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...." el pueblo recoge todas las botellas que se tiran al agua con mensajes de naufragio. El pueblo es una gran memoria colectiva que recuerda todo lo que parece muerto en el olvido. Hay que buscar esas botellas y refrescar esa memoria". Leopoldo Marechal.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.

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“Amar a la Argentina de hoy, si se habla de amor verdadero, no puede rendir más que sacrificios, porque es amar a una enferma". Padre Leonardo Castellani.

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"La historia es la Patria. Nos han falsificado la historia porque quieren escamotearnos la Patria" - Hugo Wast (Gustavo Martínez Zuviría).

“Una única cosa es necesario tener presente: mantenerse en pie ante un mundo en ruinas”. Julius Evola, seudónimo de Giulio Cesare Andrea Evola. Italiano.

sábado, julio 26, 2025

«A mis 87 años sigo plantando»: una leyenda viviente de la fruticultura de Río Negro.

 

"Chiche" Brevi y su peral de 112 años. Foto: Florencia Salto.

«A mis 87 años sigo plantando»: una leyenda viviente de la fruticultura de Río Negro.

118 años atrás nacía “Frutas Brevi”, una de las firmas frutícolas históricas del Alto Valle. Hoy, Arnaldo “Chiche” Brevi timonea el barco junto a sus hijas. Su presente productivo es brillante: acaban de cerrar una temporada récord. Y van por más.

«Chiche” Brevi nació en Allen, provincia de Río Negro, es nieto de inmigrantes italianos y tiene cinco hijas. El nombre de su padre, Guido Brevi, puede leerse en la fachada de una escuela ubicada frente a una de las chacras de la familia: es un homenaje a quien donó las tierras para que ese establecimiento educativo se construyera.
Esta familia es la que fundó la firma Frutas Brevi, y la que 118 años después la comanda, empleando a 300 personas en plena temporada. El 2025 fue un año de récords para la empresa: produjeron más de 13 millones de frutas, con rindes excepcionales. Para ilustrar este presente productivo, aportamos un dato: en un cuadro de granny smith, se obtuvieron 120 toneladas de manzanas por hectárea.

Entrevista con Arnaldo «Chiche» Brevi, leyenda viviente de la fruticultura.


PREGUNTA: ¿Cómo empezó la historia de Frutas Brevi en el Alto Valle?
RESPUESTA: Mi abuelo José era inmigrante de Italia. Compró la chacra en 1907, pero recién en 1914 le entregaron los títulos. Él era mayordomo de la Estancia Brinkmann, en Córdoba. Don Patricio Piñeiro Sorondo, que fue el fundador del pueblo de Allen, se casó con Catalina Brinkmann, hija de don Brinkmann. Como mi abuelo trabajaba con ellos, le dijeron “por qué no te comprás una chacra allá, que es una zona nueva, yo ya tengo”. Los entusiasmó, a mi abuelo y a su hermano Aurelio, así que compraron. Aurelio se volvió a Italia, y le vendió su parte a mi abuelo, que se vino de Brinkmann. Le dio la chacra en medianería a Pacífico Chiacchiarini, quien plantó en 1913 el que hoy es el peral más antiguo de Allen, y seguramente del valle. Es una planta de peras Spadona.

P: ¿Cuántas hectáreas compraron?
R: Eran 100 hectáreas, 50 cada hermano, era un solo campo. Antes la ruta pasaba por atrás, pero cuando prohibieron los ángulos de 90 grados en las rutas, la 22 se metió en medio de la chacra: nos quedó una parte a cada lado de la ruta. Gran parte de esas hectáreas siguen siendo de la familia Brevi, las trabajo yo. Tenemos cuatro cuadros de peras Williams que ya tienen 100 años, y siguen produciendo.

P: ¿Cómo fue la expansión?
R: Donde había una chacrita “más o menos” y teníamos plata, fuimos comprando, despacito. Hoy son 300 hectáreas, todas a cargo mío. Mi mujer, Concepción, se encargó de criar a las cinco hijas, y yo no le aflojaba al laburo. Ella siempre me acompañó y me ayudó cuando había que comprar una chacra, porque mi suegra tenía un dicho que decía “toda tierra que linda con la tuya y se vende, hay que comprarla”. Tenemos chacras en Allen y en General Roca. Es un poco problemática la expansión, son más costos, es un capataz en cada chacra, que tiene un sueldo importante.

