En enero del 2020 Diego Armando Maradona calificó a Trump
como “chirolita”, en una entrevista en
la cadena venezolana “TeleSur”.
Después Estados Unidos le negó el acceso al país a Diego
Armando Maradona después que este llamara “Chirolita” al presidente Donald
Trump.
“Chirola” y “Chirolita” son términos conocidos en la
Argentina.
“Chirolita” habla de la idea de un “títere”, una persona sin autenticidad, vulnerada,
forzado a repetir las palabras de otro.
En el sitio Diccionario Latinoamericano de lengua española dice de la palabra “Chirolita”: “Dícese de una persona (habitualmente un funcionario) considerada "títere" de otra. El término, a veces escrito con minúscula, proviene del nombre del popular muñeco Chirolita, creación del ventrílocuo argentino Mister Chasman (Ricardo Gamero).”
Fuente de
información: http://untref.edu.ar/diccionario/buscar.php?q=1124&p=chirolita.
"Chirola" y su diminutivo “Chirolita” en glosario del lunfardo (que es una jerga
originada y desarrollada en Buenos Aires, Rosario y Montevideo) significa:
monedita. Una moneda de ínfimo valor. En la Argentina se usaba para nombrar a
la diminuta moneda de veinte centavos. Esta palabra puede derivar de “chorlito“,
por la expresión española “ser un cabeza de chorlito“, ser un cabeza vacía.
Mister Chasman era el nombre artístico de Ricardo
Gamero nacido en Zárate una Ciudad
ubicada en la provincia de Buenos Aires situada sobre la ribera del río Paraná.
Nació el 25 de mayo de 1938 y fue el ventrílocuo más reconocido de la Argentina.
Un contador de historias como Don Luis Landriscina dueños de un humor
respetuoso. Este humor tenía algo de picardía que le aportaba Chirolita sin
malas palabras donde no se hablaba ni de política, ni de fútbol, ni de
religión. Y Chirolita fue uno de los muñecos más emblemáticos y queridos del
espectáculo argentino que llegó a superar en fama al mismo Chasman.
Este dúo fue una de las expresiones más perfectas y armónicas
de un ventrílocuo y un muñeco una profesionalidad y estilo único logrado por
Ricardo Gamero. Dando espectáculos de gran nivel. Algunos vídeos de youtube dan muestra de ello.
Ricardo Gamero con ocho años presencia el espectáculo de un
ventrílocuo en Parque Retiro (Ciudad de Buenos Aires) que lo inspiraría a
decidir el futuro de su vida.
Gamero aprendió el oficio de ventrílocuo en el circo del
Parque Retiro y a su socio Chirolita de vida, un muñeco de pelo rubio y
cachetes colorados, lo creó a comienzos de los años 50 utilizando papel maché. Se
dispuso a crear un mono. Mientras le daba forma, descubrió que se parecía más a
un niño. Lo llevó a un titiritero para que ajustara el mecanismo y le colocara
los brazos. Luego le cosió la ropa, lo puso sobre su regazo.
Cuentan que Gamero tardó unos cuatro años de estudiar,
semana a semana, los movimientos del ventrílocuo del Parque Retiro.
Su padre José Gamero era linotipista y quería que su hijo
siguiera el oficio. Las múltiples peleas por "el muñeco" provocaron
que abandonara el hogar. A los 13 años abandonó el colegio, se mudó a una
pensión, y comenzó a trabajar en la calle.
Al igual que otros ventilocuos en las presentaciones “Mister
Chasman” se sentaba en un taburete, y Chirolita en la rodilla derecha.
¿Qué hacés, Negro? Así comenzaba el espectáculo cuando Chirolita, prototipo del porteño irónico, mujeriego, canchero, simpático saludaba a Mister Chasman que era un caballero elegante, refinado, culto, que fumaba e intentaba educar al pequeño pícaro, travieso, y desinhibido y disuadirlo de ejecutar chistes fáciles. Y así Chirolita con esas salidas risueñas se fue ganando el corazón del público.
Aunque existe el relato injusto de que los ventrílocuos hablan con el vientre,
Gamero reconocía que su secreto consistía en torcer poco los labios y
disimularlo con su cigarrillo.
Ambos usaban vestuario idéntico, con trajes y zapatos a
medida.
A fines de los sesenta, Chasman escaló al prestigioso circo
internacional Tihany y recorrió países de Nuestra América, ahora afirmado en su
show de ventrílocuo.
Adquirió mucha popularidad a lo largo de la década del ´ 70, participando en programas de TV como "Sábados circulares" de Nicolás “Pipo” Mancera, "Sábados de la bondad" de Leonardo Simons, "Domingos para la juventud" conducido originalmente por Orlando Marconi y luego por Silvio Soldán, "Grandes valores del tango" programa conducido por Silvio Soldán y en "Badía & Cía" en los años ´80.
Chasman llegó
a tener su propio programa de televisión
que se llamaba “El mundo de Chirolita”, en Canal Once en 1974 y fue
habitual invitado de otros programas de televisión, teatros de revista y en
cine en "Los chicos crecen", dirigida por Enrique Carreras en 1976 una película donde actuaba Don Luis Sandrini.
Pasando por noches de las viejas boites, el esplendor del teatro de revistas,
las reuniones de fin de año de las empresas en momentos de esplendor. Dando espectáculos con un gran respeto al público.
