"Los de afuera sólo pueden interferir en nuestros asuntos si tienen, dentro, quien les abra la puerta para eso.
Si somos capaces de proteger el interés nacional, si tenemos gobiernos resueltos a esa protección, nadie puede imponernos sus puntos de vista".
Arturo Umberto Illia - Córdoba, septiembre de 1982.
Arturo Umberto Illia nacido en Pergamino (Provincia de
Buenos Aires) el 4 de agosto de 1900 era
hijo de padres italianos provenientes de la región de Lombardía en el norte
italiano.
Falleció en Córdoba (Provincia de Córdoba) el 18 de enero de
1983 fue un médico y político argentino miembro de la Unión Cívica Radical. Se
desempeñó como Diputado, Vicegobernador y Presidente de la Nación Argentina
entre el 12 de octubre de 1963 y derrocado el 28 de junio de 1966.
Illia vivió casi toda su vida en su humilde casa de Cruz del
Eje, donde se dedicaba a la medicina, y que nunca utilizó su influencia a su
favor, a punto tal de tener que vender su auto estando en el ejercicio del
mando y de negarse a utilizar fondos públicos para financiar sus tratamientos
médicos y rechazó la jubilación y se ganó la vida trabajando en la panadería de
un amigo. Siempre decía: “A mí me derrocaron las 20 manzanas que rodean a la
casa de gobierno”. Al día siguiente asumió “el generalito” de Onganía “Johnny
Bigote” con su aspecto de macho cabal y era un caballero de la triste figura
que denominaron al golpe con el pomposo
nombre de“Revolución Argentina”.
A continuación se vuelve a publicar conceptos de Illia sobre el derrocamiento y la influencia de los poderes que es positivo volver a leerlo pues se relaciona con la frase del día de hoy.
No les tengo miedo a los de afuera que nos quiere comprar , sino a los de adentro que nos quieren vender….
Luego del golpe de Estado que había derrocado al Doctor Arturo Umberto Illia, el mismo, en una entrevista explicaba el porqué con el siguiente comentario
.."Unos meses antes del golpe vino a verme el banquero David Rockefeller... En un momento dado me sugirió que debíamos cambiar tales y cuales puntos de la Ley de Bancos para que ellos pudieran radicarse entre nosotros.
Molesto le dije al intérprete: pregúntele al señor Rockefeller qué pasaría si el banquero argentino le exigiera al presidente de Estados Unidos que cambie la Ley de Reserva Federal para invertir en ese país.
Cuando escuchó la traducción Rockefeller se ruborizó... Pero yo no le di tiempo para que balbuceara excusas, porque me di vuelta hacia el intérprete y le dije: Dígale... que esta audiencia ha concluido.
Tres meses más tarde fui derrocado por la City; por esas cuarenta manzanas que rodean a la Casa de Gobierno.
Rockefeller radicó el Chase Manhattan y Onganía, obviamente, reformó la Ley de Bancos; siguiendo punto por punto, las sugerencias que me había hecho el señor Rockefeller”.
Fuente de información: Proyecto Segunda República Facebook
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
La diferencia de opiniones conduce a la investigación, y la investigación conduce a la verdad. - Thomas Jefferson 1743-1826.