¿En qué modelo se inspiró el Torino?
El éxito de este clásico argentino se encontraba basado en un auto de 1964 de la ex firma estadounidense, American Motors Corporation.
Tras la asociación entre Industrias Kaiser Argentina y la estadounidense American Motors Corporation, sumado a la incorporación de Renault a IKA, a nivel nacional comenzaron los preparativos para el desarrollo de un vehículo con alto porcentaje de piezas locales y que pueda penetrar no sólo en una parte del público consumidor de los rodados de estas compañías, sino en la cultura popular argentina.
El motivo del proyecto surgió luego de que los vehículos de línea Rambler se sumaran al grupo automotor ubicado en Santa Isabel, y las automotrices rivales como Ford y Chevrolet lanzaran a la venta vehículos icónicos como el Falcon o el 400. Estos dos modelos, a diferencia de los sedanes de la empresa estadounidense tenían mayor agilidad, eran más livianos y consiguieron ganarse el corazón de muchos argentinos de manera rápida.
Así fue como la asociación IKA-Renault replanteó su estrategia en el mercado nacional, para desarrollar un auto con apariencia americana, con grandes prestaciones, y algunas características de modelos europeos.
Para eso, aprovechando los convenios con la AMC (American Motors Corporation), Industrias Kaiser Argentina utilizó al Rambler American como base para el futuro proyecto. El modelo escogido correspondía al de tercera generación, lanzado en 1964. Al auto estadounidense, se lo consideró como el primer American completamente nuevo, ya que sus antecesores se encontraban basados en otros vehículos de la línea.
Cuando en 1958, comenzó el desarrollo de la primera generación, AMC decidió utilizar varios componentes del Nash Rambler, que había salido de producción en 1955, debido a falta de fondos para crear un inédito rodado. De todos modos, tras su lanzamiento, el auto pudo satisfacer las necesidades de los consumidores, hasta 1961, cuando recibió el primer rediseño, aunque en definitiva no logró sumar nuevos usuarios a la marca.
Finalmente, recién en 1964, se produjeron cambios importantes en las dimensiones y la estética. Era un auto más grande que su antecesor y espacioso con 2.692 mm de distancia entre ejes, aunque a su vez compartió componentes con otros vehículos de la línea AMC como Classic y Ambassador.
Fue diseñado por Richard Teague con diferentes carrocerías de dos y cuatro puertas, algunas convertibles (dos puertas), y se dividían en versiones bases como 220 y 330, y las de tope de gama 440s (también 440H como el deportivo de la línea). La potencia de los primeros motores de esta generación iba desde los 125 CV a 140 CV.
Entre las versiones más destacadass, se encontraba la 440H con 138 CV, con techo rígido, dos puertas, asientos reclinables, consola al piso, detalles cromados, con opcionales como caja automática, cambio de columna, brújula montada en el tablero, radio AM y espejo laterales.
Por último, en relación al legendario Torino, con el American como base para su desarrollo, se contrató al carrocero italiano Pininfarina para que rediseñara principalmente la parte frontal del vehículo, sumado al toro característico, algo muy similar de las marcas de alta gama del país europeo como Lamborghini, o Ferrari con su caballo insignia. Finalmente, el 30 de noviembre de 1966 en el Autódromo Municipal de Buenos Aires, se presentó a uno de los autos más emblemáticos de la historia argentina.
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