GRACIAS POR ESTAR AQUÍ...

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...." el pueblo recoge todas las botellas que se tiran al agua con mensajes de naufragio. El pueblo es una gran memoria colectiva que recuerda todo lo que parece muerto en el olvido. Hay que buscar esas botellas y refrescar esa memoria". Leopoldo Marechal.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.

LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO DE LA PATRIA.
“Amar a la Argentina de hoy, si se habla de amor verdadero, no puede rendir más que sacrificios, porque es amar a una enferma". Padre Leonardo Castellani.

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"La historia es la Patria. Nos han falsificado la historia porque quieren escamotearnos la Patria" - Hugo Wast (Gustavo Martínez Zuviría).

“Una única cosa es necesario tener presente: mantenerse en pie ante un mundo en ruinas”. Julius Evola, seudónimo de Giulio Cesare Andrea Evola. Italiano.

sábado, junio 20, 2020

Costos y beneficios por James Neilson.

Costos y beneficios 
por James Neilson.
Puesto que el gobierno se afirma resuelto a ir a virtualmente cualquier extremo para salvar vidas, sería lógico que impusiera en todo el territorio nacional un límite de velocidad de 20 km/h, o menos, porque el año pasado casi siete mil personas murieron en accidentes de tránsito. De más está decir que no se le ocurriría hacerlo; entiende que los costos económicos y sociales de una medida tan drástica serían excesivos.
¿Podría decirse lo mismo de la cuarentena? En marzo, la mayoría abrumadora aplaudió la decisión de Alberto Fernández de obligar a millones de hombres, mujeres y niños a quedarse en casa, bajo vigilancia policial, hasta que se frenara la difusión del coronavirus, pero desde entonces muchos han cambiado de opinión. Aunque temen a la covid-19, les preocupa más la parálisis de la economía que los está depauperando y, como es natural, quieren disfrutar de más libertad personal. En cuanto les fue permitido, miles de porteños salieron jubilosamente de sus hogares para correr o reencontrarse con parientes o amigos.
Para quienes ocupan posiciones de autoridad, nunca es fácil ubicar el punto de equilibrio entre demandas legítimas pero contradictorias. Mientras que el jefe del Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, está a favor de una mayor flexibilización, el presidente Alberto Fernández preferiría mantener una cuarentena rígida por algunas semanas, tal vez meses, más; y el gobernador bonaerense Axel Kiciloff, que está a cargo de un distrito enorme y sumamente heterogéneo, quiere que haya más restricciones para quienes viven en el conurbano pero reconoce que no tendrían sentido en el interior relativamente despoblado. En el resto del país, las diferencias son igualmente pronunciadas, con algunos distritos experimentando brotes peligrosos y otros libres del mal.
Sea como fuere, es de prever que, tal y como ha ocurrido en otras partes del mundo, sigan relajándose los encierros aun cuando el coronavirus continúe acortando una cantidad nada despreciable de vidas. En Europa, América del Norte y las democracias de Asia está formándose un nuevo consenso según el cual ni siquiera una “segunda ola” más brutal que la primera justificaría la reimplantación de las cuarentenas que se ordenaron con el propósito declarado de dar a los servicios médicos locales tiempo en que prepararse para enfrentar lo peor, algo que muchos han hecho con tanto éxito que los hospitales de campaña que se construyeron han permanecido vacíos.
Además de tener un impacto devastador en todas las economías del planeta, incluyendo a las de lugares que no se han visto sometidos a cuarentenas, la pandemia ha liberado a una multitud de otros males mortíferos para que provoquen aún más estragos en la población.
En los hospitales de docenas de países, abundan camas que están desocupadas porque quienes sufren de enfermedades que en tiempos normales requerirían un tratamiento urgente saben que en los que corren no son consideradas prioritarias.

Por miedo a contagiarse, o porque creen que los médicos no les prestarían atención, se resisten a salir de sus viviendas, lo que en muchos casos significa resignarse a morir.
Si bien han comenzado a aparecer fármacos que hacen que el coronavirus sea menos letal, aún no se ha producido una vacuna eficaz. A menos que se desarrolle una muy pronto, tendremos que aprender a convivir con la covid-19 como hacemos con tantos otros males. Lo más probable es que en adelante las autoridades sanitarias de los distintos países se limiten a recomendar el uso de tapabocas e insistan en la necesidad del “distanciamiento social” con la esperanza de que, andando el tiempo, el coronavirus deje de plantear una amenaza más grave que otros de la misma familia.
Aunque no cabe duda de que en el corto plazo las cuarentenas rigurosas han servido para demorar la propagación del virus, el éxito inicial así supuesto entraña la desventaja de que, para conservar lo ya conseguido, los gobiernos querrán mantenerlas, e incluso endurecerlas, cuando la mayoría ya se sienta harta luego de haber estado confinada por mucho tiempo.
Puede que desde el punto de vista de los infectólogos, en la actualidad la situación imperante en la Argentina sea decididamente peor de lo que era tres meses atrás debido al aumento notable de la proporción de positivos, entre ellos varios políticos bien conocidos por ser el suyo un oficio difícilmente compatible con el distanciamiento social, pero son cada vez más los convencidos de que hay que encontrar una alternativa a la perpetuación de un encierro que, a juicio de los pesimistas, está generando una crisis socioeconómica y política que podría alcanzar dimensiones realmente catastróficas.
Publicado en Diario "Río Negro", 19 de Junio del 2020.

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