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...." el pueblo recoge todas las botellas que se tiran al agua con mensajes de naufragio. El pueblo es una gran memoria colectiva que recuerda todo lo que parece muerto en el olvido. Hay que buscar esas botellas y refrescar esa memoria". Leopoldo Marechal.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.

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“Amar a la Argentina de hoy, si se habla de amor verdadero, no puede rendir más que sacrificios, porque es amar a una enferma". Padre Leonardo Castellani.

“
"La historia es la Patria. Nos han falsificado la historia porque quieren escamotearnos la Patria" - Hugo Wast (Gustavo Martínez Zuviría).

“Una única cosa es necesario tener presente: mantenerse en pie ante un mundo en ruinas”. Julius Evola, seudónimo de Giulio Cesare Andrea Evola. Italiano.

lunes, junio 17, 2019

La Reina Isabel invistió al rey Felipe VI de España y al Rey Guillermo de Holanda como caballeros de la Orden de la Jarretera.

Máxima distinción de la monarquía británica.

La Reina Isabel invistió al rey Felipe VI de España y al Rey Guillermo de Holanda como caballeros de la Orden de la Jarretera.


Instituida hace 670 años por el rey Eduardo III en Windsor, la Orden de la Jarretera es la más antigua en existencia y quizás la más codiciada. La leyenda cuenta que Eduardo III estaba bailando con la condesa de Salisbury y a la dama se le resbaló hasta el suelo una liga de color azul que el rey recogió y le anudó de nuevo a la pierna. Para salvar el honor de la dama, el monarca inglés dijo: “Honi soit qui mal y pense (“Que la vergüenza caiga sobre aquel que piense mal”), y la fresa se convirtió en el lema de la orden y, también, en la de los sucesivos monarcas ingleses y, ahora, británicos. La orden fue inspirada por el ejemplo del legendario grupo de los Caballeros de la Mesa Redonda del Rey Arturo, con el deseo de que fuera tan ilustre como la propia congregación de Camelot.
La capilla San Jorge es el templo oficial de la Orden de la Jarretera y a lo largo de los siglos en ella se han celebrado numerosas ceremonias relacionadas con la monarquía inglesa. Se encuentra en el interior del Castillo de Windsor, construido en la época de los reyes normandos más de 950 años. La capilla fue testigo de funerales y bodas reales durante los últimos 500 años, aunque las bodas de los príncipes se trasladaron a la monumental Abadía de Westminster (Londres) durante el siglo XX. El príncipe Eduardo de Gales se casó allí en 1862 con la princesa Alejandra de Dinamarca. En 1882 , el hijo menor de la reina Victoria, el príncipe Leopoldo, duque de Albany, se casó con la princesa Helena de Waldeck. Desde entonces, las bodas reales se celebraron en Londres (especialmente en el palacio de St. James y en Westminst.er). En junio de 1999, el príncipe Eduardo, hijo menor de la actual reina, se casó en San Jorge con Sophie Rhys-Jones. Seis años más tarde, en abril de 2005, se celebró en su altar la bendición del matrimonio del príncipe Carlos con Camilla Parker-Bowles. Allí se encuentran las tumbas de los reyes Eduardo VII, Jorge V y Jorge VI con sus respectivas consortes.
https://secretoscortesanos.com/2019/06/07/los-reyes-de-holanda-y-espana-seran-investidos-caballeros-de-la-orden-de-la-jarretera-en-windsor/

