Día del inmigrante – 4 de septiembre 2015 por Alfredo Leuco.
Pedrito Guerra lo dice en forma maravillosa: “Contamíname,
pero no con el humo que asfixia el aire /ven, pero sí con tus ojos y con tus
bailes / Lo proponía también Pedro Arcanjo, el personaje extraordinario de
Jorge Amado en Tienda de los Milagros: la mixtura de las razas como freno a
todas las guerras y como apuesta definitiva a la paz.
Su teoría decía que si todos los hombres y todas las mujeres
nos mezclamos y nos casamos todo el tiempo con gente de otras latitudes, razas,
y creencias, vamos a terminar siendo todos parientes. Y ya nadie va a querer
discriminar a nadie porque todos vamos a tener un gen de todas las razas
corriendo por nuestra sangre. ¿No le parece una utopía maravillosa y poética?
Sería el mejor de los milagros de esa tienda: la integración. El fin de la
discriminación. La instalación definitiva en esta tierra de la mejor
contaminación, del cruce de culturas, saberes y experiencias. Sería el fin del
odio racial. El amanecer de un nuevo planeta llamado convivencia.
Lo digo porque hoy es el día del inmigrante y esa es una
palabra que me conmueve hasta las lágrimas. Porque inmigrantes somos todos.
Nuestros padres, nuestros abuelos de algún lugar vinieron. Dicen que el hombre
desciende del mono pero que el argentino desciende de los barcos.
Eso porque pensamos en una sola de las oleadas de
inmigrantes. En los tanos, los gallegos, los rusos, los turcos, todos los que
así fueron llamados cariñosamente y como una forma del abrazo en nuestra
bendita argentina. Pero yo también valoro la otra ola de inmigrantes. Tan o más
discriminada que la anterior. ¿No se acuerda de los gallegos brutos, o los
judíos tacaños? Hoy pasa lo mismo cuando nuestra degradación es capaz de hablar
de bolitas, o los chinos del super o los negros de todo tipo que vienen a usar
nuestros hospitales y nuestras escuelas. ¿No escuchó nunca acaso ese exabrupto?
Yo me alegro de que este país sea una puerta abierta a los “hombres del mundo
que quieran habitar en el suelo argentino”, como dice el Preámbulo de nuestra
biblia laica que es la Constitución Nacional.
El artículo 25 dice que “El gobierno federal fomentará la inmigración
europea y no podrá restringir, limitar, ni gravar con impuesto alguno la
entrada en el territorio argentino de los extranjeros que traigan por objeto
labrar la tierra, mejorar las industrias e introducir y enseñar las ciencias y
las artes”.
Hoy es el día del inmigrante porque se recuerda un decreto
del Primer Triunvirato de 1812 que ofrecía: “su inmediata protección a los
individuos de todas las naciones y a sus familias que deseen fijar su domicilio
en el territorio”.
Y esta tierra se hizo y se sigue haciendo grande con la
sangre, el sudor y las lágrimas de quienes se sumaron a los criollos para
construir el futuro.
A esa mixtura maravillosa del abuelo gringo que llegó y se
arremangó con el abuelo indio que jamás se resignó, como dice la canción. Ese
es nuestro crisol de razas. El mejor ejemplo que podemos dar al mundo de
integración, cohesión y convivencia pacífica. Hemos sumado a nuestra identidad
otras identidades. En sus músicas, en sus comidas, en sus costumbres y
lenguajes. La diversidad cultural es nuestra mejor carta de presentación. Es la
paleta con todos los colores posibles. Es la contracara del nazismo que creía
en una raza superior. Es la celebración de que todas las razas somos
superiores. Y que todos somos iguales ante la ley y ante Dios. Mucho más
todavía porque la xenofobia está resurgiendo en muchos países del mundo.
El odio racial y religioso y los gobiernos que condenan a su
gente a la miseria son los principales motores de la mayor inmigratoria que se
da desde la Segunda Guerra Mundial y del primer genocidio que vemos como se
produce en tiempo real. Los chicos sirios como Aylan que tanto conmovió al
mundo huyen del exterminio de los fundamentalistas. Solo en Siria asesinaron a
12 mil pibes y muchos de ellos fueron quemados o enterrados vivos. ¿Se da
cuenta del nivel de crueldad del que estamos hablando? Y muchos de esos
terroristas de estado ejecutan una
masacre cotidiana en nombre de Dios y la religión. A las mujeres las convierten
en esclavas sexuales. Quieren fundar un califato y por eso matan miles y miles
de cristianos. Hoy Marcelo Longobardi se acordó que Cristina había dicho que
los fanáticos del Estado Islámico eran una puesta en escena y un montaje
hollywoodense. ¿ Se acuerda de semejante barbaridad presidencial? Es tanta la
desesperación de estos hermanos que se lanzan al océano en barcazas que son
verdaderas cáscaras de nuez y son capaces de tirarse en las vías, delante de
los trenes? El crimen de un solo chico debería sublevarnos como pide el Papa
Francisco. ¿Qué parte de la condición humana se ahogó con Aylan en las costas
de Turquía.
Una buena manera de festejar el día del inmigrante es darle
una mano al que, por suerte, es diferente y por suerte es semejante. La
migración es un derecho natural, esencial e inalienable de la persona. Una
buena manera de festejar el día es acompañar a Pedrito y disfrutar de esa
contaminación positiva. Contaminarnos pero no con el humo que asfixia el aire
pero si con tus ojos y con tus bailes.
Contamíname, mézclate conmigo
Que bajo mi rama tendrás abrigo.
Hoy, en el día del inmigrante. Y siempre en el día de los
sueños.
Cuadro de imágenes BLOG DE LA PATAGONIA.
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