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...." el pueblo recoge todas las botellas que se tiran al agua con mensajes de naufragio. El pueblo es una gran memoria colectiva que recuerda todo lo que parece muerto en el olvido. Hay que buscar esas botellas y refrescar esa memoria". Leopoldo Marechal.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.
“Amar a la Argentina de hoy, si se habla de amor verdadero, no puede rendir más que sacrificios, porque es amar a una enferma". Padre Leonardo Castellani.

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"La historia es la Patria. Nos han falsificado la historia porque quieren escamotearnos la Patria" - Hugo Wast (Gustavo Martínez Zuviría).

“Una única cosa es necesario tener presente: mantenerse en pie ante un mundo en ruinas”. Julius Evola, seudónimo de Giulio Cesare Andrea Evola. Italiano.

martes, febrero 27, 2018

El pequeño “Obelisco” de Bariloche. El “Monolito” que rinde homenaje a José de San Martín se convirtió en una referencia geográfica que utilizan muchos barilochenses. Sin embargo, muy pocos conocen su historia.

Allá donde termina la avenida San Martín, el mismo punto donde nace la avenida Bustillo, que bordea la costa sur del lago Nahuel Huapi, se erige el “Monolito”, una obra de 15 metros de alto. Muy similar al Obelisco porteño, en Bariloche fue apropiada como un punto de encuentro y una referencia geográfica. Sin embargo, muy pocos conocen los detalles de la historia del monumento a José de San Martín, ideado por Heriberto Reichart, el primer arquitecto de Bariloche que desembarcó en la ciudad allá por 1937, una vez que se graduó “con honores” en la carrera de Arquitectura en la Universidad de Buenos Aires.
El proyecto original tomó forma en 1950 cuando vecinos de la calle San Martín se propusieron rendir un homenaje al prócer argentino a 100 años de su muerte. En esa ocasión, la familia de Oscar Runge cedió la plazoleta donde finalmente se erigió la base triangular con piedra de la zona, ladrillos y revoque.
Una vez que Reichart delineó los planos del monolito, la piedra fundamental se colocó el 17 de agosto de 1950 aunque recién se inauguró en 1966 debido a los inconvenientes monetarios.
“Comenzó a construirse con gran entusiasmo. Los recursos salían de los bolsillos de los mismos vecinos que incluso llegaron a rifar un jeep Ika, el único que había en Bariloche”, relató el hijo del arquitecto, Heriberto Carlos Reichart. La obra, inconclusa durante más de una década por falta de dinero, recién pudo materializarse una vez que se dio por terminado el proyecto científico del austríaco Ronald Richter en la isla Huemul, durante la primera presidencia de Perón. Algunos de esos ladrillos que habían sido traídos en tren desde Buenos Aires y trasladados en lancha hacia la isla Huemul fueron utilizados para culminar el Monolito.
“Mira hacia el oeste en homenaje al Cruce de los Andes y tiene arriba como una espada hacia el cielo. Es un orgullo para nosotros saber y contar que es una obra de mi padre”, sintetizó su hijo.
“Es una obra a contramano del estilo que Heriberto solía imprimir en su arquitectura, que era pintoresquista o alpina. Algo así como cuando Alejandro Bustillo proyectó la vivienda de Victoria Ocampo en Buenos Aires”, sintetizó Federico Silin, responsable del Archivo Visual Patagónico.
Publicado en Diario "Río Negro", 27 de febrero de 2018.

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