La Reina de Inglaterra ha investido este lunes al Rey de España caballero de la Orden de la Jarretera en una ceremonia de pompa y circunstancia que se ha celebrado en el Castillo de Windsor y la Capilla de San Jorge en la que también ha sido investido el Rey de los Países Bajos y que ha reunido a la mayoría de los miembros de la Familia Real británica. En un semisoleado día británico, Don Felipe recibió los atributos de la Jarretera, una orden tan antigua y prestigiosa como el Toisón de Oro español. La primera parte de la ceremonia se ha celebrado a puerta cerrada y la Casa del Rey no ha podido confirmar si Don Felipe ha recibido, entre los demás atributos de la orden, la singular liga que simboliza esta condecoración. Tan singular es este símbolo que en el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial hay un retrato de Felipe II con la famosa liga de la Jarretera.
La ceremonia, que empezó a las doce del mediodía, transcurrió en dos actos. Primero se celebró la investidura en el Salón del Trono del Castillo de Windsor, donde la Reina presidió el capítulo de la orden como Soberana de la misma. Isabel II, vestida con la larga capa de la Jarretera y cubierta con el sombrero de terciopelo negro con pluma de avestruz, presidió una ceremonia en la que los caballeros y las damas de la orden y el resto de los invitados se sentaron en los laterales del salón formando dos largas filas. Los asientos más próximos a Isabel II los ocuparon los Reyes Felipe y Guillermo Alejandro.
Durante la ceremonia, el Monarca español, que lucía un chaqué, fue llamado a colocarse ante la Reina para recibir los atributos de la Jarretera. Según la leyenda, el origen de esta condecoración, creada en 1348 para reconocer el valor y la lealtad, se debe a que el Rey Eduardo III estaba bailando con la condesa de Salisbury, cuando a esta dama se le cayó una liga azul y, para evitar que ella se avergonzara, el Monarca la recogió del suelo y se la puso. Por ello, el lema de la orden es: «Honi Soi Qui Mal y Pense» (averguéncese quien tenga un mal pensamiento).
La Reina de Inglaterra sí impuso al Rey el resto de los atributos por este orden: la banda azul, la insignia de la orden (que es la imagen de San Jorge), la toga (larga capa de terciopelo azul forrada en blanco con la insignia de la orden bordada), el cordón y, sobre esta, el collar de la Jarretera.
Además de los Reyes de España y de los Países Bajos, ingresaron en la orden otros dos nuevos caballeros británicos: el marqués de Salisbury, que ocupó destacados puestos en la política y descendiente de la duquesa que protagonizó la anécdota inicial de la liga, y la atleta olímpica lady Mary Elizabeth Peters.
Una vez finalizada la investidura, los caballeros se quitaron el uniforme para asistir al almuerzo que ofreció la Reina a los invitados y, por la tarde, volvieron a ponérselo para acudir a la ceremonia religiosa en la Capilla de San Jorge.
Hasta allí, los dos Reyes -de España y de los Países Bajos- fueron caminando en procesión, escoltados por seis oficiales y esa fue la primera ocasión que se pudo ver en público al Rey, sonriente, con el uniforme de la Jarretera. Don Felipe lucía la toga, el sombrero con pluma y los demás atributos de la Jarretera.
Desde una pequeña tarima cubierta, las tres Reinas -Isabel de Inglaterra, Letizia de España y Máxima de los Países Bajos- contemplaron el paso de los nuevos caballeros y accedieron al interior de la capilla. Doña Letizia escogió para la ocasión un recatado vestido blanco con pequeñas motas oscuras de la marca sevillana Cherubina y un tocado gris marengo con una flor lateral y plumas de oca. Lo más llamativo de su imagen fueron los pendientes de brillantes que pertenecieron a la Reina Victoria Eugenia, nieta de la Reina Victoria de Inglaterra y esposa de Alfonso XIII.
La procesión fue todo un espectáculo de color, tradición, música y brillo en el que participaron militares con vistosos uniformes y cascos dorados con colas de crin, que marcaron un doble cordón de honor por el que pasaron las damas y los caballeros de la Orden. Todo ello, amenizado por las bandas de música de la Guardia Granadera y de la Household Cavalry, que está integrada por los dos regimientos más antiguos del Ejército británico. Cientos de personas se acercaron a Windsor para contemplarla.
Una vez finalizada la ceremonia, los asistentes recorrerán en carruajes el camino que une la capilla con el Castillo de Windsor, donde la Reina ofrecerá un té a sus invitados, tras el cual los Reyes regresarán a Madrid.

Felipe VI pasa a formar parte este lunes de la Muy Noble Orden de la Jarretera, considerada la máxima distinción que concede la monarquía británica y una de las más prestigiosas del mundo, en una ceremonia que tiene lugar al mediodía en el Castillo de Windsor, a las afueras de Londres. El rey se une el selecto grupo de monarcas europeos a los que la reina Isabel II ha otorgado el honor de pertenecer a la noble congregación.
¿Por qué es tan importante la Jarretera? The Order of the Garter, en inglés, es la orden de caballería más antigua del Reino Unido. La creó Eduardo III de Inglaterra en 1348, pocos años después del comienzo la Guerra de los Cien Años contra Francia.

Esta es la orden de caballería más antigua del Reino Unido, creada por Eduardo III de Inglaterra en 1348.

La congregación, la única que se sigue rigiendo como en la época medieval, está integrada por 24 caballeros o damas, ocho miembros de la familia real británica y varios monarcas europeos, que mantienen la distinción hasta su muerte.
Como explica el profesor de Historia del Arte de la Universidad de Valladolid, Rafael Domínguez Casas, el monarca británico, que aspiraba a hacerse con el trono francés, necesitaba asegurarse el favor de los nobles a través de una orden con la que le jurasen fidelidad.

La congregación está integrada por 24 caballeros o damas, ocho miembros de la familia real británica y varios monarcas europeos

Se inspiró en la leyenda del rey Arturo y los caballeros de la Tabla Redonda, aunque al tener ésta un componente pagano y situar al rey en igualdad de condiciones, optó por cristianizarla y designar como patronos a la Virgen María y a San Jorge, patrón de Inglaterra.
También tomó como referencia la Orden de la Banda que Alfonso XI de Castilla fundó cinco años antes y que concedió a Eduardo III. Como distintivo de la orden, se optó por una liga o jarretera (del francés jarretière) empleada por los militares ingleses que vencieron a los franceses en Crécy (1346), que simbolizaba la lealtad que debía unir a los caballeros.

