Alumni, el club fantasma del fútbol argentino que sigue en el “top ten” entre los más ganadores.

Fue el gran campeón de la primera década del Siglo XX. Dejó de existir en 1913. Su nombre sigue vigente. 

Su nombre aparece en cada lista actualizada de campeones. Ya sea solo del torneo de Primera División, de las Copas Nacionales o de la tabla general de títulos. Se codea con Boca, River, Independiente, Racing y San Lorenzo. Y sin embargo, lleva disuelto más de cien años. Se trata de Alumni, el primer gran campeón, el club fantasma del fútbol argentino, que con 22 títulos logrados todavía ocupa el sexto lugar entre los más ganadores.

El surgimiento de Alumni tiene que ver con la génesis del fútbol en la Argentina. Fue en la escuela fundada por Alexander Watson Hutton, un docente escocés que llegó al país en 1882 contratado por dos años por la Saint Andrews Scotch School, el lugar en el que fue creciendo la pasión. El Buenos Aires English High School (BAEHS), fundado en 1884, fue como el semillero, la Masía del mítico equipo supercampeón de la primera década del siglo XX.

El gran objetivo de Watson Hutton como docente fue acompañar la formación académica de los chicos y chicas del colegio con una fuerte influencia deportiva. Para los varones tenía pensado el nuevo juego que apenas tenía dos décadas de existencia. El fútbol se había popularizado en Gran Bretaña y el reglamento de la Football Asociattion fue algo que trajo entre sus pertenencias. Después, un docente contratado por él llegó con las primeras pelotas.

En los patios y campos deportivos del colegio, los pibes se acostumbraron a jugar. El BAEHS aún existe y tiene su sede desde 1906 en Melián 1880, en el barrio de Belgrano, pero no siempre estuvo allí. Su primera sede estuvo en Perú 252/57 en la Manzanas de las Luces (1884-86), luego en Montes de Oca 21, en Barracas (1886-96), y después en Av. Santa Fe 3592, en Palermo (1896-1906).

La mayoría de los jugadores de Alumni surgieron del colegio, especialmente la dinastía Brown, compuesta por cinco hermanos y un primo. La formación de los clubes atléticos dentro de los colegios fue fomentada por el Estado Nacional a partir de un decreto de 1898. Inmediatamente, Watson Hutton blanqueó algo que ya funcionaba puertas adentro y fundó el 3 de octubre de 1898 el Buenos Aires English Athletic Club, compuesto por alumnos, profesores y ex alumnos.

Con ese nombre participó los dos primeros años en The Argentine Association Football League (la liga fundada por el escocés en 1893), el primero en Segunda División (subcampeón de Banfield Athletic) y en 1900 en Primera (campeón). El camino hacia el título le alcanzó para ganar popularidad rápidamente. Una encuesta del diario The Buenos Aires Herald realizada entre el 25 de mayo y el 31 de julio lo confirmó: 6942 votos para el EHS; Quilmes, 3.467; Belgrano, 3358; Lomas, 1295; Banfield, 317; Rosario, 306; Buenos Aires, 116; Escuela de Comercio, 107; Saint George’s College, 101; Porteños, 29; Flores, 18; Central A. C., 17.

“Son todos jóvenes, sanos y vigorosos, se han educado juntos y por consiguiente existe entre ellos la amistad cordial y la comunidad invariable contraída en los bancos de la escuela", publicó el diario El País, el 30 de julio de 1900, al referirse a la campaña del equipo.

¿Por qué cambió su nombre por el de Alumni tras la primera consagración? En 1900 la asociación creó la Tercera Liga para menores de 17 años, y dispuso que “los clubes con nombres de instituciones educacionales debían actuar en la nueva categoría porque tales denominaciones podrían interpretarse como una propaganda incompatible con las desinteresadas finalidades del deporte amateur”, aseguró Ernesto Escobar Bavio en el libro Alumni, cuna de campeones y escuela de hidalguía. Además, querían evitar que alguien pensara que los colegiales estaban jugando con adultos.

Ante estas circunstancias, el club cambió de nombre. La historia cuenta que fue sugerencia de Carlos Bowers, quien había viajado a Estados Unidos con sus padres y había estado en contacto con asociaciones de ex alumnos del Phillips Exeter Academy y Massachussets Institute of Tecnology, de Boston. En ambos casos, la agrupación se denominaba Alumni Association El nombre fue aceptado por la mayoría de los compañeros. Así nació el mítico Alumni. Alumni Football Team primero y, desde 1906, Alumni Football Club.

Lo que siguió fue una cosecha de éxitos que aún lo mantiene entre los más ganadores. Obtuvo en total 22 títulos: 10 de Primera División (1900-01-02-03-05-06-07-09-10-11), 8 copas Nacionales (3 Copa Competencia Chevallier Boutell-1901-03-06-, 3 Copa Competencia Jockey Club -1907-08-09- y 2 Copa de Honor -1905-06) y 4 copas internacionales entre AFA/AUF (3 Tie Cup Competition 1907-08-09 y una Copa de Honor Cousinier 1906).

Tras el título de 1911, Alumni no anotó su equipo principal en el torneo de 1912. Fue el primer paso a la disolución. Entre el 18 y el 24 de abril, en el diario La Nación, en la sección Sociedades y Compañías, apareció este aviso: “Alumni A.C. Se cita a los señores socios a asamblea general con fecha 24 del corriente, en el local de la A.F.A. calle Maipú 131, a las 9 p.m. para tratar la disolución del club y autorizar a la C.D. para distribuir los fondos de acuerdo con el reglamento”. Apenas siete socios dieron presente.

"Sólo hizo la etapa inicial de ese proceso (fútbol exclusivamente) pero con la honrosa y extraordinaria particularidad que le bastó quedarse allí, sin seguir la evolución; le bastó intentar el cambio sin lograrlo, le bastó ser lo que fue, para realizar lo que nadie pudo hacer en la encomiable vastedad de su construir; impulsar al fútbol argentino fecunda y ejemplarmente, sacándolo con sorprendente rapidez del terreno indeciso de lo experimental", resumió Ernesto Escobar Bavio en su libro Alumni.

Jorge Brown fue el primer caudillo del fútbol argentino. Fue tan habilidoso como abanderado del fair play. Querido y respetado, fue el último tesorero del club. El que cuidó, centavo por centavo, el capital de Alumni. El que comunicó, aquel 24 de abril, que el activo era de $ 12.322,29. Ocho instituciones fueron las beneficiadas por Alumni, entre ellas el Hospital Británico y el Patronato de la Infancia.

Antes y después, muchos clubes en el país tomaron su nombre y sus colores. Nunca logró ser un club social, como los ingleses Lomas o Belgrano; o como los que vinieron después. Pero marcó el camino.

Publicado en Diario "Clarín", 21 de Junio de 2019.-