25 de Mayo de 1810, sucesos y protagonistas por Carlos
Pistelli.
(Carta de Leonardo Galván a Juan Cruz Varela en 1826, en lo
que se llamaría “Polémicas por la paternidad de la Revolución”).
«… y aunque usted, señor Varela, queriendo desacreditar la
acción del pueblo de Buenos Aires la noche del 24 de mayo diciendo que a la
Revolución de 1810 la hicieron Belgrano, Paso, Castelli, Moreno y unos cuantos
más, le voy a pasar a referir:
– que a las cuatro de la tarde de ese día (24), los
comandantes de los cuerpos de milicias aprobaron la nueva Junta de Gobierno
encabezada por el desgraciado señor Cisneros, las tropas mostraron su disgusto,
sin en entrar razones.
– que a esa misma hora juraban los miembros de la malograda
Xunta, ni Castelli ni Saavedra parecían estar contrarios a la solución, y
disfrutaban en el Fuerte de sus nuevos puestos junto al antiguo virrey,
– a poco los disgustos pasaron a reclamos y posicionamientos
claros por la salida de Cisneros de esa Xunta, el señor Chiclana se atribuyó el
derecho de enderezar esos reclamos hacia la figura del señor síndico del
Cabildo, don Julián de Leiva, y convertirse en el líder de esas
desaprobaciones. Se presenta en la “fiesta”, produciéndose un fuerte entredicho
con el susodicho señor Leiva, que tuve la oportunidad de presenciar: “El pueblo
no quiere a Cisneros” exclamó Chiclana. “Impostor, el pueblo se ha manifestado
por la conformidad de lo dispuesto, marche preso” ordenó Leiva.
– que al regresar al Cuartel de las Temporalidades la orden
quedó sin efecto, y Chiclana, frente a las dudas de los Comandantes de los
Cuerpos quedó como Jefe de la inminente revolución armada. Que estos mismos
fueron en busca de Saavedra y le transmitieron la situación.
– que junto al doctor Castelli, ambos jefes que terminaban
de brindar en honor a sus cargos le impusieron de la realidad al presidente de
la efímera Xunta, y renunciaron a sus cargos.
– que jóvenes de toda extracción nos dirigimos a las
primeras horas del alba a arreglar el asunto por nuestras manos hacia los
cabildantes. Irrumpimos en sus deliberaciones French, Berutti, y unos cuantos
más y les amenazamos con la muerte si seguían burlándose del pueblo.
– que cuando los Comandantes de los Cuerpos fueron llamados
a las deliberaciones, golpeamos las puertas hasta que se escuchara lo que
quisiéramos oír. Finalmente, Leiva envío emisarios al Fuerte para recomendarle
al presidente de la Xunta malograda renunciar a su cargo para evitar un baño de
sangre.
– que viendo como se diferían las decisiones irrumpimos
nuevamente, depusimos la Xunta y reclamamos por el regreso del poder al pueblo
que representábamos, y elegiríamos nuestra propia Xunta de gobierno, entre
otros pareceres.
– Aquí haré un descanso a mi relato, pues mientras me
encontraba vociferante en los corredores del Cabildo, otros de mis compañeros
ponían en limpio lo que opinábamos, y el señor Chiclana, arengaba a las tropas
para venirse para la Plaza mientras en el Cuartel de Patricios se ampliaba el
espectro de la Xunta eligiendo Presidente a Saavedra, agregándose otros nombres
gratos para la tropa susodicha. En el Fuerte, el señor Cisneros, desahuciado,
delega emitir opiniones en sus personeros, y los señores Castelli y Saavedra
desconocían cuanto ocurría en las calles. Ni tampoco supimos nunca donde
estuvieron los doctores Belgrano, Paso y Moreno.
– que se le entregó un petitorio de numerosas firmas a los
cabildantes y que cuando el señor Leiva, informado que no había tal pueblo en
las calles de Buenos Aires, se burló de la concurrencia con un ¿Dónde está el
pueblo? O un ¿Esto es el pueblo? A lo que terminó de colmarnos la paciencia y
debió llamar a los elegidos a completar la Xunta popular y escabullirse para no
recibir una trompada, por lo menos, merecida por bribón.
