Marcos Mundstock:
Mastropiero ya había vivido en Roma, el alma del mundo, en París, el corazón del mundo, pero se sentía intrigado por Buenos Aires. Y cuál... ¿Porteños?... Y cuál no sería su sorpresa al llegar a Buenos Aires y comprobar que sus habitantes se sentían el ombligo del mundo. Pronto descubrió que la tan mentada arrogancia de los argentinos tenía sus altibajos. En efecto, a veces se sentían los mejores de América Latina, pero a veces también se sentían... los mejores del mundo. Le llamó la atención su orgullo por tener el río más ancho, la calle más larga, alguno hasta se jactó de que los enanos argentinos eran los más altos. O la difundida creencia de que "Dios es argentino", y que cuando el Señor anunció "Buenos Aires será la reina del Plata", un coro de porteños se lamentó: "¿cómo de Plata? ¡qué macana, salimos segundos!". De todas maneras, Mastropiero se sintió atrapado por la música de Buenos Aires. Respecto del tango, lo ignoraba todo, jamás había compuesto uno, a diferencia de su prolífica producción en otros géneros musicales que igualmente ignoraba. Y el que lo inició en su amor por el tango fue el famoso malevo y cantor de los arrabales, Celedonio Nicanor Compagnucci. Sus creaciones combinan con maestría la íntima pasión con el sentimiento social. Recordemos a Compagnucci y su famoso tango "Me engañaste una vez más". Escuchemos.
Me engañaste una vez más.
https://lesluthiers.org/verversion.php?ID=138
*** Esta obra Les Luthiers la considera como un homenaje a la Argentina y a su famoso tango.
Esta obra dejó de representarse en el espectáculo de Les Luthiers: "Todo por que rías" en marzo de 2003, en la primera gira de este espectáculo en España, ya que esta obra no funciona demasiado bien fuera de la Argentina dada su marcada temática local.
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