Se trata de un reconocido vecino de la ciudad de extensa carrera política. Hoy es noticia en nuestra ciudad por su festejo gracias a Platense.
Guillermo como tantos otros hinchas calamares, esperó toda su vida por esto. Es que hoy, el Platense de Orsi y Gómez escribió la página más importante en la historia del club en sus 120 años. Se consagró campeón tras vences 1 a 0 a Huracán en la final de la Copa de la Liga.
A más de 1500 kilómetros de Santiago del Estero, donde se jugó la final, y a más de 1100 del estadio que tiene el club en Vicente López, Guillermo Grosvald se unió al festejo de toda la familia de Platense.
Lo hizo en una de las esquinas más céntricas de la ciudad, en España y General Roca, frente a la plaza, con su camiseta alternativa del calamar puesta, con la titular en la mano y un piluso con los colores del club de sus amores. Quienes pasaban le tocaban bocina.
Cipoleño y rionegrino por adopción, Grosvald llegó a la región en 1974, hace 51 años. Además de trabajar en la producción, fue funcionario municipal y provincial en distintas gestiones. También fue legislador y se dedicó a la docencia. Hoy trabaja como apicultor y forma parte de una importante cooperativa.
De la política a la apicultura, una vida ligada a la producción.
Guillermo Grosvald nació en Buenos Aires, aunque su familia vivía en la localidad santafesina de Palacios. Su infancia y juventud transcurrieron en la capital, donde cursó los estudios primarios, secundarios y universitarios. Se recibió de Ingeniero Agrónomo y, tras un paso por Santa Fe y Santiago del Estero, llegó al Alto Valle en julio de 1974.
En la región comenzó su actividad laboral como representante de productos agroquímicos, hasta que en 1989 dio el salto a la política de la mano del entonces intendente de Cipolletti, Rodolfo Salto. Primero fue funcionario municipal, y luego legislador provincial por el circuito Alto Valle Oeste. Fue electo en dos períodos y más adelante se desempeñó como secretario de Desarrollo Económico de Río Negro durante el gobierno de Miguel Ángel Saiz. También ocupó la vicepresidencia del Ente Provincial Regulador de la Electricidad (EPRE) y cursó un posgrado en regulaciones. Su carrera en la función pública se extendió durante 16 años.
Guillermo Grosvald nació en Buenos Aires, aunque su familia vivía en la localidad santafesina de Palacios. Su infancia y juventud transcurrieron en la capital, donde cursó los estudios primarios, secundarios y universitarios. Se recibió de Ingeniero Agrónomo y, tras un paso por Santa Fe y Santiago del Estero, llegó al Alto Valle en julio de 1974.
En la región comenzó su actividad laboral como representante de productos agroquímicos, hasta que en 1989 dio el salto a la política de la mano del entonces intendente de Cipolletti, Rodolfo Salto. Primero fue funcionario municipal, y luego legislador provincial por el circuito Alto Valle Oeste. Fue electo en dos períodos y más adelante se desempeñó como secretario de Desarrollo Económico de Río Negro durante el gobierno de Miguel Ángel Saiz. También ocupó la vicepresidencia del Ente Provincial Regulador de la Electricidad (EPRE) y cursó un posgrado en regulaciones. Su carrera en la función pública se extendió durante 16 años.
Con el cambio de ciclo político en la provincia, Grosvald se alejó de los cargos y comenzó una nueva etapa como docente en escuelas secundarias y en la unidad penitenciaria de Cipolletti. Tras su jubilación, decidió retomar una vieja inquietud: la producción apícola.
Comenzó con unas pocas colmenas y se integró a una cooperativa que, con el tiempo, se fusionó con otra para formar la actual Cooperativa de Apicultores del Comahue, con sede en el Parque Agroindustrial de Fernández Oro. Cuando él se sumó, eran 12 socios y tenían mil colmenas; hoy son más de 3.500 asociados y cuentan con 4.500 colmenas distribuidas en distintas localidades del Alto Valle y de la provincia de Neuquén.
La cooperativa produce en años normales unos 300 tambores de miel por temporada, que comercializa en el mercado interno bajo la marca API Comahue, principalmente a través de la Cooperativa Obrera. La miel del Alto Valle, según Grosvald, es de color oscuro y posee una alta concentración de sales, antioxidantes, antibióticos y enzimas, lo que le otorga propiedades terapéuticas.
De la gestión pública a los panales, Guillermo Grosvald encontró en la apicultura un nuevo modo de aportar al desarrollo regional, con una mirada puesta en la producción local y el trabajo colectivo.
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*** Publicado en LA MAÑANA DE CIPOLLETTI.
¡¡¡Qué grande Don Guillerno!!! Platense hizo una gran campaña, se merecía el título.
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