La Armada había informado que el desaparecido ARA San Juan se había comunicado por última vez el 15 de noviembre a las 7.30 hs.
La causa judicial que investiga la desaparición del
submarino ARA San Juan empezó a revelar inquietantes novedades. Ayer trascendió
que el 15 de noviembre pasado, el último día en que hubo contacto con el
submarino, un suboficial de comunicaciones detectó “emisiones” provenientes de
la nave. Fue a las 14.18 horas.
Esta revelación se contradice con los informes brindados
hasta ahora por la Armada, que indicaban que el último contacto establecido con
el submarino fue ese mismo 15 de noviembre, pero a las 7.30 horas.
El acta donde se dejó asentada esta novedad está en manos de
la jueza federal de Caleta Oliva, Marta Yáñez, quien viene, precisamente,
recabando documentación para hallar una explicación a la trágica desaparición
del ARA San Juan y sus 44 tripulantes.
El suboficial Rubén Espíndola fue quien escuchó por tres
frecuencias distintas las señales que atribuyó al submarino. Cubría el puesto
de guardia de comunicaciones en la Base Naval Mar del Plata. Dio el aviso a
Puerto Belgrano, donde está la estación radial madre.
Espíndola no logró descifrar los mensajes por ser muy malas
las señales. Desde Puerto Belgrano no le dieron importancia a la novedad, por
lo que Espíndola no registró el episodio en el libro de guardia.
Contradicciones
Más tarde, pero siempre el 15 de noviembre, desde Puerto
Belgrano le volvieron a pedir en dos oportunidades que narrara lo sucedido.
Tres días después, tras retomar su servicio, el ARA San Juan
era noticia nacional. El suboficial pidió anotar el episodio en los registros
oficiales.
Este episodio contradice la información que hasta ahora dio
la Armada y el Ministerio de Defensa: que el 15 de noviembre a las 7.30 horas,
la Base Naval Mar del Plata recibió el último contacto con la nave. “Evento
acústico anómalo consistente con una explosión”, fue la nota reportada aquel
día por la mañana.
La jueza deberá ahora investigar la versión aportada por el
suboficial Espíndola. Ayer, entre otros, le tomó declaración al vocero de la
Armada, Enrique Balbi.
Entre la documentación que la jueza Marta Yáñez está
investigando, se encuentra el informe de 2016, en el que se detallaban
desperfectos del ARA San Juan y se solicitaban reparaciones “inmediatas”.
Trascendió que la jueza pretende incorporar a la
investigación a peritos internacionales para que se sumen a las pericias que,
por ahora, están llevando a cabo los especialistas de la Armada.
La jueza no tiene claro si los desperfectos y el pedido de
reparaciones volvían peligrosa la operatividad del submarino. “Averiguación de
ilícito” es la carátula del expediente.
A principios de semana declararon el cabo primero Humberto
Vilte y el teniente de fragata Juan Viana, quienes dejaron el submarino antes
de que emprendiera su viaje de Ushuaia a Mar del Plata.
La jueza aún no determinó si hay responsabilidad penal entre
quienes autorizaron el último viaje del ARA San Juan.
“Hoy no puedo aventurar si fue un accidente o lo derribó un
barco chino”, dijo la jueza a la prensa, en relación a otro episodio que
trascendió en estos días, que aludió a un incidente con un pesquero de bandera
china. Esta versión indicó que el pesquero intentó embestir el submarino, pero
el ARA San Juan realizó una maniobra de evasión.
Operatividad limitada
Este episodio ocurrió el 7 de julio del año pasado y figura
en un informe oficial. La nave, por ese entonces, tenía la operatividad
limitada que le permitía sumergirse no más allá de los 100 metros.
Ayer, el vocero de la Armada, Enrique Balbi, informó que
“oficialmente” la fuerza no había recibido de parte del gobierno ruso una fecha
tope para concluir con su colaboración.
La Federación Rusa participa en la búsqueda con dos
sumergibles controlados de manera remota, uno de ellos dependiente del buque,
también ruso, Yantar y otro bajo la responsabilidad del buque ARA Islas
Malvinas.
Cronología
15 de noviembre
7.30 hs.
Según siempre contó la Armada, a esa hora se había tomado
contacto por última vez con el submarino.
En ese momento se registró un “evento acústico anómalo
consistente con una explosión”, tal como consta en los registros.
15 de noviembre
El suboficial Rubén Espíndola, encargado de la radio,
escuchó por tres frecuencias distintas señales que atribuyó al submarino, pero
no las pudo descifrar por su mala calidad.
Informó a su base radial en Puerto Belgrano, pero al parecer
no le dieron importancia a la novedad y no se registró en el libro de guardia.
Publicado en Diario "Los Andes" de Mendoza, 2 de
febrero de 2018.
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