P: Pero no son solo chacras…
R: Hicimos el primer frigorífico en 1978. Y después, cuando se remató la cooperativa Frutivalle, mi cuñado compró, y con él hice un canje. Ahí nos hicimos de galpón y frigorífico, que después se nos hizo chico. Ahora tenemos uno grande en una de las chacras, y tengo mi galponcito primitivo. Empezamos a trabajar en grande para PAI desde 2005, con lo que nuestras frutas se exportan. Ahí ya llevamos 20 años, hasta ahora vamos andando. Yo soy exportador también, aunque sobre todo atendemos el mercado interno.

P: ¿Cómo se hace para seguir vigentes después de casi 120 años?
R: Llegaron mis hijas, que me empezaron a dar una mano. Los papeles los llevan ellas, siempre les insistí con que se acostumbren a tomar decisiones. Graciela es contadora y se encarga de recursos humanos y proveedores. Raquel es ingeniera agrónoma y se ocupa del empaque y del asesoramiento técnico en chacras y galpones. Mabel es contadora también y se encarga del área impositiva. Beatriz es productora de seguros y tiene a su cargo la comercialización. Y yo me ocupo de la parte operativa, de que funcionen los fierros, tenemos el taller en la chacra. Me encargo de que todo esté en marcha. Nos ha ido bien, nunca me quejé, siempre le metimos para adelante. La empresa va a quedar en buenas manos.

P: Tuvieron rindes récord. ¿Qué se siente ver el esfuerzo recompensado de esta forma?
R: En el trabajo, uno siempre se agarra broncas. Cuando me pasa eso, agarro la camioneta y empiezo a andar por los frutales. Ver esas plantas llenas de frutas, que son fábricas de frutas, te entusiasma, te revitaliza, se te pasan los nervios. Lo mismo cuando veo crecer las plantas.

P: ¿Cómo ve la fruticultura?
R: Del año pasado a este, los sueldos han aumentado un montón, y estamos vendiendo la fruta al mismo precio. Lo veo complicado, pero ya hemos vivido momentos duros, en el 2001 estábamos en la lona. El lema mío siempre fue “dejar de crecer, es empezar a retroceder”. No hay que retroceder nada. Estoy un poquito preocupado, pero a mis 87 años tengo más de 5.000 plantas para plantar, sigo plantando, y seguiré plantando hasta que me muera, porque alguien las va a cosechar. Le tengo fe a la fruticultura, porque peras y manzanas se siguen comiendo en todo el mundo.

Un dato de color: el origen de «Chiche»

«Chiche» no es solo un apodo: también es una marca. El primer portador del sobrenombre fue un caballo de la familia. Las frutas y una de sus chacras heredaron la denominación y, finalmente, Arnaldo.


Publicado en Diario Río Negro.
Fotos: Florencia SALTO / Diario Río Negro.
26/7/2025.
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YAPA.

DON ARNALDO BREVI Y PACÍFICO CHIACCHIARINI Y EL PERAL MÁS ANTIGUO.


El peral de los Brevi
cada primavera
se viste de novia.
Hechizadas las abejas
besan sus ramos de flores
y liberan el perfume
que habita en ellas.
El tronco atesora
en el gris de su corteza
el recuerdo
de oscuras heladas,
de noches insomnes,
de trabajo y desvelo,
de secretas esperanzas…
Protegen su tallo
apilados… testigos…
alabastros dormidos.
El peral de los Brevi
en enero palpita
sabor a dulzura
aroma a jugo dorado
que derrama la fruta madura.
Árbol de brazos erguidos
que el otoño pinta de amarillo
y en el frío del invierno
desnudo y aterido
contempla a su lado
los pinos
de verde vestidos.
Spadona de pies cautivos
que Pacífico Chiacchiarini plantara
allá por 1913,
custodia los sueños
de cinco generaciones
de la familia Brevi.
Y en la ronda de la memoria
que desafía la historia
se yergue altivo
para no fenecer mañana.
Elisa Ofelia Pérez de Oscar, Octubre de 2005.
Este poema "El peral de los Brevi" fue publicado en Suplemento Aniversario 103 Años de la Ciudad rionegrina de Allen y forma parte del Diario "Río Negro" (23.273), sábado 25 de mayo de 2013.

