Robarto E. Elissalde,
Y ocurre que Ignacio era tío mío, según permite sospecharlo mi nombre: Juan Luis Gallardo Pirovano.
Informo, por lo pronto, que Ignacio Pirovano era nieto del otro Ignacio, cirujano de nota e integrante de la célebre Generación del 80, prohijada por el general Roca y que tantos talentos aportó a la cultura argentina.
En cuanto al Ignacio al cual se refiere Elissalde, es sobrino del escultor Rodolfo Pirovano, fundador del pueblo de Pirovano y teñido su nombre por la sangre de la llamada
Rodolfo Pirovano dijo un día:
En cuanto al Ignacio que me ocupa, fue un impulsor de la cultura nacional, pintor él e importador de estilos pictóricos europeos. Como era rico, pudo darse el gusto de donar al país un museo que acoge importantes colecciones de cuadros y tapices que le pertenecieron.
Su abuelo pobló una bella estancia, contigua al pueblo, denominado Pirovano. Se llama
El casco fundador, era una típica casa criolla, en forma de H, pintada a la cal. Que don Ignacio reemplazó por otra, más lujosa, de estilo normando.
Gran benefactor del pueblo que lleva el apellido de la familia, en el centro de la plaza principal del mismo luce un busto de Ignacio, fundido en bronce. Apoyada en el pedestal se ve a una matrona despechugada, obra del conocido escultor francés Drivier.
En oportunidad de inaugurarse tal monumento, cuentan que un paisano comento:
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