado de Rozas para terminar con Urquiza y el Pronunciamiento. Insólitamente, votó contra la Constitución con las mismas argumentaciones del Restaurador: Que no es tiempo, que el país debe pacificarse. Urquiza le hizo dar un boleo y desapareció de la política.

José de la Quintana, jujeño que hizo carrera en su provincia, llegó a ser gobernador. Unitario hasta las tarlipes.

Juan Francisco Seguí, hijo de un político homónimo, hechura del Caudillo Estanislao López, este santafesino del ’22 fue una de las grandes promesas del Rosismo. Del círculo de Manuelita, la princesa federal lo ayudó a escapar de Bs. As. tras un lío de polleras. ¡Y va y termina al lado de Urquiza al que le escribe el Pronunciamiento! ¡Canalla, qué pretende Ud. de nosotros!

Seguí era un fenómeno llamado a grandes cosas. Pero, claro, no lo quería nadie porque era un mal llevado total. Falleció prematuramente, cantando loas… al mitrismo y su Jefe. Un saltinbanky al final.

Luciano Torrent, correntino de Goya (1823), vinculado al partido liberal de su provincia, hará carrera política en Santa Fe y con el mitrismo.

Martín Zapata, mendocino sin mayores pergaminos que ser yerno del Gobernador Segura. Falleció en el terremoto de 1861.

Salustiano Zavalía, uno de los jefes de la Coalición del Norte que armaron con Avellaneda para romper con Rozas y matar al gobernador Heredia. Este tucumano culto y andariego, forjó el temple del unitarismo post Caseros. Ya lo trataremos con más detenimiento.

Pedro Alejandrino Zenteno o Centeno, cura catamarqueño, federal hasta la médula que armó alto bardo contra la Constitución liberal. Urquiza le respetaba sus viejas luchas, y le permitió lisonjearse como el único que se mostraba contra la Constitución. Falleció al poco tiempo al volver a su casa.

Juan Facundo Zuviría, quien fuera el Presidente de la Convención, Salteño del año 1794. Opositor descarado de Rozas, huyó del país tras participar en alguna que otra intentona unitaria. Cumplió roles institucionales en Bolivia hasta que también lo rajaron por hablar de más: He ahí su problema! Hablaba mucho y por demás. Analizaremos su rol importante en la Convención, haciéndole zancadillas a los redactores.

Data en:

https://sites.google.com/site/historiadeayerparaalumnosdehoy/la-constitucion-nacional-argentina/diputados-de-1853

Publicado en el Blog de CARLOS PISTELLI, 28 de abril del 2021.

https://carlospistelli.wordpress.com/2021/04/28/constitucion-de-1853-las-provincias-juran-la-patria-organizada-y-el-puerto-se-separa/

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