HISTORIA VALLETANA.
“La planta más vieja que tenemos en la actualidad es un peral plantado en 1913. Hace unos quince años, el hijo de Pacífico Chiacchiarini me contó que él ayudó a su padre a plantarlo. Mientras Pacífico echaba tierra sobre las raíces le decía ‘Pisa figlio, pisa’. (…) Me casé con Concepción Dolores Cifuentes. 
Mi esposa y su madre habían llegado de España en 1950 luego de que mi suegra quedara viuda (…) con ella aprendí a derrochar menos dinero. Mi suegra siempre decía: ‘Casa cuanta quepas y tierra cuanta veas’, y así la crió. Por eso íbamos comprando tierras de a poquito, hoy cuatro hectáreas, mañana otras diez…” (Arnaldo Brevi en Yappert, S. 2004).
PACÍFICO CHIACCIARINI

Los hermanos José y Aurelio Brevi llegaron ala Argentina en 1889 desde Italia. Se establecieron en Córdoba, ciudad natal  de Catalina Brickmann, esposa de Patricio Piñeiro Sorondo. La familia de Catalina, como ya se mencionó, era poseedora de grandes extensiones de tierras y participaron en el desarrollo de su región. Los Brevi trabajaban allí en la realización de caminos y calles.
Los nombres de esta familia aparecen tempranamente como poseedores de tierra en la ciudad. Ya en 1909 figuran como dueños del lote 47, aledaño al futuro ejido del pueblo de Allen. Enla Guía Edelmande 1924 sólo aparece Aurelio en la chacra 47, no se encuentran nuevamente en ningún documento de Inspección hasta la década del ‘30, cuando se regularizan los títulos y los Informes comienzan a reclamar mayor celeridad para resolver la situación irregular de muchos nuevos compradores y ocupantes de terrenos abandonados. Según la familia, Aurelio y José compran 100 hectáreas en los años ‘20 frente al establecimiento “Los Viñedos”:
“Mi abuelo, José Brevi, compró la tierra en 1905 a medias con su hermano Aurelio; todavía conservamos la escritura de 1914. Pero recién se mudaron acá en1918”, cuenta Arnaldo Brevi. Hijo de Teodorica y Guido, recuerda que la familia siempre vivió en la chacra que compró José Brevi y donde ahora vive Arnaldo. Al principio plantaron alfalfa y cebada, luego pusieron viñas y otros frutales; allí trabajaba Pacífico Chiacharini” (Arnaldo Brevi para Yappert, S. 2004).
FUENTE: PROYECTO ALLEN.


DON ARNALDO BREVI Y EL PERAL MÁS ANTIGUO.

La chacra Nº 47 de la familia Brevi es un verdadero tributo a la producción, el trabajo rural y la tradición valletana. Cada metro de su suelo está repleto de recuerdos que evocan la labor de los pioneros que dieron vida a la actividad frutícola. Conservan en el corazón de su chacra un preciado tesoro que los llena de orgullo al verlo florecer en las primaveras: el peral más antiguo de la ciudad, plantado en 1913. Don Arnaldo Brevi comienza a relatar una historia casi centenaria.
"El peral lo plantó un tío abuelo mío, Pacífico Chiacchiarini, junto con su hijo Juan. Ellos eran medianeros de mi abuelo Brevi y trabajaban la chacra en familia. Juan tenía diez años cuando plantaron el peral, su padre hizo el pozo y mientras él sostenía la plantita y le echaba la tierra le decía: ´Pisa figlio, pisa´. Me lo contó Juan a los 93 años, es una anécdota muy emotiva", expresa.
La antigua planta pertenece a la variedad "Spadona" y ha sido conservada por las cinco generaciones de la familia Brevi como un símbolo de permanencia. "Esta chacra la compró mi abuelo en 1905; nuestra familia ya tiene más cien años trabajando sus tierras. A los 14 me puse al frente de la chacra y desde ahí hice todas las tareas que se pueden realizar en la producción de frutas. Teníamos un obrero o dos para ocuparnos de las 25 hectáreas, así que yo hacía el doble del trabajo", agregó don Arnaldo, quien hoy tiene 70 años.
Duraznos, ciruelas, pelones y una gran cantidad de peras y manzanas, son algunos de los frutos que crecen año tras año. Un paseo por el establecimiento de la familia, denominado "El Chiche", sirve para apreciar cómo avanzó la fruticultura en nuestra región. Una cámara frigorífica de última generación y una planta de empaque contrastan con el viejo galpón de adobe en donde la madre de don Arnaldo embalaba la fruta. Inmensos sauces y eucaliptos plantados por los antecesores todavía permanecen en pie.
En el jardín, una placa metálica con una emotiva inscripción descansa al pie de un joven árbol. "Este árbol, una Picea Punquens, lo plantamos el 1/1/2000 los cuatro hermanos Brevi (Livia Beatriz, Amalia Anacleta, Ángela Aurelia y Arnaldo Adalberto), acompañados de nuestros cónyuges y descendientes. Somos hijos de Guido Brevi y Teodosia Chiacchiarini y nietos de José Brevi, primer adquirente de esta chacra Nº 47 de 100 hectáreas en 1905. Nuestro homenaje para los que ya no están y el deseo de que nuestras generaciones futuras lo cuiden y sirva como símbolo de unión de la familia", expresa.


