En esta época del año abundan los encuentros y las celebraciones con familiares y amigos, donde es casi una condición obligada el consumo de bebidas alcohólicas, que en forma abusiva resulta nocivo y perjudicial para la salud y bienestar de las personas. Desde el Ministerio de Salud de Córdoba trabajamos la prevención y sensibilización de este problema que en los últimos 20 años se fue incrementando y naturalizando en nuestra sociedad.
Los números del Observatorio Argentino de Drogas son impactantes: ocho de cada 10 argentinos tomaron alguna bebida alcohólica en su vida y unas 2.299.598 personas de todo el país comenzaron a beber en el último año, de las cuales unas 320.000 son preadolescentes y adolescentes.
En este último caso, la mayoría de los niños, niñas y adolescentes que han probado alcohol, lo han hecho en ambientes familiares.
Los niños, niñas y adolescentes que perciben un mayor consumo de alcohol en sus padres, madres y hermanos, comienzan a creer que los efectos negativos de esta práctica son mínimos. Son creencias que perduran hasta la adolescencia e influyen en el inicio del este consumo.
Mientras más temprana sea la edad de inicio de ingesta de alcohol, hay más probabilidades de desarrollar problemas asociados al consumo de sustancias.
Además, es importante tener en cuenta que, en los jóvenes, el alcohol se asocia a infecciones de transmisión sexual, embarazos no intencionales; situaciones de violencia y accidentes.
Aquí algunas recomendaciones, con especial atención en el rol de los adultos en el cuidado de los más jóvenes:
• No dejar bebidas alcohólicas al alcance de niños y jóvenes.
• Evitar que los niños y niñas prueben el alcohol.
• preparar las ensaladas de fruta sin alcohol.
• En cuanto a jóvenes y adolescentes, prestar atención a las reuniones y celebraciones; conocer dónde se reunirán y con quién; saber si habrá un adulto presente; cuidar que lleguen en forma segura a los lugares de encuentro.
• Conversar y explicitar reglas familiares en cuanto al consumo de alcohol.
Finalmente, es oportuno recordar que en nuestro país está prohibida la venta de alcohol a menores de 18 años, por lo que para los adolescentes la principal fuente de acceso a alcohol son las familias.
Por todo ello, es fundamental el compromiso de los padres en particular y de los familiares en general para modificar este proceso cultural de consumo y ahí también debe estar el Estado acompañando y generando procesos de cambios de hábitos y prácticas de consumo, con una mirada de promoción de la salud y prevención de adicciones.
En ese sentido, creemos que es posible, por ello en el marco del Plan Provincial de Prevención y Asistencia de las Adicciones, en Córdoba ya implementamos 86 dispositivos RAAC para garantizar el acceso a la atención necesaria y recientemente inauguramos la primera Comunidad Terapéutica Pública de la provincia, un centro del máximo nivel de complejidad, que brinda servicios de rehabilitación y reinserción a las personas afectadas por consumo de drogas y a sus familias.
(*) Secretario de Prevención y Asistencia de las Adicciones de Córdoba.
Publicado en Diario "Río Negro", 31 de diciembre de 2018.
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