En discos larga duración "aquí está...Chirolita" sello
Microfón y "De fiesta con Chirolita".
Estuvo como 18 meses para aprender a encender su cigarrillo
con una caja de fósforo mientras charlaba con Chirolita luego usaría encendedores que coleccionaba. Cómo hablaba con él
mientras fumaba es una técnica que requiere una combinación de respiración y
movimiento muy compleja. Él no llamaba muñeco a Chirolita. Lo llamaba hijo. Y
lo trataba de usted. Era una magia. Cuando llegaba a casa entraba una herramienta de trabajo.
Ricardo Gamero tuvo dos hijos. Sandra, de un primer matrimonio, René, de un segundo, y podríamos aseverar que el tercero era Chirolita que lo cuidaba como un hijo, que le dio de comer a la familia por muchos años y hasta lo desplazó a Chasman a un segundo plano por eso Nicolás Repetto en un vídeo de youtube los presenta al revés “Chirolita y Chasman” y Chirolita en son de queja le dice “como me curraste en todos estos años…”. Algo parecido le pasó a Caloi en sus tiras diarias donde Clemente le ganó en protagonismo a Bartolo y al mismo Caloi.
Le decía a su hijo
René: “El día que me muera acuérdense que adentro de la valija hay una
herramienta de trabajo. Gracias a él comimos durante cuarenta años”.
Tan grande fue la fama de Chirolita que le hicieron un tango
“A Chirolita” con letra de Carlos y
música de Alberto Castillo (Alberto
Salvador De Luca) que fuera grabado por el popular Alberto Castillo con el acompañamiento
de la orquesta de Ángel Condercuri (1960).
En sus años dorados, tenía póliza de seguro. Cuando viajaba
-Chasman paseó su éxito por México, Chile, Perú, Paraguay, Bolivia, Uruguay,
Ecuador y España- no despachaba la valija. La llevaba consigo, unida a una
tarjetita con sus datos personales en caso de extravío.
La sociedad entre ventrílocuo y muñeco atravesó momentos
dramáticos, como cuando en los años 70 Chirolita fue secuestrado y debió
pagarse un rescate en el Monumento a los Españoles. En otra oportunidad el
maletín que lo guardaba fue robado del auto de Gamero, quien horas más tarde
recibió un llamado telefónico. “Nos equivocamos, Chasman, díganos dónde se lo
dejamos”. Otro secuestro de Chirolita pero, por suerte, logró recuperarlo. Era
su herramienta de trabajo.
Silvio Soldán narró un tercer episodio o la verdad revelada
de uno de estos dos casos: “Ha llegado a tenerle fastidio al muñeco. Tal es así
que se hizo un autorrobo. Le habían robado la valija con Chirolita. Y no era
cierto, era para que la gente se ocupara más de él y menos del muñeco”.
En los últimos años (década de los '90) la nueva dinámica de la televisión de chistes cortos hizo que fuera quedando
relegado de la actividad artística por falta de convocatoria laboral. La televisión había
cambiado se terminaron esos tiempos de contar historias como hacían este dúo, situación
agravada por problemas de salud.
Triste, solitario y final –parafraseando al escritor Osvaldo Soriano- para
Gamero. Fumador consuetudinario. Gamero había sido tratado del corazón en la
Fundación Favaloro en 1994 y desde entonces eran comunes sus visitas al
Hospital Argerich.
El 26 de abril de 1999 ingresó a ese nosocomio para hacerse
un examen, no obstante se le detectó un cuadro anémico y una cardiopatía severa
que aconsejaron su internación.
El Dr. José Tarzibache, su facultativo de cabecera, afirmó
por aquellos días: “Gamero estaba apagado, se quejaba por la falta de trabajo.
Todo eso lo llevaba a un gran estado de congoja y por ahí descuidaba su salud”.
Un compañero de residencia en el Hospital contaba que “no quería comer siquiera
vivir, hasta Chirola lo había abandonado”. Dos semanas atrás, en tren de joda
dijo que Chirola siempre le sacaba las mujeres. Esa fue la única que vez que mencionó a Chirolita.
Allí estuvo casi un mes, incluso que tras una
descompensación fue trasladado a la Unidad Coronaria falleciendo el jueves 20 de mayo de 1999, faltaba poco para cumplir
61 años, y con él además se fue Chirolita para siempre.
Poco años antes de
morir, Chasman registró en el INPI por 1997 el nombre de él y del muñeco para
cedérselo a su familia y su esposa Noemí Farías, viuda de Ricardo Gamero é
hijos. No hay indicios de la renovación de la marca.
Gamero falleció poco antes del nacimiento del Círculo de
Ventrílocuos Argentinos (Civear). Una pena que no haya vivido para ver esta Institución naciente siendo insignia, referente argentino de los vertrílocuos.
Desde la ausencia de su creador, Chirolita descansa en la bóveda
de seguridad de un banco según revelaron en la familia.
Alejandro Maly dirigió el filme documental ¿Dónde estás,
Negro?, estrenado en 2016, sobre Mister Chasman y Chirolita.
Fuente de información: varios sitios de internet.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
La diferencia de opiniones conduce a la investigación, y la investigación conduce a la verdad. - Thomas Jefferson 1743-1826.