El peral más antiguo.
La planta va a cumplir 100 años. Aún sigue dando frutos y está ubicada en la chacra propiedad de una familia tradicional de la localidad.
En la chacra número 47 de Allen, que está situada sobre Ruta Nacional 22, a pocos metros del acceso principal a la ciudad, aún se conserva en producción el que es considerado el peral más antiguo de la localidad y, no se descarta que también lo sea de toda la región frutícola del Alto Valle.

Se trata de un árbol de la variedad de peras Spadona, proveniente de Italia y que también es conocida en otros países, por caso en España como el nombre de Blanquilla.
El peral fue plantado en 1.913, por lo que ya está a punto de cumplir 100 años.
Este verdadero “monumento” a la producción está en la propiedad de Arnaldo Brevi, la que está ubicada sobre la Ruta 22 entre el acceso principal y el parador de Camioneros de Río Negro.
Brevi, con sus 73 años, pertenece a una familia muy ligada a la historia de Allen y de la producción. Contó a este diario que ese peral fue plantado por su tío abuelo. En realidad, hasta hace poco tiempo, eran dos los perales añejos que permanecían como testigos del desarrollo de la fruticultura en Allen. El otro árbol era de otra variedad  pero se secó hace algunos años.
Hoy, el peral casi centenario es una pieza decorativa en un sector de la propiedad. Pero, como explicó Brevi, el peral
–que recibe los cuidados esenciales como riego y curas- sigue produciendo peras con su sabor, y que permanece en guarda al aire libre.
Este productor indicó que en promedio, el árbol produce unos 500 kilos, un volumen nada despreciable si se tiene en cuenta la cantidad verdes que tiene el peral.
Como explicó Brevi, el frutal no sólo es parte de la historia familiar sino que constituye una muestra del paso del tiempo desde que se iniciaron los primeros cultivos de fruta en Allen y en la región.
La localidad, considerada la que tiene la mayor superficie con cultivo de pera del Hemisferio Sur, cumplirá en mayo 102 años. Casi con el desarrollo de la ciudad, creció, produjo y aún subsiste este peral que en 2013 cumplirá 100 años.
Brevi explicó que hace un tiempo, en un viaje por Australia pudo ver un peral de 100 años de una variedad de William’s que, aún con tantos años de producción, soportó el injerto de la variedad  Packam’s.
Canto al peral.
El productor contó que no lo podan y que le realizan los cuidados esenciales y agregó que una escritora local Elisa Pérez de Oscar escribió un poema “maravilloso” de su peral.
En algún momento, el tío de este productor le contó cómo fue que lo plantaron. “Mi tío me dijo que cuando lo plantaron, su padre, mientras lo tapaban  le decía pisá, pisá”, recordó Brevi.
El peral guarda una larga historia familiar. Incluso, Brevi indicó que alguna vez, un caballo se desbocó y en su carrera arrastró a un familiar suyo. Al parecer, el caballo pasó o rodeó el peral y esto provocó que el jinete, que estaba siendo arrastrado, se lesionara gravemente una de sus piernas.
En definitiva, el frutal es una parte “viviente” de la historia de la producción local y regional y afortunadamente, la preservación que ha hecho la familia Brevi de esta planta permite contar con una pieza que da cuentas, como siempre se sostiene, de lo noble que es el peral.
http://www.lmneuquen.com.ar/suplementos/2012/1/27/11589.
Don Pacífico Chiacchiarini está vínculado a la historia de la localidad de Ing. Huergo.

“Ingeniero Huergo, pueblo de buena gente”.

