Para comerte mejor: llegaron los días de calor y con ellos
el gusto por el helado.
Desde 1850 el helado argentino estuvo preparado con hielo
europeo y después patagónico. Desde entonces somos fanáticos del helado,
incluso en invierno y con más razón en verano.
El secreto del helado cremoso es batir continuamente los
ingredientes mientras están expuestos al frío para que no se formen cristales
de hielo. Mantener el frío se logró cuando se descubrió, en el siglo XVI, que
la sal mezlada con el hielo bajaba la temperatura y retrasaba el
descongelamiento.
Por mucho tiempo se utilizó nieve de las montañas y el
batido podía ser a mano, pero en Argentina fuimos más ingeniosos según cuenta
el historiador Daniel Balmaceda:
“La crema se colocaba en un tachito de aluminio y eso dentro
de un balde de madera con hielo. Un paisano se lo llevaba al trote en caballo y
después de recorrer cuatro kilómetros la crema estaba a punto”.
Historia.
4.000 a. C. En la Mesopotamia los esclavos subían a buscar
hielo para enfriar las bebidas de arroz.
320 a. C. Alejandro Magno hacía enterrar frutas y vino en la
nieve para degustarlos fríos.
850 Los califas de Bagdad crean el sherbet (sorbete), zumos
de frutas y especias mezclados con hielo de las montañas.
1.300 Marco Polo fue quien llevó los fideos y el helado a
Italia, desde Oriente.
1660. El italianao Francesco Procope inaugura la pimera
heladería en París.
1846 En Filadelfia Nancy Jhonson crea la máquina a manivela
para hacer helados.
1850 Frente a Plaza de Mayo, en 1850 se había construido un
depósito subterráneo para almacenar 1.000 toneladas de hielo, que primero se
traía desde Europa y más tarde de la Patagonia. Esto aseguró, a partir de 1856,
la venta de helados a un público masivo.
1896 Cuando ya se sabía que la sal bajaba la temperatura del
hielo, Rosalina Suarez, en Ecuador, creó el helado en paila mezclando leche y
fruta en una paila de cobre apoyada sobre hielo y sal.
6 curiosidades que te dejarán... helado.
#1 - ¡ El helado nos pone de buen humor !
Según concluía una investigación del Centro Médico de la
Universidad de Maryland (EE UU), los helados contienen triptófano, un
aminoácido que nos calma y reduce la agresividad, aumentando la producción de
serotonina u hormona del bienestar. Eso ayuda a combatir el estrés, a
relajarnos y a dormir mejor.
#2 - Los astronautas lo extrañan
Según la NASA es una de las cosas que más extrañan, junto
con la pizza y las bebidas gaseosas.
#3 - La sensación de cerebro congelado sucede cuando el
helado toca la parte superior de la boca
Esto hace que los vasos sanguíneos de la cabeza se dilaten,
dando esa sensación tan incómoda.
#4 - El más caro: 25.000 dólares
Tiene una mezcla de 28 cacaos, 5 gramos de oro comestible de
23 quilates, se sirve en una copa bordeada de oro comestible y se come con una
cuchara de oro decorada con diamantes blancos. Si lo quieres deberás pagar
25.000 dólares y viajar hasta Nueva York.
#5 - El cucurucho, fruto de una casualidad
En su origen los helados se servían en platos. En la
Exposición Universal de San Luis, en 1904, al panadero Ernest Hamwi se le
ocurrió ofrecerle al heladero del puesto del lado sus gofres persas para servir
los helados en ellos.
#6 - Los catadores no usan cualquier cuchara
Los catadores profesionales de helado utilizan cucharas de
oro debido a que este metal no añade ningún sabor al helado y no deja rastro de
sabores anteriores
#7 - Más dulce al derretirse.
Un mismo helado sabe menos dulce cuando está frío que cuando
se calienta. Los científicos lo atribuyen a que la percepción de este sabor
depende de unas células presentes en las papilas gustativas de la boca que
poseen unos canales de calcio sensibles a la temperatura.
#8 - Hay un helado que brilla en la oscuridad
Charlie Francis, considerado un genio de este género
gastronómico, es el inventor del helado que brilla en la oscuridad. Para
lograrlo, ha tenido que encontrar una proteína brillante, que reacciona a la
saliva.
#9 - Y también uno que cambia de color
En este caso ha sido un español, el físico reconvertido en
heladero Manuel Linares, quien ha llegado a discurrir cómo lograrlo. El invento
se llama Xamaleón y el secreto está en la química. Simplemente se ha manipulado
el proceso de oxidación para que su aspecto se modifique rápidamente. Su
creador ya tiene en mente nuevas innovaciones.
#10 - Tienen su propio museo
El Gelato Museum de Carpigiani, en Bolonia, lleva dos años
recordando al mundo que es a los italianos a quienes debemos el helado. Ya se
disfrutaba en tiempo del Imperio Romano y fueron los árabes en Palermo los que
les dieron sabores. El centro se lo toma en serio y ofrece cursos para aprender
a fabricar helados artesanales.
Fuente de información y cuadro de imágenes: Diario "Río Negro", 2 de febrero de 2018.
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