Se inspiró en la leyenda del rey Arturo y los caballeros de la Tabla Redonda, aunque se optó por cristianizarla

La liga, de color azul y oro, como el escudo heráldico de la Corona francesa, se llevaría atada bajo la rodilla izquierda. Su lema es “Honi soit qui mal y pensé” (Que se avergüence el que haya pensado mal), que, según Domínguez, responde al desafío de Eduardo III frente a quienes ponían en cuestión su derecho a ser el sucesor al trono de Francia.
Existe otra versión, “más bonita”, pero sin base creíble -apunta el experto- que habla de que a Juana de Kent, amante del rey, se le cayó la liga en un baile y al detenerse la música, el monarca exclamó la frase. El lema también está en el escudo del Reino Unido, rodeando los cuatro cuarteles que la componen.

La liga, de color azul y oro, como el escudo heráldico de la Corona francesa, se llevaría atada bajo la rodilla izquierda

Otros elementos identificativos de la orden son la toga de terciopelo azul, el sombrero con pluma de avestruz y el escudo de San Jorge. Una vez que los nuevos caballeros son investidos, salen en procesión junto a Isabel II hacia la capilla para celebrar el capítulo.
Felipe VI pasa a formar parte este lunes de la Muy Noble Orden de la Jarretera, considerada la máxima distinción que concede la monarquía británica y una de las más prestigiosas del mundo, en una ceremonia que tiene lugar al mediodía en el Castillo de Windsor, a las afueras de Londres. El rey se une el selecto grupo de monarcas europeos a los que la reina Isabel II ha otorgado el honor de pertenecer a la noble congregación.
¿Por qué es tan importante la Jarretera? The Order of the Garter, en inglés, es la orden de caballería más antigua del Reino Unido. La creó Eduardo III de Inglaterra en 1348, pocos años después del comienzo la Guerra de los Cien Años contra Francia.
Como explica el profesor de Historia del Arte de la Universidad de Valladolid, Rafael Domínguez Casas, el monarca británico, que aspiraba a hacerse con el trono francés, necesitaba asegurarse el favor de los nobles a través de una orden con la que le jurasen fidelidad.

Se inspiró en la leyenda del rey Arturo y los caballeros de la Tabla Redonda, aunque al tener ésta un componente pagano y situar al rey en igualdad de condiciones, optó por cristianizarla y designar como patronos a la Virgen María y a San Jorge, patrón de Inglaterra.

También tomó como referencia la Orden de la Banda que Alfonso XI de Castilla fundó cinco años antes y que concedió a Eduardo III. Como distintivo de la orden, se optó por una liga o jarretera (del francés jarretière) empleada por los militares ingleses que vencieron a los franceses en Crécy (1346), que simbolizaba la lealtad que debía unir a los caballeros.
La liga, de color azul y oro, como el escudo heráldico de la Corona francesa, se llevaría atada bajo la rodilla izquierda. Su lema es “Honi soit qui mal y pensé” (Que se avergüence el que haya pensado mal), que, según Domínguez, responde al desafío de Eduardo III frente a quienes ponían en cuestión su derecho a ser el sucesor al trono de Francia.
Existe otra versión, “más bonita”, pero sin base creíble -apunta el experto- que habla de que a Juana de Kent, amante del rey, se le cayó la liga en un baile y al detenerse la música, el monarca exclamó la frase. El lema también está en el escudo del Reino Unido, rodeando los cuatro cuarteles que la componen.
Otros elementos identificativos de la orden son la toga de terciopelo azul, el sombrero con pluma de avestruz y el escudo de San Jorge. Una vez que los nuevos caballeros son investidos, salen en procesión junto a Isabel II hacia la capilla para celebrar el capítulo.
La Orden de la Jarretera tiene su sede en el Castillo de Windsor, una residencia de fin de semana de la reina británica situada a las afueras de Londres. La investidura de los nuevos caballeros se hace en el Salón del Trono y, posteriormente, el capítulo se reúne en la capilla de San Jorge, que se empezó a construir en el año en que se fundó la orden.
El primero en recibirla fue Alfonso V de Aragón y de Nápoles (1450), al que le siguieron Fernando el Católico; Felipe I “el Hermoso”; Carlos I; Felipe II; Fernando VII, Alfonso XII, Alfonso XIII y Juan Carlos I, investido en 1989.
La primera mujer que fue investida fue Felipa d’Hainaut, la mujer de Eduardo III, en 1358 y en 1509 se acordó concederla solo a los hombres. Esta regla se rompió en 1987, cuando ingresó la entonces primera ministra, Margaret Thatcher. En la actualidad, entre las damas, están las reinas Margarita de Dinamarca y Beatriz de Holanda.
La orden inglesa esta considerada la más prestigiosa del mundo junto con la del Toisón de Oro, que se creó posteriormente, en 1430, en Borgoña a cargo de Felipe “el Bueno”. El Toisón de Oro la concede el rey de España, aunque con la guerra de Sucesión a comienzos del siglo XVIII, se escindió y se creó una rama austríaca.

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