– que desconozco el armado de la nueva Xunta de Gobierno ni
quiénes estuvieron en su organización, pero no salen de un listado traído por
Chiclana de los cuarteles y algunas consultas con Berutti y French.
(Segunda carta de Leonardo Galván a Juan Cruz Varela en
1826, en lo que se llamaría “Polémicas por la paternidad de la Revolución”).
“-Dice usted que Mariano Moreno brilló en los días
revolucionarios, pero le reconozco que la muerte del patriota French el año
pasado nos evitó que nos comentara cómo fue aquel berenjenal. Sí puedo decirle
que el coronel Antonio Beruti me dio detalles al respecto que paso a narrarle:
-Sobre la base de la Xunta Malograda del 24, Saavedra,
Castelli, Incháurregui, Solá, se empezó a cotejar con algunos actores
conocedores de historia de cómo conformarla. Chiclana trajo la posición de los
cuarteles de imponer el nombre del coronel Saavedra al frente de la misma. En
su lecho de enfermo, Chiclana me dio asidero a la versión cuando la visité en
esta misma semana. Quedando Saavedra como Presidente debíamos escoger los demás
integrantes. El primer dilema fue de cuántos integrantes se compondrían la
misma. “Castelli no debe faltar” o “Belgrano menos”, eran los griteríos de
French y Beruti. Se agregaron los dos nombres. Entonces apareció buscándome a
modo personal mi hermano, el doctor Juan José. Fue vitoreado, y él no ocultó su
mortificación, porque no tenía mayores deseos que volverse a su casa. Expresó
87 votos se efectuaron apoyando la tesis del coronel Saavedra; 42 la del
comandante García. Yo creo que no podemos soslayar ninguna de las dos
posiciones. Y tomando en cuenta la proporción de fuerzas, la Xunta que ustedes
forman debe estar constituida por dos hombres de la primera tesis más uno de la
segunda.
-Saavedra quedó como presidente, y ya teníamos a Belgrano y
a Castelli. Se borró a Inchaurregui y Sola por sus dudas en la votación del 22
y en los días posteriores, reemplazándolos con don Domingo Matheu y el doctor
Manuel Alberti, cura de Palermo, amigo personal de Sola. Alguna voz que no
recuerdo, nos dijo que lo mejor sería sumar al señor Juan Larrea, que traía “el
dinero” consigo. Se lo buscó en su casa, y el citado solicitó que los doctores
Moreno, o Galván (Juan José) estuvieran en su lugar. Chiclana trajo el nombre
de Azcuénaga agregado por los cuarteles, que también imponían el del doctor
Moreno como “asesor legal”. Simplificamos en Moreno, que también tenía nuestro
apoyo y el del grupo de Castelli, y le agregamos a su lado al doctor Passo, por
su brillante exposición del 22, aunque algunas voces expresan que su nombre
disgustó a todos los conformantes de la Xunta. Don Antonio Beruti y Domingo
French, arrabaleros como fueron, hicieron firmar el listado, y le insistieron
al doctor Galván (Juan José, mi hermano) participar de la misma, como referente
joven, pero mi hermano volvió a declinar tal honor. Se juntaron seiscientas
firmas ficticias y muchas reales más.
-Aquí tiene, ni Belgrano estaba enterado de lo que se
armaba, y Mariano Moreno no quiso formar parte. Su hermano Manuel puede dar
asidero. Quise, entonces, convencer a mi hermano Juan José de ocupar su lugar,
pero fue terminante en su declinación. Así que calle esa boca de alfeñique y
aprenda un poco de los que hicimos, la Revolución.
-Posdata, el entonces capitán Belgrano se encontraba en una
Sala en la cual, entre otros tantos, se encontraba mi hermano Miguel, y entre
el calor de las deliberaciones, exclamó con fuerza, Prometo echar a Cisneros
por la ventana, lo que fue la arenga que necesitaban los más adormecidos para
terminar lo iniciado.”
https://carlospistelli.wordpress.com/2015/05/25/25-de-mayo-de-1810-sucesos-y-protagonistas/
Imagen: GPA Blog de la Patagonia.
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