EL FELON AMARILLO
En la vieja Grecia Aristóteles, para salir del idealismo de Platón, afirmó: “La única verdad es la realidad”. El único argentino elegido tres veces presidente por el voto del pueblo en el siglo XX, el Tnte Gral Juan Domingo Perón, repitió esa frase cuando se refería a la realidad social de los años más felices de los argentinos.
Si bien lo dicho antes pertenece al mundo de las ideas y de la filosofía, ahora nos metemos en el rico idioma que hablamos y escribimos en el mundo más de 550 millones de humanos.
La Real Academia de nuestra lengua da varios sinónimos de mentiroso, y uno de ellos es “felón”
El felón amarillo es entonces el jefe de la corporación política que usando ese color se identifica dentro del conglomerado de Cambiemos.
Y haciendo el trabajo de Aristóteles y sacando a los vendedores de humo y encantadores de serpientes de la prensa canalla que nos distraen y nos entretienen a diario, vamos a hablar de la realidad que es la única verdad.
Según datos publicados por el Ministerio de Finanzas a cargo del endeudador Luis Caputo, a mitad del año pasado, últimas cifras oficiales disponibles, se reconocía una deuda pública bruta de 307.295 millones de dólares.
Cuando asumió el felón amarillo, en diciembre del 2015, el monto era de 253.989 millones de dólares. Es decir, con el gobierno de Cristina teníamos comprometido el 46% del PBI y apenas un año y medio después con Macri se había aumentado un 20% más del monto total que debe pagar el Estado argentino en términos nominales, lo que hace subir 10 puntos el peso de la deuda en relación al PBI.
Desde esos últimos datos oficiales difundidos, el gobierno de los globos continuó emitiendo títulos y bonos, aumentando el endeudamiento argentino en un 35% más en dólares.
Argentina, desde que gobierna Macri, batió el déficit de la balanza comercial. Es el mayor de toda nuestra historia. Cerramos el año 2017 con 8.471 millones de dólares en contra entre lo que importamos y lo que exportamos, es decir, gastamos más de lo que ingresó.
Con relación al año anterior del gobierno del felón amarillo, la balanza en contra aumentó 19.7% y con las importaciones sin control fundimos a la industria nacional, especialmente a las Pymes, que son los mayores empleadores que tiene la Nación.
El saldo negativo se produce al haber exportado por 58.428 millones de dólares e importado por 66.899 millones de dólares.
En el pensamiento de Macri y de todo Cambiemos está el retorno al pre peronismo, de una Argentina agrícola, ganadera, exportadora, al que le agrega explotación minera extranjera. Todo lo demás, que se importe.
Por eso la primer medida de Macri fue sacarle la retención a las mineras.
La exportación de productos alimentarios arrojo un superávit a nuestro favor de 12.560 millones de dólares. A eso le siguió la exportación de productos vegetales que nos permitió un superávit de 11.205 millones de dólares. También fueron superavitarios la exportación de grasas y aceites, pero en menor escala.
El mayor déficit de la balanza lo produjeron la importación de maquinas y aparatos, el combustible y los automóviles.
En enero de este año la Asociación de Fabricas de Automotores ADEFA anunció que la producción nacional de vehículos fue de 21.858 unidades, un 34.3% menos con respecto a diciembre de 2016. Es decir, hay menos autos de fabricación nacional.
Y el volumen vendido de automóviles privilegió a los importados, pegándole otro golpe a la industria argentina.
Para no aburrirlos con cifras, este es un ejemplo del desastre económico financiero al que nos están llevando los seguidores del gobierno de los globos.
Le hemos comprado al mundo más que lo que le vendimos.
Para ilustrarlos sobre quiénes son los que se funden por las importaciones, todos estos rubros dieron balance negativo, es decir, gastamos más de lo que recibimos.
En productos químicos sufrimos un déficit de 4.500 millones de dólares.
En productos minerales, 3.850 millones de dólares .
En plástico, caucho y manufactura, 2.560 millones de dólares .
En pasta de madera, papel y carton, 740 millones de dólares .
En textiles 1.130 millones de dólares.
En calzado, paraguas, flores artificiales, 650 millones de dólares .
En manufacturas de piedra, yeso, y cemento, 765 millones de dólares .
En perlas finas, piedras y metales preciosos, 2.435 millones de dólares.
En metales comunes y sus manufacturas 2.010 millones de dólares.
En máquinas, aparatos y material eléctrico, 17.120 millones de dólares .
En material de transporte, 8.260 millones de dólares .
En instrumentos de óptica, precisión y médicos, 1.790 millones de dólares.
En productos diversos, 1.095 millones de dólares .
Simplemente para que ustedes observen la política de “abrirnos al mundo”.
Si esto no se invierte con urgencia y el país sigue gastando más en lo que compra que en lo que vende, se seguirá asfixiando con tarifazos e impuesto impagables a los habitantes argentinos.
El Banco Central emite anualmente 150.000 millones de pesos en forma directa y sin respaldo en lo que se llama “Concepto de Adelantos Transitorios al Tesoro”, y simultáneamente sostiene un alto nivel de tasas de interés para captar dinero.
Mientras los trabajadores luchan para poner la clausula gatillo en las convenciones colectivas y el gobierno se niega, ahora han salido a inventar nuevos títulos ajustables con la inflación para seguir endeudándonos. Lo que le niegan al trabajador se lo regalan al usurero.
Se gasta más de lo que ingresa, se funde a la industria nacional, se destroza a las Pymes. Desde que cambió el gobierno se perdieron 8.000 puestos de trabajo en empresas privadas, sin contar los estatales.
Por eso todos los días nos entretienen en el imaginario mundo ideal que contrasta con la realidad. Es como si Aristóteles todos los días tuviera que decirle a Platón que la Republica es casi imaginaria y que la realidad es la única verdad.
Como si estuviéramos en el séptimo libro de la Republica y si Platón pudiera imaginar un dialogo en la Grecia de hoy, endeudada hasta el tuétano, o en la Argentina siglo XXI, parecida a Grecia, quizás la frase sería “en la Republica no hay felones porque nadie se anima a mentirle al pueblo soberano”, y otra vez volvería Aristoteles, esta vez ayudado por la Real Academia, para decir: felón, falaz, embustero, engañoso, artero, mentiroso, traicionero, falsario, hipócrita, impostor, desleal, traidor, falso, mentiroso, fariseo, hipócrita, embustero, impostor, traidor, desleal, infiel. lioso, enredador, liante, embrollador, trapisondista, chismoso.
Pero Macri puede estar tranquilo y Cambiemos también. Ya no existen hombres como Platón. Aristoteles o Perón. Solo estamos nosotros.
Miguel Angel De Renzis.
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