Maipú: la batalla que cambió el destino de América.
INSTITUTO NACIONAL SANMARTINIANO.
8 de abril de 2025.
Maipú fue el esfuerzo colectivo de hombres y mujeres comprometidos con la libertad y la emancipación de América que comenzó en Mendoza con la planificación de la campaña de liberación continental. Esta contundente victoria aseguró la independencia de Chile y abrió el camino a la Expedición Libertadora al Perú, objetivo final en el plan de San Martín. Artículo del miembro correspondiente por la provincia de Mendoza de la Academia Sanmartiniana, Lic. Juan Marcelo Calabria. Publicado en diario Los Andes en su edición del 05/04/2025
El 5 de abril de 1818, en los Cerrillos del Maipo al sur de Santiago de Chile, se libró la Batalla de Maipú, un episodio decisivo que selló el destino de la independencia chilena y consagró el genio estratégico de José de San Martín como uno de los grandes héroes de la gesta libertadora americana. Este acontecimiento no solo marcó un hito militar, sino que también dejó una profunda huella en la historia y en la integración de los pueblos sudamericanos, reflejada en la composición del heterogéneo Ejército Unido y en el inmortal abrazo entre los Libertadores O’Higgins y San Martín.
Maipú no fue simplemente una victoria militar más; fue el apogeo de un esfuerzo colectivo y un sueño compartido por hombres y mujeres comprometidos con la libertad y la emancipación de América que comenzó en Mendoza con la planificación de la campaña de liberación continental. Las tropas sanmartinianas, que inicialmente conformaban el Ejército Libertador de los Andes, junto a las tropas chilenas, integradas en el Ejército Unido, enfrentaron con valentía y determinación a los realistas, que intentaban perpetuar el dominio colonial. Esta contundente victoria aseguró la independencia de Chile y abrió el camino a la Expedición Libertadora al Perú, objetivo final en el plan de San Martín.
Entre los momentos emblemáticos de aquella jornada destaca el "Abrazo de Maipú", en el que José Francisco de San Martín y Bernardo O’Higgins sellaron con un gesto simbólico su compromiso con la libertad de América. Tras presentarse en el campo de batalla con refuerzos, a pesar de la herida recibida días antes en Cancha Rayada, O’Higgins protagonizó junto a San Martín una escena que trasciende lo militar, representando la unión y fraternidad de los pueblos en la causa emancipadora, y un legado de unidad latinoamericana que tuvo en ese momento su hito fundacional.
Recordemos que días antes, en medio de la adversidad tras la derrota sufrida en Cancha Rayada, San Martín había ingresado en Santiago de Chile y con palabras que aún resuenan en nuestra historia exclamó: “La Patria existe y triunfará, y yo empeño mi palabra de honor de dar un día de gloria a la América del Sur”. Con esta firmeza, y gracias al esfuerzo conjunto de oficiales como O’Higgins, Las Heras, Freire, O' Brien, Zapiola, Balcarce, Escalada, Rodríguez, Blanco Encalada, Guido, etc., se reorganizó el Ejército Unido, que en menos de un mes reunió a más de 5.000 hombres y 21 cañones listos para enfrentar al enemigo. San Martín comprendió que el momento era crucial y que no debían dar tiempo al adversario para consolidar su posición y que pudiese aprovechar los beneficios de la jornada del 19 marzo pasado.
El impacto histórico de esta proeza es incuestionable. La Batalla de Maipú no solo consolidó la independencia de Chile, sino que también aseguró el éxito de la estrategia libertadora de San Martín, permitiendo avanzar, dos años después, hacia la liberación del Perú reforzando la causa emancipadora en todo el continente, que había tenido en el Cruce de Los Andes y la inmediata victoria de Chacabuco su inicio destacado. Este triunfo inspiró y facilitó la acción de los ejércitos patriotas en el norte de Sudamérica contribuyendo al éxito de las campañas bolivarianas, dando luz y esperanza a la guerra de emancipación en todo el continente, bajo la expresión: “el día de la América ha llegado” de Simón Bolívar.
El libertador del norte, al enterarse de la victoria alcanzada en los llanos de Maipú, le escribe al coronel Justo Briceño: "…Creo como usted, que la ocasión es muy bella, y que es preciso aprovecharla, y me parece casi seguro el buen suceso del ejército que obre sobre la Nueva Granada, pues además de lo que he sabido por usted y por los amigos Vázques y Moreno, las gacetas inglesas contienen los detalles de la célebre jornada del 5 de abril en las inmediaciones de Santiago, entre las tropas independientes de Chile y los realistas del Perú.(…) El General San Martín batió y destrozó completamente allí 7000 españoles, les hizo 3000 prisioneros, entre ellos ciento noventa oficiales, les mató más de 2000 hombres y sólo se salvó el general en jefe, Osorio, con 200 hombres de caballería. San Martín lo hacía perseguir vivamente. Este ejército realista era el último resto de las fuerzas del Perú, y esta batalla ha producido la absoluta libertad del Alto y Bajo Perú... Los españoles, invadidos poderosamente por el Sur, por tropas victoriosas, a que ellos no pueden resistir, aún haciendo esfuerzos asombrosos, deben necesariamente concentrarse, y dejar descubiertas todas las entradas y avenidas del reino, en todas direcciones. Estimo, pues, segura la expedición libertadora de la Nueva Granada. (…) Yo volvería gustoso a tener la gloria de conducir ese ejército, si el interés mismo de ambas repúblicas no exigiese necesariamente mi presencia aquí, siendo este el punto de donde deben partir todas las operaciones, todos los elementos, armas y municiones de guerra, a las divisiones que obran en diferentes lugares y, sobre todo, hasta esperar el resultado que necesariamente deben tener los intereses de la Europa con los de América. Este resultado aparecerá muy pronto. El día de América ha llegado, y todo parece que anuncia un término a nuestra gloriosa y terrible lucha. …”. Aunque, como es historia conocida, la lucha por la independencia de América se extendería unos años más hasta que finalmente los realistas fueran derrotados por las trapas bolivarianas con parte de los ejércitos sanmartinianos, definitivamente en Ayacucho en 1824.
Hoy, más de dos siglos después, la victoria de Maipú sigue siendo un heroico recordatorio del poder transformador de la unidad y el esfuerzo colectivo. Nos enseña que la independencia fue fruto no solo de la visión estratégica de líderes comprometidos, sino también del sacrificio de miles de hombres y mujeres que abrazaron la causa de la libertad. Este legado perdura como un símbolo de la importancia de honrar nuestra historia y transmitir sus valores a las nuevas generaciones
En palabras del propio libertador: “Al americano libre corresponde transmitir a sus hijos la gloria de los que contribuyeron a la restauración de sus derechos”. Recordar el sacrificio de los patriotas americanos en los llanos de Maipú es recordar el sacrificio y el liderazgo que cambiaron el curso de nuestra historia, reafirmando que la independencia no fue un acto aislado, sino el fruto de la determinación, el esfuerzo y la esperanza de los pueblos decididos a alcanzar su libertad bajo la guía de uno de los más grandes líderes de América: José Francisco de San Martín.
Lic. Juan Marcelo Calabria.
Miembro correspondiente por la provincia de Mendoza de la Academia Sanmartiniana.
Artículo publicado en diario Los Andes en su edición del 05/04/2025:
https://www.losandes.com.ar/columnistas/maipu-la-batalla-que-cambio-el-destino-america-n5943299
https://sanmartiniano.cultura.gob.ar/noticia/maipu-la-batalla-que-cambio-el-destino-de-america/
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