Un pueblito ejemplo muy chiquito en 1921, cuando llegó allí mi abuelo Pacífico, inmigrante italiano que venía de la provincia Ascoli Piceno, de un pueblo llamado Amandon. Toda la familia Chiacchiarini llegó en 1893 y se asentó en Bahía Blanca. Al llegar, los hijos estudiaron en el Colegio de la Piedad. Ya grandes se radicaron en Allen (Río Negro). En la chacra de Lanfrer trabajaron en el desmonte del valle en varias hectáreas frente a la Ruta 22, entre las dos entradas a la localidad. Desde allí mi abuelo “Pachi”, como le decían, en el año 21 compró una chacra en Huergo y se dedicaron a cultivar frutales. En Allen, “Pachi” plantó chacras y un árbol de Navidad que hasta hoy da frutos, hace poco menos de dos meses cumplió 102 años, motivo que fue muy festejado hasta con gente de Alemania, expertos entendidos en la materia. Allí nacimos mis dos hermanos y yo. Hoy tengo 88 años y Huergo fue creciendo. También los vecinos Pérez, Vercioano, De Grosi, Gomis, Saches, Bello y otros. Gracias a las autoridades fue cambiando y hoy es un lindo pueblito y su gente siempre se destacó por acontecimientos importantes. Mi padre, al que no le gustaba la chacra, compró negocios. Fue presidente del club de fútbol, se conectó con Buenos Aires y vinieron a jugar instituciones como Boca, Independiente, con jugadores muy famosos como Loustau, Tesoreli y otros. Mi papá ponía goles de arco a arco, también mi hermano era arquero. Como papá tenía despacho de nafta y taller, se hacían las carreras de Turismo Carretera. Acá se realizaba una etapa: Heredia indio-Brussi. También cuando venía el gobernador, en la chacra de mi abuelo se hacían reuniones con todo el pueblo en grandes carpas. Cuando nos visitaba el obispo se bautizaba a todos los niños y se realizaban las comuniones. Había vaca con cuero de por medio para festejar. Teníamos un grupo de personas que se dedicaban a las letras, al teatro. El trabajo se llamaba “Filo Dramático”. Excelente director: Horacio Nadal. Los actores: Benerenda Frey, Mecha Chiacchiarini, Negrito Chiacchiarini, mi hermano; Tanique Valdivieso y otros excelentes que no recuerdo sus nombres. Obras famosas se presentaban: “El hijo del doctor”, “Flor de durazno” y otros famosos como Florencio Parravicini, en 1948. También se destacaba Huergo por las hermosas mujeres. Se hacían bailes por el 25 de Mayo, 20 de Junio, 9 de Julio y se venía todo el Valle por la fama de las lindas niñas. Cuando se inauguró YPF, en Plaza Huincul, de allí venían todos los jóvenes buenos mozos que se habían asentado a raíz del petróleo en esa localidad. Muchas de nuestras niñas se casaron con estos muchachos que eran del interior. También tuvimos un grupo de jóvenes políticos que luchó por la presidencia del Dr. Illia: Fernando Rajneri, Hugo Piucill, Emilio Pérez, que era diputado por el radicalismo, como éramos Julia y varios más. Después de haber pasado tantos años aún se está trabajando: estas personas tan mayores están preparando una obra de teatro para el 17 de mayo del año próximo, que Huergo cumplirá 100 años y saldrá en los pueblos vecinos como las anteriores. Y para sellar el éxito de Huergo, hace poco más de un mes se organizó una gran paella con 42 pailas con sus gabinetes y elementos necesarios para hacerlas, todo a pulmón con ayuda de la municipalidad y todas las instituciones que colaboraron. Fue extraordinario, con tres globas que contaron con 8.000 personas. Quiero agradecer a la comunidad boliviana que ha cambiado el color y la población de Huergo con el comercio. Yo, “Chichi”, como me dicen, vengo todos los meses y me llevo sorpresas con este hermoso pueblo de tan buena gente… trabajadora. Lo digo yo, que lo viví 88 años gracias a Dios. ¡Los quiero mucho! ¡Las jóvenes tomen ejemplo de estas jóvenes antiguas! Alicia “Chichi” Chiacchiarini DNI 9.744.282 Neuquén

Alicia “Chichi” Chiacchiarini DNI 9.744.282 Neuquén.

Carta de lectores Diario Río Negro.

https://www.rionegro.com.ar/ingeniero-huergo-pueblo-de-buena-gente-AORN_1252027/

Publicado 25/5/2014.

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