Con la termoeléctrica Alto Valle ampliaban hace 49 años el servicio eléctrico.
La Central Termoeléctrica Alto Valle de la provincia de Neuquén fue inaugurada el 24 de febrero de 1969. Esta gran obra de vital importancia para el abastecimiento energético de la zona nació con una potencia de 30.000 kilovatios y durante los años posteriores a su inauguración generaría unos 150 millones de kw/h anuales y el costo de construcción fue arriba de los $ 4.000 millones de esa época.
La puesta en marcha de la obra permitió ampliar los servicios eléctricos que la empresa ya ofrecía en Neuquén y a la vez permitiría reforzar los que se prestaban en la zona del Alto y Medio Valle de la provincia de Río Negro. También proveería a las obras del complejo hidroeléctrico de El Chocón-Cerros Colorados.
El proyecto de las obras civiles de la usina estuvo a cargo de los arquitectos Llauro y Urgell y la empresa encargada de la construcción fue la constructora José Cartellone, Construcciones Civiles SA y el contratista principal fue Somerfin SA.
La central, ubicada en la margen derecha del río Neuquén, sobre la Ruta Nacional 22, ocupaba casi 6,5 hectáreas. El edificio principal estaba destinado a las salas de máquinas, sala de calderas y servicios eléctricos, salas de control y comando y oficinas. Frente a este edificio se levantaron la estación transformadora a intemperie protegida por un cerco y montada sobre estructuras de hormigón.
Los operarios que estarían a cargo del manejo de tamaña tarea vinieron, en su mayoría, de la central diesel Allen, que dejaría de estar activa luego de que entrara en servicios esta estación.
Nacida con capital nacional –que tuvo una participación decisiva proveyendo materiales, maquinarias y equipos, calderas, tanques, tableros de alta y baja presión, el puente grúa, cañerías–, hoy la mayoría del capital está en manos extranjeras, con una potencia instalada de 97 MW.
Fuente de información e imagen. Diario "Río Negro", 17 de febrero de 2018.
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